El Momento “Reina Ester” de Henry Morgenthau

12/03/2025

9 min de lectura

Siendo el único judío en el gabinete del presidente Franklin D. Roosevelt, el influyente político estaba en una posición que le permitía defender su identidad judía y ayudar a salvar vidas judías durante el Holocausto.

En la festividad de Purim, los judíos de todo el mundo celebran la salvación del pueblo judío en el antiguo Imperio persa. Hamán, visir real del rey persa Ajashverosh, conspiró “para destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, en un solo día” (Libro de Ester, 3:13).

Ante el inminente decreto genocida de Hamán sobre el pueblo judío, Mordejai le pidió a su sobrina, la reina Ester, que fuera al rey y le suplicara que salvara a su pueblo. Ester comprensiblemente se mostró renuente porque podía ser asesinada de inmediato por entrar en la cámara del rey sin haber sido convocada. Frente a su negativa, Mordejai le respondió con palabras contundentes: “Si callas en este momento, el alivio y la salvación llegarán para los judíos desde otro lugar, pero tú y la casa de tu padre perecerán. Y quién sabe si no es precisamente para esta oportunidad que llegaste a ser reina” (Ester 4:14).

El presidente Franklin D. Roosevelt y Henry Morgenthau Jr. en un auto el 9 de febrero de 1934. La inscripción del presidente Roosevelt dice: “De uno a otro único en su tipo”. Biblioteca y Museo presidencial GFRanklin D. Roosevelt

Entendiendo que esa era la razón por la que había ascendido a la realeza e influencia, la reina Ester dio un giro inmediato. Poniéndose a la altura de la situación le dijo a Mordejai que instruyera a todos los judíos de Shushan que ayunaran y rezaran durante tres días y tres noches, y que al concluir esos tres días, ella iría al rey sin ser convocada. “Y si he de perecer, que perezca…” (4:16).

Su estrategia funcionó. Hamán y sus 10 hijos fueron colgados y Dios salvó al pueblo judío.

Avancemos dos mil años en la historia. Otro líder judío llamado Henry Morgenthau Jr. (1891-1967) viviría su propio “momento de Reina Ester” cuando el pueblo judío era amenazado con la aniquilación. Morgenthau nació en la ciudad de Nueva York en una familia prominente de ascendencia judía alemana. Su padre, Henry Morgenthau Sr., fue un exitoso inversionista inmobiliario y diplomático que se desempeñó como embajador en el Imperio otomano durante la administración del presidente Woodrow Wilson.

Henry Morgenthau Jr. fue secretario del Tesoro de los Estados Unidos durante las administraciones de Roosevelt y Truman desde el 1 de enero de 1934 hasta el 23 de julio de 1945. Morgenthau estabilizó el dólar estadounidense, durante la Gran Depresión, ayudó a financiar el "New Deal", preparó la economía de los Estados Unidos para la guerra y luego financió el esfuerzo bélico vendiendo bonos de guerra.

Fue el único judío que fue miembro del gabinete durante la administración de Roosevelt. Era muy devoto y leal a Roosevelt, a pesar de la falta de acciones concretas por parte del presidente para salvar a los judíos europeos del Holocausto o permitir que los judíos se salvaran inmigrando a los Estados Unidos.

En 1943, varios meses después de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos confirmara la misión nazi de aniquilar a todos los judíos de Europa, Morgenthau se involucró directamente en el rescate de los judíos en Europa.

El catalizador de la participación de Morgenthau fueron dos grupos judíos: el Vaad Hatzalá (el Comité de Rescate), dirigido por los principales rabinos ortodoxos de los Estados Unidos, y el “Comité de Emergencia para el Rescate de los Judíos Europeos” liderado por Hillel Kook.

Reunión con el Presidente

La Agudat HaRabanim (Unión de Rabinos Ortodoxos), dirigida por Rav Eliézer Silver de Cincinnati, fundó una organización específicamente dedicada al rescate de los judíos europeos llamada Vaad Hatzalá ("Comité de Rescate"). El Vaad fue apoyado por toda la comunidad judía ortodoxa (Agudat Israel, Young Israel, Mizraji, etc.). Estaba dirigido por tres de los más grandes sabios de Norteamérica: Rav Eliézer Silver, Rav Abraham Kalmanowitz y Rav Aharón Kotler. Los líderes del Vaad estaban dispuestos a hacer todo lo necesario para salvar a sus hermanos judíos, reconociendo que salvar vidas era la prioridad.

