El legado antisemita de Jean-Marie Le Pen

09/01/2025

7 min de lectura

Gran parte del mundo elogia a un político francés antisemita. No blanqueemos su legado.

A los consumidores de noticias actuales se los podría perdonar por pensar que Jean-Marie Le Pen, quien falleció a los 96 años, era un granuja adorable. "El provocador líder de la extrema derecha francesa", lo describió el New York Times. El titular de la Televisión Pública de los Estados Unidos rotuló a Le Pen como alguien que simplemente fue "acusado" de antisemitismo y racismo. El presidente francés, Emmanuel Macron, envió sus condolencias a la familia Le Pen y lo consideró una "figura histórica".

Odio precoz

Jean Marie Le Pen nació en un pequeño pueblo de Bretaña en 1928. Su padre murió en la Segunda Guerra Mundial cuando el barco pesquero en el que viajaba hizo explotar una mina submarina alemana. Más tarde, Le Pen dijo a los periodistas que era antinazi y que de niño intentó alistarse en la resistencia francesa, pero lo rechazaron. A pesar de estos primeros indicios de que Le Pen podría ser muy crítico de los nazis, tiempo después él insistió en que el accionar de los nazis en Francia y en otras partes no fue tan malo.

Jean-Marie Le Pen (a la derecha) participa en una manifestación de veteranos en París, 1960. © AFP

Le Pen estudió derecho en París y se unió a la Legión Extranjera francesa cuando tenía 24 años, sirviendo con distinción en Vietnam, Camboya, Laos, Argelia y en otras partes. Posteriormente admitió que mientras estaba en Argelia torturó a los prisioneros de guerra. Argumentó que los "torturó porque era lo que había que hacer".

Le Pen se unió con Pierre Poujade, un político profundamente racista y xenófobo que odiaba a quienes él llamaba "medio franceses", e insistía que sólo aquellos cuyas familias habían vivido en Francia por lo menos durante tres generaciones podían entrar en la política. Le Pen y Poujade odiaban particularmente al entonces primer ministro Pierre Mendes France, que era judío. En 1956, con el apoyo de Poujade, Le Pen fue electo para el parlamento francés, donde pudo vomitar su bilis antijudía y anti-extranjeros.

Defender el Holocausto

En 1965, Le Pen dirigió la campaña presidencial de Jean-Louis Tixier-Vignacour. Vignacour había trabajado para el gobierno francés de Vichy, que gobernó el sur de Francia durante la Segunda Guerra Mundial y que sirvió como estado marioneta del régimen nazi. (Pocos años después, Vignacour sería el cerebro de un extraño intento de trasladar el cuerpo de Philippe Petain, el líder colaboracionista francés de Vichy, para enterrarlo en un cementerio dedicado a los héroes de guerra).

Durante esta campaña, Le Pen defendió a Petain y al régimen de Vichy, ignorando el hecho de que la Francia de Vichy impuso un draconiano Statut des Juifs, que excluía a los judíos de la vida pública y permitía la redada y las detenciones de los judíos franceses.  Unos 77.000 judíos franceses fueron asesinados por los nazis durante el Holocausto. Al defender a los colaboracionistas nazis, de hecho Le Pen estaba condonando este asesinato masivo. Él insistió en que "nunca había considerado un traidor a Petain" (el líder pro-nazi de la Francia de Vichy) y lo calificó como un héroe más grande que Charles de Gaulle, el líder antinazi de la Francia Libre durante la guerra.

Durante esa campaña, Le Pen se lastimó un ojo mientras intentaba montar una tienda de campaña, lo que le causó graves daños. Finalmente perdió el ojo y desde entonces llevó un parche. Él difundió la falsa historia de que había perdido el ojo en una pelea por motivos políticos, sólo una de las muchas falsedades que contó durante su larga y negativa carrera política.

