Sociedad
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Es doloroso ver cómo un país que fue hogar de decenas de miles de nuestros hermanos está en crisis.
La situación social y política que está atravesando Venezuela desde hace unas semanas nos entristece a todos los latinoamericanos. Además, como judíos, es doloroso ver cómo un país que fue hogar de decenas de miles de nuestros hermanos ha empezado a ser casi expulsivo con la comunidad judía.
En estos momentos difíciles es muy importante recordar que los lazos entre los judíos y Venezuela datan de hace cientos de años, y sólo nos espera rezar y pedir por el bienestar de todo el pueblo venezolano.
Aquí dejamos 6 datos curiosos que reflejan la conexión entre el judaísmo y Venezuela:
Aunque suene sorprendente, según varios informes los primeros judíos llegaron a Venezuela ¡hace más de 450 años! Hay quienes aseguran que había judíos “marranos” (judíos obligados a convertirse al catolicismo pero que mantenían identidad en privado) entre la tripulación de los conquistadores españoles de mediados del Siglo XVI. Además, en 1693 hubo un grupo de judíos provenientes de Curazao, una colonia que estaba bajo dominio de los Países Bajos. De todas maneras, fue recién en 1821, cuando se declaró la libertad de culto, que se estableció oficialmente la comunidad judía local.
Es sabido que Simón Bolívar es el gran libertador de Venezuela. Pero mucho menos conocido es el rol que los judíos tuvieron en esa campaña libertadora. Según registros históricos, el ejército comandado por Bolívar se refugió en hogares de ciudadanos judíos en Curazao y también contó con el apoyo económico de importantes figuras de la colectividad judía. Cuando en 1821 se declaró la libertad de culto, muchos judíos fueron recibidos con los brazos abiertos en Venezuela, en base a la buena relación forjada en la guerra de la independencia.
La comunidad judía venezolana tiene una fuerte presencia sefaradí, especialmente de los provenientes de Marruecos. Hubiera sido esperable que también los ashkenazíes que escapaban de Europa buscaran asilo aquí, pero las severas restricciones a la inmigración por parte del gobierno venezolano lo hicieron difícil. Una vez que estas leyes fueron levantadas, en el año 1950, muchos inmigrantes judíos que escapaban de los ataques en países árabes tras la independencia de Israel encontraron su hogar en Venezuela. Se asentaron principalmente en su capital, Caracas, aunque también en la localidad de Maracaibo.
En el año 1824 se instaló la primera familia judía en la ciudad de Coro, y en 1832 Joseph Curiel y su esposa Débora comenzaron a construir el cementerio para poder enterrar a su hija Hannah. A lo largo de los años, ha servido como lugar de reposo de los restos de varios integrantes de la comunidad. El cementerio de Coro sigue siendo utilizado hasta el día de hoy, lo que lo convierte en el cementerio judío más antiguo en uso continuo más de toda Latinoamérica.
Los judíos de Venezuela han aportado muchísimo al país en áreas tan disímiles como las artes, la cultura o la ciencia. Una de las figuras más destacadas fue sin dudas el Dr. Baruj Benacerraf, un inmunólogo que en 1980 fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina por “sus descubrimientos acerca de las estructuras de la superficie celular determinadas genéticamente, que regulan las reacciones inmunológicas”. Baruj era hijo de Abraham y Henrietta, judíos de origen marroquí y argelino respectivamente. A pesar de haber desarrollado su carrera principalmente en Estados Unidos, el Dr. Baruj Benacerraf siempre estuvo orgulloso de sus raíces venezolanas. De hecho, al ganar el Premio Nobel, afirmó “Es un orgullo y un honor para mí que un latinoamericano, un venezolano, sea premiado de esta forma”.
Según distintos registros, se estima que la población judía de Venezuela alcanzó un máximo de 45 mil personas en los años 80. Las comunidades crecían y muchos judíos de otros países de Latinoamérica se mudaban a Venezuela, en donde encontraban buenas posibilidades económicas así como un ambiente judío en el que criar una familia. Sin embargo, la situación se ha desmoronado en los últimos 25 años. Con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, se instaló desde el gobierno una retórica “antisionista” que, obviamente, se transformaba en antisemita. La situación empeoró bajo el mandato de Nicolás Maduro. Según estimaciones, la enorme mayoría de la comunidad judía de Venezuela ha emigrado a Miami, a España o a Israel, y sólo quedan unos 4.000 judíos en el país.
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Falto algo muy importante: El Caribia y el Köenigstein.
Sabe alguien sobre algún libro basado en esta historia?
La iniciativa de mostrar la conexión entre Venezuela y el judaísmo es muy buena, pero como judía venezolana, veo una gran falta: la hermosa historia de los barcos de la esperanza, el Caribea y el Köenigstein, que en 1939 llegaron a las costas venezolanas y el gentilicio venezolano acogió y ayudó con amplia generosidad a los refugiados judíos.
Me hubiese gustado que también comenten sobre el capítulo de los barcos de la esperanza.
Soy judía venezolana y lástima que ustedes no le dieron lugar en esta nota sobre la comunidad judía en mi país al hermoso capítulo de los barcos de la esperanza, en el cual el pueblo venezolano salvó del retorno a Europa a los pasajeros de los barcos Caribia y Königstein, en 1939. Realmente, sin ese importante capítulo, cualquier historia sobre la comunidad judía de Venezuela está incompleta