Eliézer Ben Iehuda: El padre del hebreo moderno

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Conozcamos al padre del hebreo moderno.

Es asombroso que la nación judía, a pesar de haber pasado por varios exilios y sufrir inmensamente en manos de sus enemigos, no sólo sobreviviera, sino que prosperara. Igualmente sorprendente fue el resurgimiento del idioma hebreo, una historia extraordinaria sin paralelos en la historia.

Hace más de 3.000 años, cuando el pueblo judío llegó con Iehoshúa a la Tierra de Israel, el hebreo fue establecido como el idioma nacional. El hebreo siguió en uso hasta alrededor del año 400 E.C., cuando como consecuencia de la dispersión tras la destrucción del Segundo Templo, el hebreo se dejó de usar de forma cotidiana. El hebreo bíblico sobrevivió a través de los exilios debido a su rol como el idioma de la liturgia y de los textos religiosos. A lo largo de la historia, siempre hubo judíos que hablaron en hebreo con fluidez. Al mismo tiempo, el hebreo escrito continuó evolucionando. Este era el idioma de la poesía y de la correspondencia entre los sabios.

El día del idioma hebreo se conmemora en la fecha del nacimiento de Eliézer Ben Iehuda, que fue quien impulsó el resurgimiento del hebreo y su transformación a su forma moderna. Ben Iehuda nació como Eliézer Perelman en Luzhky, Lituania en 1858. Era hijo de un jasid de Jabad, y recibió una educación tradicional en una ieshivá local. Se distinguió en sus estudios y lo enviaron a una academia talmúdica con la esperanza de que se convirtiera en rabino. Sin embargo, como muchos prometedores jóvenes judíos de esa época en Europa Oriental, él estaba interesado en el mundo secular e ingresó a una escuela secundaria rusa. Eliézer estaba obsesionado con la literatura en hebreo moderno y consumía con ansias los periódicos en hebreo, especialmente aquellos que hablaban del nacionalismo judío. El nacionalismo se convirtió en su forma de abrazar el hebreo sin la religión.

Ben Iehuda se vio cautivado por las ideas del Sionismo. Él creía que el resurgimiento del hebreo en la Tierra de Israel uniría a todos los judíos del mundo. Ben Iehuda consideraba que el hebreo y el Sionismo eran una misma cosa. Él escribió: “El idioma hebreo puede vivir solamente si revivimos la nación y regresamos a nuestra patria”.

Actuando de acuerdo con sus ideas, decidió que debía irse a Palestina. Partió de Rusia en 1878. Primero fue a estudiar medicina en París para poder ayudar a la comunidad judía en Palestina. Pero debido a la tuberculosis, no pudo continuar sus estudios. En 1881, llegó a Jerusalem con su esposa, Débora Jonas, con su plan de ayudar a revitalizar el idioma hebreo. Su plan de acción tenía tres partes y puede resumirse como: “hebreo en el hogar”, “hebreo en la escuela" y “palabras, palabras, palabras”.

Cambió su apellido a Ben Iehuda y con su esposa crearon la primera familia que habló en hebreo moderno. Su hijo, Ben Tzion (hijo de Sion) nació en 1882. Tener un niño en la casa acentuó la necesidad de encontrar en hebreo palabras apropiadas para la vida diaria. Ben Iehuda acuñó nuevas palabras para objetos tales como muñeca, helado, toalla, bicicleta y otros cientos de palabras. Ben Iehuda y su esposa tuvieron otros cuatro hijos.

Ben Iehuda introdujo el hebreo como el idioma de instrucción y estudio en las escuelas. Obtuvo el apoyo de educadores que eran entusiastas nacionalistas judíos. Enseñar hebreo en las escuelas era una solución muy práctica para el problema de los inmigrantes de diferentes países que hablaban una variedad de idiomas.

Él también quería atraer a los adultos hacia sus ideas. A través de su periódico HaTzvi, enseñó a los adultos a través del contenido y de su lenguaje. Al ser los judíos ávidos lectores, su periódico ayudó mucho a difundir sus ideas y sus inventos lingüísticos en Palestina y en el extranjero.

No todo el mundo admiraba a Ben Iehuda. Muchos consideraron que su trabajo era blasfemo porque el hebreo era el idioma sagrado de la Torá, y algunos pensaban que no debía ser usado para discutir asuntos mundanos. Él y su esposa usaban vestimentas religiosas para intentar atraer a los judíos religiosos a su causa nacionalista, pero los judíos religiosos reconocieron que se trataba de un disfraz y llegaron incluso a excomulgar a Ben Iehuda.

Eliézer, su esposa Hemda y David Judelovitch, un exalumno de Eliézer que se convirtió en uno de los educadores destacados que llevaron el hebreo a las escuelas de los asentamientos.

La familia sufrió una tragedia en 1891 cuando su esposa murió de tuberculosis. En el invierno de 1892, una epidemia de difteria cobró la vida de sus tres hijos menores. Ben-Iehuda se casó con la hermana de su difunta esposa, Hemda.

Ben Iehudá se convirtió en lexicógrafo, culminando su obra de 17 volúmenes, "Un diccionario completo del hebreo antiguo y moderno". Esta obra la completaron Hemda y su hijo después de la muerte de Ben Iehuda. Él creó más de 75.000 palabras. Estas incluyen más de 2.400 alternativas en hebreo diseñadas deliberadamente para palabras extranjeras, y palabras y términos recientes que no existían en el idioma antiguo.

Lo que finalmente dio lugar al resurgimiento del hebreo fue el desarrollo de las comunidades que surgieron tras la primera aliá (1881-1903) y la segunda aliá (1904-1914). Las primeras escuelas en hebreo fueron establecidas en esas comunidades. El hebreo se convirtió en un idioma para hablar de asuntos cotidianos y finalmente se transformó en un lenguaje sistemático y nacional.

En 1922, el Mandato Británico de Palestina reconoció al hebreo como uno de los tres idiomas oficiales del país (ingles, árabe y hebreo). Su nuevo estatus formal contribuyó a su difusión. Un mes más tarde, a la edad de 64 años, Ben Iehuda falleció de tuberculosis.

El historiador británico Cecil Roth afirmó: “Antes de Ben Iehuda, los judíos podían hablar hebreo. Después de él, lo hicieron”.

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