El odio a los "extranjeros"

En 1972 Le Pen ayudó a unir a grupos nazis dispares bajo una sola bandera, creando el "Frente Nacional", conocido como FN. El FN hacía hincapié en lo que denominaba "preferencia nacional": dar trabajo, vivienda y un trato preferencial a las personas étnicamente francesas.  Los inmigrantes, los musulmanes y los judíos eran considerados intrusos que contaminaban Francia con su mera presencia.

Esta retórica de odio y extremismo dio sus frutos.  En 1986, tras los cambios en las normas electorales francesas, el FN obtuvo 35 escaños en la Asamblea Nacional, el parlamento de Francia. Le Pen se presentó cinco veces a las elecciones presidenciales, quedando en segundo lugar en el 2002. (Fue derrotado en la segunda vuelta contra Jacques Chirac.) En 1984, el FN obtuvo el 10% de los escaños franceses en el Parlamento Europeo. Le Pen se convirtió en diputado del Parlamento Europeo, formando parte de una institución a la que se oponía implacablemente: la Comunidad Europea (hoy Unión Europea).

La negación del Holocausto

A medida que pasaba el tiempo después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la negación del Holocausto fue ganando terreno en Francia y en todo el mundo. Siempre hostil a los intereses judíos, Le Pen abrazó con presteza la negación del Holocausto.  En una entrevista de 1987, dudó de la existencia de cámaras de gas en los campos de exterminio nazis: "No digo que las cámaras de gas no hayan existido. Nunca he estudiado especialmente la cuestión, pero creo que son un detalle en la historia de la Segunda Guerra Mundial".

Nunca cambió de tono, adoptando la negación del Holocausto con un vigor cada vez mayor. En el 2015, un tribunal francés condenó a Le Pen por incitar al odio racial al afirmar que las cámaras de gas nazis eran un mero "detalle" en la historia de la Segunda Guerra Mundial. En el 2018 elogió a Robert Faurisson, el primer ciudadano francés condenado por negar el Holocausto. Faurisson era un fanático negacionista del Holocausto, que dijo que "El diario de Ana Frank" era una falsificación, calificaba las cámaras de gas nazis como "la mayor mentira del siglo XX" y decía que durante el Holocausto los judíos murieron por causas naturales. Cuando murió Faurisson, Le Pen declaró: "Faurisson es un símbolo de la forma en que se ha criminalizado la libertad de expresión" en Francia y sostuvo que Francia había “silenciado” a Faurisson por razones políticas.

El antisemitismo casual

Quizá el mayor legado de Le Pen sea la forma minuciosa, casi casual, en que hizo que el antisemitismo pareciera la corriente dominante. Él insistió en que la ocupación nazi de Francia "no fue especialmente inhumana".  ¿Cómo podría haberlo sido, cuando sus principales víctimas no eran "verdaderos" franceses, sino simplemente judíos?

Le Pen repitió y amplificó tropos antisemitas. "Los judíos han conspirado para dominar el mundo", dijo a sus numerosos seguidores. Estados Unidos es una "nación mestiza" debido a la multitud de personas de todas las razas, incluidos los judíos, que hay allí. En 1987, acusó al entonces presidente francés Jacques Chirac de recibir sueldo de una organización judía estadounidense. Cuando le preguntaron por qué el presidente Chirac se oponía tanto a las políticas ofensivas del FN, Le Pen respondió: "Me reduzco a teorías, en particular a una de ellas: Chirac está a sueldo de alguien. ¿De quién? De organizaciones judías y, en particular, la tristemente célebre Bnei Brit".

En el 2007, Le Pen volvió a su mentira de que los judíos no son franceses, calificando al entonces aspirante a la presidencia Nicolas Sarkozy, de ascendencia judía, de "extranjero" y no francés.

Después de que Marine, la hija de Jean-Marie Le Pen, se hiciera cargo del FN en el 2011, los miembros del FN se volvieron contra un periodista judío en el baile de celebración del partido. Mickael Szames era un reportero judío del prestigioso canal de televisión France 24. Cuando sacó una foto de Le Pen bailando con su hija, matones del FN lo atacaron, golpeándolo mientras gritaban insultos antisemitas.

