Perfiles
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El Rebe de Kotzk estaba ferozmente comprometido con la verdad y la autenticidad.
Menajem Mendel Morgenstern, el Rebe de Kotzk, fue un rabino jasídico del siglo XIX famoso por su agudo ingenio, sus enseñanzas y su enfoque del judaísmo sin concesiones.
A pesar de su influencia en el pensamiento judío, el Rebe de Kotzk fue una figura solitaria que pasó los últimos 25 años de su vida viviendo solo en el bosque, escalando las alturas espirituales.
Nacido en una familia distintivamente no jasídica en 1787, el joven Menajem Mendel se sintió atraído por los principios fundamentales del pensamiento jasídico, específicamente por el apego emocional a Dios, la seria introspección espiritual y la búsqueda de la verdad. Al evolucionar y convertirse en una figura espiritual por sus propios méritos, el Rebe de Kotzk fue expulsado del pueblo de Tomaszów, ya que su congregación se sentía demasiado incómoda con sus rigurosas expectativas. Encontró consuelo en el pueblo cercano de Kotzk, donde el Rebe vivió el resto de su vida, sin salir nunca de la zona.
De hecho, aunque sus hijos intentaron llevar el manto del liderazgo después de su muerte, el movimiento estuvo estrictamente limitado a la vida del Rebe, debido a que sus demandas de pureza espiritual eran demasiado grandes para que las generaciones siguientes pudieran cumplirlas. Por ejemplo, el Rebe sostenía que la plegaria realizada sólo para cumplir con las obligaciones religiosas no es nada más que idolatría. El rezo sólo puede tener lugar cuando el individuo se somete a una total sumisión a la voluntad Divina, algo que los seres humanos típicamente no consiguen. Sus expectativas excedían la esfera religiosa y permeaban las rutinas cotidianas.
Reveladoramente, las tradiciones del Rebe de Kotzk no son muy estudiadas o comprendidas, debido a su limitada aceptación en la comunidad judía en general y sus escrupulosos estándares.
El Rebe de Kotzk fue conocido por sus radicales enseñanzas que desafiaban la sabiduría convencional. Él creía que la búsqueda de la verdad era la meta más alta del judaísmo, la cual requería una disposición a cuestionar y desafiar las normas y creencias establecidas. En una época en la que carismáticos líderes rabínicos competían por seguidores espirituales, su desprecio por esa práctica fue lo que llevó a su aislamiento. Irónicamente, mientras más él rechazaba su creciente influencia, más seguidores adquiría.
Él enfatizó la importancia de la responsabilidad individual, creyendo que cada persona tiene un rol único en el mundo y que depende del individuo desarrollar su propio potencial y propósito. El Rebe de Kotzk reprendía rutinariamente a las personas por ir hasta Kotzk buscando sus brajot (bendiciones), a pesar de que se acostumbraba que los Rebes jasídicos dieran brajot a sus seguidores. Él consideraba que las brajot personales a menudo eran utilizadas como una rápida solución espiritual para los infortunios. En vez de rezar por sus fieles, él los alentaba a buscar su propia salvación a través de la reflexión personal y el arrepentimiento, y a hacerse cargo de su propio camino espiritual.
El Rebe de Klotzk no toleraba los falsos pasos de piedad religiosa. Él creía que la verdadera devoción religiosa no podía medirse por las demostraciones externas de observancia religiosa, sino más bien por el compromiso interior de la persona a vivir una vida de integridad y rectitud.
El Rebe de Kotzk también tenía una profunda preocupación por la justicia social y creía que los judíos eran responsables de trabajar activamente para crear una sociedad más justa construida sobre los preceptos de verdad. Él creía que los ricos y poderosos tenían una responsabilidad de usar sus recursos para ayudar a los necesitados. Es famoso que a menudo citaba la práctica ideal de un líder cuando, al enfrentar una ola de frío, muchos optan por calentarse con un abrigo de piel, la verdadera señal de que alguien es recto es que en vez de ponerse un abrigo de piel para protegerse ÉL del frío, enciende un fuego, asegurándose que también encuentren refugio aquellos que se reúnan a su alrededor.
Similarmente, cuando su esposa Glike Nay se dio cuenta de que les habían robado sus cubiertos, el Rebe de Klotzk se mantuvo completamente tranquilo. “Imposible”, exclamó. “La Torá nos enseña explícitamente a no robar. Por lo tanto, simplemente no es posible que un judío robe”. Su genuino deseo de vivir en un mundo con estricta adherencia a la voluntad de Dios lo hacía reticente, y quizás incapaz, de considerar que otros no desearan lo mismo.
El momento más santo es hoy. La persona más santa eres tú y el lugar más santo es aquí mismo.
Después de que alguien mencionara que el momento más santo del año es al final de Iom Kipur, el 'Día del perdón', antes de que se cierren las Puertas del Cielo, el Rebe de Kotzk golpeó la mesa con su puño y gritó: “¡No, no y no! El momento más santo es hoy. La persona más santa eres tú y el lugar más santo es aquí mismo”. Esas enseñanzas representan la esencia del Rebe de Kotzk: él confiaba profundamente en la habilidad de cualquier individuo de alcanzar las más elevadas alturas espirituales.
El Rebe de Kotzk fue profundamente respetado por sus seguidores y ha seguido influenciando al pensamiento judío hasta hoy en día, aunque de formas más subliminales. Él deliberadamente incendió todos sus escritos de Torá, horrorizado por la idea de que en futuras generaciones la gente pudiera adoptar su enfoque del judaísmo en vez de concebir su propio camino.
Sin duda, el Rebe de Kotzk estaría furioso de saber que 165 años después de su muerte se escribió este artículo. Sin embargo, su enfoque auténtico y singular de la relación del hombre con el mundo en general y con el Creador del mundo, así como su inamovible búsqueda de la autenticidad, lo convierten en una figura muy necesaria hoy en día.
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Me ha gustado mucho este artículo, pero ciertamente se necesita alcanzar entendimiento para no interpretar erróneamente las enseñanzas del rebbe de Koztk Z”L
Gracias S. Kerstenbaum Me ha ayudado, a incorporar, en mi conocimiento, un precioso ejemplo de la personal autenticidad del Rebé de Kotzk. Es una deseable y preciosa guía para la salud mental y además, aplicable a nuestra ambigua sociedad.