El oftalmólogo que no pudo creer lo que estaba viendo

16/07/2024

4 min de lectura

El Dr. Sidney Schechet se ofreció como voluntario para tratar a soldados y civiles en Israel. Una historia que encontró es para registrarla en los libros de récord.

El Dr. Sidney Schechet, un especialista de retina del grupo Elman Retina de Baltimore, sintió en su corazón compasión y obligación después del 7 de octubre. El Hospital Soroka de Beersheva es uno de los principales centros de trauma donde llegan los soldados heridos en la guerra en Gaza. Sus médicos de ojos estaban abrumados por la cantidad de soldados que llegaban con severos traumas oculares a causa de la guerra. Además, algunos de los cirujanos especialistas en retina habían sido convocados a cumplir su servicio de reserva, dejando al departamento con menos personal.

El Dr. Schechet decidió responder al pedido de ayuda y ofrecer su experiencia en trauma ocular y retina. Él y otros cirujanos de retina norteamericanos dejaron sus consultorios para ofrecerse durante dos semanas como voluntarios en el hospital Soroka.

La mañana en que llegó, el Dr. Shechet se sumergió de inmediato en su trabajo en el quirófano. Trabajaba de día y de noche tratando a soldados que habían sufridos graves heridas oculares y también ayudando a civiles ansiosos. Él trató de usar sus habilidades quirúrgicas y su conocimiento médico para brindar alivio tanto a los pacientes como a sus compañeros médicos. Ayudó que su madre fuera israelí, por lo que sabía suficiente hebreo como para que la gente se sintiera cómoda.

En medio del caos el Dr. Schechet encontró muchos momentos de profunda conexión. Escuchó las historias de los soldados, compartió el alivio de las familias cuyos seres queridos finalmente recibían la atención necesaria, y sintió la gratitud y la enorme valentía de una comunidad bajo intensa presión.

Durante el tiempo que estuvo en el hospital Soroka, el Dr. Schechet encontró una condición que había tratado muchas veces antes: coriorretinopatía serosa central (CSC). Esta enfermedad de la retina produce que la visión se vuelva borrosa y distorsionada. La CSC sigue siendo un gran misterio, pero se cree que tiene relación con el estrés. Por lo general, el DR. Schechet comienza a tratar a los pacientes con CSC alentándolos a controlar el estrés haciendo yoga, respiraciones profundas, ejercicio, meditación, etc.

Dr. Sidney Schechter

Desde el 7 de octubre, hubo muchos casos de CSC, lo cual no sorprendió al Dr. Schechet ni al resto de los médicos. Un día, el Dr. Schechet recibió a un paciente anciano con una expresión muy triste. Él informó que había tenido problemas de vista durante los últimos meses. Sufría de CSC grave y tenía en el ojo líquido que distorsionaba su visión. Se trataba de un sobreviviente del Holocausto que tenía miembros de su familia que fueron asesinados y otros que fueron llevados como rehenes de Hamás el 7 de octubre.

Con estas tragedias inimaginables, el Dr. Schechet no supo qué decirle. Pensó: ¿Cómo puedo decirle a esta gente que disminuya el estrés de su vida?".

Entonces el Dr. Schechet decidió evitar su habitual discurso respecto a reducir el estrés, pero sintió que tenía con su paciente la obligación de explicarle la causa de su problema de visión y el largo camino que tenía por delante para resolverlo.

Después de explicarle que su problema se había visto desencadenado por el inmenso estrés al que había estado sometido, los ojos del paciente se llenaron de lágrimas. Se quedó unos instantes en silencio, mirando hacia el espacio, sumergido en sus pensamientos, antes de responderle al médico: "¿Quiere decir que me voy a quedar ciego como un resultado directo de haber perdido a mis seres queridos?".

El Dr. Schechet asintió con la cabeza y apoyó una mano sobre el hombro del paciente. De repente, el paciente lo observó con una brillante sonrisa. Sorprendido, el Dr. Schechet le preguntó por qué sonreía, teniendo en cuenta que su visión se había visto gravemente afectada, posiblemente de forma permanente, y que podía llevarle meses, incluso años, curarse.

El paciente le respondió: "En verdad ahora siento alivio al saber que físicamente estoy compartiendo el dolor y el sufrimiento de mis seres queridos. Me sentía terriblemente culpable por haberme salvado, pero este problema en la vista me muestra que sigo conectado con quienes se fueron al Cielo y con los que están en Gaza y tienen que regresar. Sonrío porque tengo la oportunidad de compartir su dolor".

El Dr. Schechet se conmovió profundamente ante esta reacción inesperada. Esto demuestra la cualidad judía de "nosei ol im javeró", compartir la carga y la pérdida de la otra persona. Se despidió del paciente y fijó una cita de control diez días más tarde. Cuando el hombre regresó, el Dr. Schechet se asombró al ver que el líquido problemático prácticamente había desaparecido, algo nunca visto en el tratamiento de CSC. Ellos supieron que esta vez era un verdadero milagro, un testamento a la fuerza y la constante fuente de luz dentro del alma judía.

Dr. Schechet, a la derecha, en Israel.

El tiempo que el Dr. Schechet pasó en el hospital Soroka fue intenso pero profundamente satisfactorio. Al regresar a los Estados Unidos, compartió el milagro médico que había visto con otros oftalmólogos reconocidos. Su relato siempre fue recibido con escepticismo. Pero él lo vio, con sus propios ojos.

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Frida lewkowicz
Frida lewkowicz
6 meses hace

Excelente!!!!la fuerza e la Fe hace milagros

Sara Schifter de Jaschkowitz
Sara Schifter de Jaschkowitz
6 meses hace

Que orgullo siento de gente como el doctor y el ejemplo que da el paciente de la resilencia de nuestro pueblo! Kol Hakavod y puede decir con certeza el doctor “ un milagro sucedió acá “ como en la historia de Januca

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