Guía paso a paso
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Después de el rezo de la mañana hay un tiempo para las historias y las canciones.
En el oscuro y espiritual momento del viernes en la noche, fue fácil dejar atrás el trabajo y ajetreo de la semana. Pero ahora es de día – mediodía. Que fácil sería levantarse y hacer... que desafiante es quedarse y continuar la experiencia de Shabat.
Este día especial es nuestra señal. Estamos publicando que Dios creó el mundo, y así como Él dejó de crear por un día, nosotros dejamos de crear por un día. Ser como Dios, emular al Todopoderoso, es acercarnos a Su esencia y experimentar lo máximo en trascendencia.
Esa es la señal entre nosotros y Dios.
Convertirnos en una nación, y que se nos pida ser una "luz" para las otras naciones del mundo, significa cierta responsabilidad. Este "Shabat judío" es una de las maneras en la que cumplimos esta responsabilidad al fijar un ejemplo de valores que son eternos: familia, comunidad, y el relacionarse con nuestro Creador.
Esa es la señal entre el Pueblo Judío y el mundo.
Y esta señal, este estandarte, este cartel luminoso al que llamamos Shabat está ahí para recordarnos quienes somos como individuos; que no fuimos creados sólo con cuerpo, sino también con alma. Éstas 24 horas especiales son para conectarnos con esa verdad y usarlas para llegar a realizar nuestras potencialidades como seres únicos.
A la luz del día, la tentación de volver a la rutina está ahí. Por lo tanto paramos y hacemos Kidush otra vez. Sin embargo, esta vez, insertamos una idea completamente distinta a la de la noche anterior.
Después de decir Kidush, el procedimiento es el mismo que la comida del viernes en la noche:
Ve-shamru benei Israel et ha-Shabat, la'asot et ha-Shabat le-doro'tam brit olam. Beini u-vein benei Israel ot hi le-olam, ki sheshet iamim asa Ado--nai et ha-shamaim ve-et ha-aretz uva-iom ha-shevi'i shabat va-inafash.
Y los hijos de Israel cuidarán el Shabat, para hacer del Shabat un pacto eterno por todas las generaciones. Es una señal perpetua entre Mí y los Hijos de Israel, que en seis días HASHEM creó el cielo y la tierra, y en el séptimo día Él cesó de trabajar y descansó.
Zajor et iom ha-Shabat le-kadesho. Sheshet iamim ta'avod ve-asita kol melaj'teja. Ve-iom ha-shevi'i Shabat la'Ado--nai Elo--heja, lo ta'ase kol melaja ata u-vinja u-viteja avdeja va-amateja u-vehem'teja ve-guerja asher bi-she'areja. Ki sheshet iamim asa Ado--nai et ha-shamaim ve-et ha-aretz et ha-iam ve-et kol asher bam, va-ianaj ba-iom ha-shevi'i.
Recuerda siempre el día de Shabat para santificarlo. Seis días podrás trabajar y realizar todas tus obras, mas el séptimo día es el Shabat para HASHEM, tu Dios; no habrás de realizar trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu sirvienta, ni tu bestia, ni el extranjero dentro de tus portales, pues en seis días HASHEM hizo el cielo y la tierra, y el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó en el séptimo día;
Al ken beraj Ado--nai et iom ha-Shabat va-ikadshehu. Savri maranan ve-rabanan ve-rabotai: Baruj ata Ado--nai, Elo--heinu melej ha-olam, bore peri ha gafen. (El resto responde: "Amén").
Por ello HASHEM bendijo el día de Shabat y lo santificó: Bendito eres Tú, HASHEM, Dios nuestro, Rey del universo, que crea el fruto de la vid. (El resto responde: "Amén").
Me gusta la comida del día en Shabat porque estoy mucho más descansado que el viernes por la noche. El viernes por la noche es el final de un día de preparación, y los niños están cansados en la noche. Pero en el día de Shabat todos hemos dormido un poco más, y todo ya está listo, así que es una comida solamente para disfrutar.
Pero he estado cambiando, y he tratado de usar el día como una oportunidad para que realmente sea Shabat. Así que ahora me visto bien, aunque esté solo, y trato de leer un poco sobre Judaísmo. Al final de Shabat trato de leer la porción de la Torá en Español.
Es el único día en el que me puedo relajar. Mis amigos saben que no me deben llamar, y la paz y tranquilidad no tienen precio.
El ambiente también es diferente. El viernes por la noche es mucho más formal, mientras que el día de Shabat es más relajado. Todo está más enfocado hacia los niños durante el día, porque no están cansados como en la noche anterior.
El día de Shabat es mucho más libre y fácil. Tal vez no tan espiritual, pero mucho más entretenido. Los niños vuelven de la sinagoga todos entusiasmados, y tenemos una tradición que antes de la comida cantamos y las niñas bailan en una pequeña ronda. Es tan lindo.
En la mesa usualmente tenemos invitados con hijos y la atención está en los pequeños. Les preguntamos qué han estado aprendiendo en el colegio y tratamos de hacer la experiencia de Shabat entretenida y significativa para ellos en su nivel.
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El viernes en la noche tiene tanta clase, con todo limpio y tan en el espíritu de Shabat. Me encanta cómo se ve la mesa con la mejor loza, cristales y servilletas de lino. Siempre invitamos a dos o tres parejas para compartir con ellos la noche. Es una noche "sin niños", porque la mayor parte del año, los niños se acuestan temprano.
El día de Shabat es familia. Invitamos amigos con sus hijos, y la comida y el ambiente son mucho más sencillos. Uso platos y servilletas desechables para que también el limpiar sea rápido.
Adaptado de "Friday Night and Beyond", por Lori Palatnik (Jason Aronson Pub.).
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