Después de que Szames presentara cargos contra los guardias de la NF, Jean-Marie Le Pen hizo un comentario sarcástico sobre la nariz de aspecto judío de Szames: "Szames pensó que podía decir que lo habían expulsado porque era judío. Pues bien, ¡esto no se mencionaba en su carné de periodista ni en su nariz!". Lo único que dijo al respecto su hija, Marine Le Pen, fue que su padre debería haber mencionado la frente de Szames en lugar de su nariz.

Manteniendo su extremismo

Marine Le Pen, que asumió el liderazgo del FN hace 15 años, intentó suavizar la imagen del partido. Ella ha rechazado el antisemitismo, enfocando en cambio su ira en los inmigrantes y los musulmanes. En el 2015 expulsó a su padre del partido, en parte por sus declaraciones antisemitas, y en el 2018 rebautizó al partido como Rassemblement National (RN), Agrupación Nacional.  Bajo su liderazgo, la RN se ha despojado en gran medida de su imagen extremista y muchos votantes franceses lo consideran un partido mayoritario. Expulsado de su querido FN, Jean-Marie Le Pen formó un nuevo partido político, el Rassemblement blue blanc rouge, o "Partido Azul, Blanco y Rojo". Su mala salud le impidió convertir su nuevo grupo en un actor político importante. Jean-Marie Le Pen y su hija eventualmente se reconciliaron.

Con su hija Marine

En la actualidad, Marine Le Pen es una de las políticas más populares de Francia. Muchos creen que algún día dirigirá el país. Aunque en este momento está siendo investigada por malversación de fondos del Parlamento Europeo, su partido RN sigue siendo uno de los más fuertes de Francia. En las elecciones nacionales del 2024, el RN quedó tercero en el país, ganando el 37% de los votos y 142 escaños en la Asamblea Nacional de Francia.

El legado venenoso de Le Pen en la actualidad

Hoy en Francia —y en todo el mundo— los efectos del legado de Le Pen y otros detractores de los judíos son evidentes. Una encuesta reciente reveló que en Francia abunda la desinformación sobre el Holocausto. Sólo el 2% de los franceses escucharon hablar del campo de concentración de Drancy, una prisión nazi en las afueras de París donde unos 70.000 mil judíos fueron detenidos en suelo francés antes de ser enviados a campos de exterminio. Sorprendentemente, cerca de un tercio de los franceses afirma no haber oído hablar del Holocausto o no estar seguros de haberlo oído.

Otra encuesta del 2024 reveló que el 21% de los franceses considera aceptable atacar a los judíos franceses porque ellos apoyan a Israel. Entre las personas de 18 a 24 años, el 35% cree que está justificado atacar a los judíos. Una encuesta del 2024 reveló que el 12% de los franceses en general (y el 17% de los jóvenes) creen que para Francia sería mejor que los judíos abandonaran el país. La mayoría de los jóvenes considera que los judíos franceses no están bien integrados en Francia. El 46% de los franceses está de acuerdo con siete o más afirmaciones antijudías, lo que implica un gran aumento en los últimos años.

Entre los que votan al RN, el partido político rebautizado de Le Pen, el 52% de los encuestados está de acuerdo con seis o más afirmaciones antijudías. (La cifra es aún mayor, el 55%, en el caso del partido político de extrema izquierda La France Insoumise, o "Francia Insumisa")

Teniendo en cuenta este legado, es vergonzoso que tanta gente en Francia y en todo el mundo se equivoque sobre el violento y odioso legado de Jean-Marie Le Pen. Debemos recordarlo por lo que fue: no un granuja adorable ni un líder valiente, sino un antisemita brutal y lleno de odio que hizo que Francia (y el mundo) sea un lugar más peligroso.

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SERGIO
SERGIO
27 días hace

importante denuncia sobre LEPEN...

yosef derzavich
yosef derzavich
27 días hace

de verdad no habria que darle tanto espacio a este mal nacido y a su hija basta decir que era un antisemita

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