Rav Aharón Kotler, Rav Eliézer Silver y Rav Abraham Kalmanowitz

A mediados de 1943, los líderes de Vaad Hatzalá se reunieron con Morgenthau por primera vez. Rav Kotler, Rav Kalmanowitz y el líder laico Irving Bunim suplicaron a Morgenthau que cambiara la política estadounidense que hasta ese momento había hecho poco para evitar la destrucción de los judíos europeos. Visiblemente conmovido por las palabras de estos grandes Rabinos, Morgenthau llamó al secretario de Estado Cordell Hull y exigió una reunión conjunta con el presidente sobre el asesinato nazi de los judíos en Europa. Cuando Hull se negó educadamente, Morgenthau lo sorprendió respondiendo: “Si no consigo la reunión, mi renuncia estará sobre el escritorio del Sr. Roosevelt por la mañana”. Morgenthau consiguió su reunión con Roosevelt y, aunque esto no produjo cambios inmediatos en la política estadounidense, allanó el camino para la creación unos meses más tarde del War Refugee Board.

Activismo judío y la fundación del War Refugee Board

El grupo Bergson estaba dirigido por Hillel Kook, uno de los líderes del Irgún en los Estados Unidos y sobrino del primer Gran Rabino del Mandato de Palestina, Rav Abraham Isaac Kook. También se hacía llamar Peter Bergson, de ahí el nombre del grupo. Él estableció el Comité de Emergencia para el Rescate de los Judíos Europeos. El Comité, que incluía figuras públicas judías y no judías de los Estados Unidos, trabajó para dar a conocer los hechos sobre la aniquilación nazi de los judíos y hacer presión sobre el presidente y el Congreso para que actuaran para salvar a los remanentes de los judíos de Europa.

La marcha de los Rabinos en Washington

Una de las acciones más conocidas del Comité fue una protesta organizada por Kook, conocida como la “Marcha de los Rabinos”. La protesta tuvo lugar en Washington el 6 de octubre de 1943, tres días antes de Iom Kipur. El grupo de más de 400 rabinos marchó hasta el Capitolio de los Estados Unidos, el Monumento a Lincoln y la Casa Blanca en Washington D.C. El éxito de la Marcha fue limitado por las acciones de algunos amigos judíos del presidente Roosevelt (que estaban más preocupados por Roosevelt y menos por sus hermanos judíos en Europa), incluido el líder reformista Stephen Wise.

Unos meses después, el 13 de enero de 1944, los miembros del equipo del Tesoro, John Pehle, Randolph Paul, Ansel Luxford y Josiah DuBois presentaron a Morgenthau un memorando de 18 páginas titulado: "Informe al secretario sobre la aquiescencia de este gobierno en el asesinato de judíos”. Después de leerlo, la respuesta inmediata de Morgenthau fue: “Me siento físicamente enfermo”.

Como resultado, tres días después, el 16 de enero de 1944, Morgenthau visitó personalmente la Casa Blanca y se reunió con el presidente Roosevelt. La semana siguiente, el presidente emitió una orden ejecutiva estableciendo el War Refugee Board (Comité para los refugiados por la guerra) el 22 de enero de 1944.

A través de los esfuerzos del War Refugee Board, finalmente se tomaron medidas para salvar a los judíos en Europa. Se prepararon campos de refugiados en África del Norte y se organizaron refugios seguros en Palestina, Suiza y Suecia. El War Refugee Board también presionó a Roosevelt para que condenara públicamente el asesinato masivo de los judíos por parte de los nazis, lo que hizo el 24 de marzo de 1944.

Al atraer la atención internacional sobre la desesperada situación de los judíos húngaros, el War Refugee Board contribuyó a la cesación de las deportaciones de los judíos húngaros a Auschwitz. Este comité también envió al diplomático sueco Raoul Wallenberg y a otros para proteger a los judíos de Budapest. El Comité Americano Judío de Distribución Conjunta financió el trabajo de rescate de Wallenberg a través del War Refugee Board. El trabajo de Wallenberg en Hungría fue uno de los esfuerzos de rescate más exitosos y vitales llevados a cabo por el War Refugee Board.

Es difícil determinar el número exacto de judíos rescatados por el War Refugee Board. El profesor David Wyman (1929-2018), un renombrado historiador del Holocausto, acreditó al War Refugee Board con haber jugado un papel crucial salvando hasta 200.000 judíos y 20.000 no judíos. Al final de la guerra, considerando los informes sobre el maltrato a los judíos en los campos de refugiados, Morgenthau y el War Refugee Board también convencieron al presidente Truman para enviar a un enviado estadounidense, el abogado Earl Harrison, a examinar la situación personalmente, y tras su viaje, la situación en los campos de refugiados mejoró.

