Emily Austin: presentadora deportiva, influencer y judía orgullosa

21/12/2022

4 min de lectura

¿Por qué tantas personas atacan a esta mujer?

Emily Austin recibe por Instagram innumerables mensajes deseándole la muerte. La llaman corrupta y le dicen que el mundo estaría mejor si Hitler hubiese tenido éxito.

¿Su crimen?

Manifestar con orgullo que es judía por Internet.

Esta estudiante universitaria judía tiene casi 1 millón de seguidores en Instagram y medio millón de seguidores en Tik Tok. Es una Consultora de Medios de la Misión Permanente de Israel en las Naciones Unidas, una embajadora de Puma y reportera de deportes universitarios que durante sus entrevistas luce con orgullo una visible Estrella de David.

El último verano, Austin visitó la Casa Blanca y publicó una foto de ella en la Oficina Oval con el título: "Primera mujer, judía, presidenta".

Después de las declaraciones antisemitas de Kanye West en el show de Alex Jones, ella publicó: "Estos últimos meses fueron muy locos para el mundo en general, pero más personalmente como judía. La libertad de expresión es algo muy bello… es nuestro derecho. Pero sólo porque PUEDES decir algo, eso no implica que DEBAS decirlo. Yo siempre uso mi voz para hablar por lo que es correcto".

Austin no siempre fue tan vocal respecto a su origen judío por Internet. Pero cuando comenzó a ver cuánto crecía el antisemitismo, entendió que podía aprovechar su voz para marcar una diferencia.

"Me di cuenta que muchas personas, tanto en Internet como a mi alrededor, tenían un concepto erróneo de lo que es un judío. La gente me conocía, me amaba y se sorprendía de que yo fuera judía. Dijeron comentarios como: 'Ah, por eso eres tan inteligente', lo que supongo es un cumplido. Me sentía realmente molesta por la narrativa de 'los judíos' que se escuchaba por todas partes. Yo trato de quebrar la narrativa de 'nosotros versus ellos' y encontrar denominadores comunes entre todos, a pesar de las diferencias en la creencia y la observancia religiosa".

La gente le quita importancia al antisemitismo diciendo que es "libertad de expresión", aunque nunca se tolera el odio hacia otras minorías.

La influencer de 21 años cree que no hay suficientes personas que hablen contra el antisemitismo en Internet. Ella también piensa que la gente le resta importancia al antisemitismo diciendo que es "libertad de expresión", aunque en verdad nunca se tolera el odio hacia otras minorías.

"Piensan que los judíos son la excepción a la regla porque a pesar de que el Holocausto ocurrió hace menos de 100 años, no cargamos la etiqueta de 'víctimas'. Por eso piensan que no hay ningún problema en calumniarnos".

Lo que Austin aprendió fue que si los judíos no hablan, tampoco tendremos ningún aliado que salga a defendernos.

"Lo que la gente dice en línea refleja lo que piensan". "Si calumnian al pueblo judío y no salimos a defendernos, nadie más lo hará por nosotros".

Austin, originaria de Long Island, creció en un hogar ortodoxo moderno y come kósher.

"Recuerdo que una vez, en preescolar, comí unos bocadillos de pollo que no eran kósher, porque una de las ayudantes de la escuela me dijo que sí eran, aunque en verdad no lo eran. [Cuando me enteré], lloré tanto que me enviaron al psicólogo de la escuela".

La familia de Austin también era estricta respecto a la observancia del Shabat.

"Nunca me permitieron salir los viernes a la noche porque era Shabat, y yo nunca entendí la razón hasta que fui un poco más grande. Ahora lo valoro y lo acepto, en vez de oponerme y resentirlo, que era lo que sentía al crecer, porque pensaba que por culpa de eso me perdía muchas cosas".

Austin no sólo cuida el Shabat, sino que también se apoya en Dios pidiéndole que la ayude a mantener los pies sobre la tierra, sin importar lo que esté atravesando.

"Saber que hay un Poder Superior me da consuelo cada día. Tanto cuando las cosas marchan bien como cuando van mal. Sé que hay alguien a quien puedo acudir. Eso me motiva y me da una base firme".

Durante la pandemia de COVID, La escuela donde Austin estudiaba cerró durante dos meses, y de repente no tuvo mucho que hacer. En vez de dedicarse a ver televisión, ella decidió usar sus conexiones con algunos jugadores de los Knicks y empezar a entrevistarlos para Instagram Live. A partir de ahí, sus redes sociales explotaron y consiguió trabajos profesionales en MTV y Sports Illustrated. Ella hace entrevistas individuales o transmite desde los márgenes de las canchas durante los partidos.

En la actualidad, Austin pasa su tiempo entre Nueva York, Los Ángeles y Miami, y publica sobre sus visitas a las Naciones Unidas. "Los derechos de las mujeres son derechos humanos", escribió hace poco desde la sede de las Naciones Unidas.

Además de seguir hablando sobre su identidad judía, Austin, quien espera graduarse el próximo año, quiere tener su propio y exitoso programa deportivo. Y como tiene tantos seguidores, desea tener impacto y hacer su parte para ayudar a que haya paz.

"Espero seguir usando mi plataforma para educar a mi audiencia y a otros respecto a cuán importante es construir más puentes y dialogar con personas que son diferentes a ti. Esa es la única forma de ganar".

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