Sin embargo, hubo un momento durante la guerra en el que incluso Morgenthau dudó.

Su Momento de Reina Ester

Poco antes de Purim, en febrero de 1945, Irving Bunim organizó una reunión urgente con Morgenthau y fue acompañado por el Rav Aharon Kotler y el Rav Abraham Kalmanowitz, quienes habían escapado de Europa y estaban utilizando todos los medios a su disposición para tratar de salvar a los judíos europeos.

Llegaron con una solicitud desesperada. Estaban en curso las "Negociaciones Musy", que implicaban un pago cercano a un millón de dólares a los alemanes a cambio de liberar a los judíos de los campos de concentración y enviarlos a Suiza.

Otra organización judía les había prometido esa suma astronómica. Sin embargo, esa organización insistía en que el Vaad recibiera la aprobación oficial del gobierno de los Estados Unidos para transferir los fondos a través de agentes estadounidenses en Suiza. El Vaad Hatzalá apeló a Morgenthau para que les concediera permiso oficial. Morgenthau respondió que la política exterior de los Estados Unidos no era pagar rescate al enemigo: "Millones para la defensa, pero ni un centavo para tributo".

"¡Una sola vida judía vale más que todos los cargos en Washington!"

Rav Kotler no hablaba inglés y el secretario Morgenthau no entendía ídish, por lo que Bunim actuó como su traductor. Sin embargo, el tono de Morgenthau fue claro para Rav Kotler incluso antes de que Bunim dijera una palabra. La respuesta fue NO.

Incapaz de contener sus emociones, Rav Kotler miró a Morgenthau con sus penetrantes ojos azules. Con voz temblorosa, señaló al secretario del Tesoro y dijo en ídish: "Bunim, dile que si no puede ayudar a rescatar a sus compañeros judíos en este momento, entonces no vale nada, ¡y su puesto no vale nada! ¡Una sola vida judía vale más que todos los cargos en Washington!"

Después de unos momentos incómodos, Bunim comenzó a traducir, suavizando un poco el mensaje del Rabino mientras hablaba. Rav Kotler se dio cuenta de que sus palabras no estaban siendo transmitidas con precisión y gritó en ídish: "¡Nein, nein Bunim, zugt em vus ich hub gizugt! ¡No! ¡Dile exactamente lo que dije!" Bunim entendió que ese no era un momento para cortesías sociales. Se aclaró la garganta y rezó en silencio, sabiendo que innumerables vidas judías dependían de su éxito.

"Señor... Rav Kotler siente que debido a que usted tiene miedo de perder su posición destacada en el gobierno, tal vez no esté dispuesto a ayudarnos y a sus hermanos y hermanas judíos. Él quiere que sepa que una vida judía vale más que cualquier puesto".

Al escuchar esto, Morgenthau se puso pálido y colocó la cabeza sobre su escritorio, cubriéndose la cara con las manos.

"Dile al Rabino que soy judío. Dile que por mi pueblo estoy dispuesto a dar mi vida, no sólo mi posición".

Finalmente, Morgenthau levantó la cabeza y lloró, temblando de emoción: "Dile al Rabino que soy judío. Dile que por mi pueblo estoy dispuesto a dar mi vida, no solo mi posición".

Frente al desafío y las palabras de verdad de Rav Kotler, Morgenthau reconoció su “momento de Reina Ester”. Se puso a la altura de la ocasión y permitió que el Vaad Hatzalá continuara las negociaciones, logrando directamente la liberación de 2.000 mujeres judías de Ravensbrück. Sus acciones viven eternamente, en las vidas que salvó y el ejemplo que dejó.

Cada uno tiene sus propios “momentos de Reina Ester”. Un momento en el que enfrentamos la decisión de si defenderemos al pueblo y los valores judíos. Puede ser en el trabajo, en el campus universitario, en las redes sociales o en el escenario de los Oscars. Si tienes la capacidad de levantarte y hacer algo, ¿lo harás? ¿Te educarás a ti mismo y a otros sobre los valores judíos y el derecho de Israel a defenderse? ¿Usarás orgullosamente un símbolo judío o una kipá? ¿Escribirás para alentar a los funcionarios electos y líderes comunitarios a apoyar a Israel y al pueblo judío?

Y, si eres como Morgenthau, alguien en una posición con verdadera influencia, ¿actuarás como él lo hizo, sabiendo que hay valores más importantes que tu trabajo o la efímera popularidad?

Cuando llegue tu “momento de Reina Ester”, ¿qué elegirás?

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