Perfiles
6 min de lectura
8 min de lectura
Oz Davidian arriesgó su vida para salvar a quienes participaron del festival Nova, viajando ida y vuelta 15 veces bajo los disparos.
El 7 de octubre, el agricultor Oz Davidian arriesgó su vida viajando con su auto ida y vuelta 15 veces al lugar del festival Nova y sus alrededores para salvar a los jóvenes y llevarlos a salvo. "Sabía que había mucha gente muriendo y que no había allí nadie para ayudarlos. Volví una y otra vez. Sabía que Dios me había puesto allí. No podía ignorar lo que estaba viendo. Lo único que lamento es no haber podido salvar más personas".
La mañana del 7 de octubre, Oz y su familia se despertaron por el ruido de los cohetes. "Como vivimos en el sur, aprendimos a reconocer las diversas clases de misiles y éste obviamente era un ataque inusual". Oz vive a sólo cinco minutos del lugar donde se celebraba el festival Nova y el cielo se cubrió de destellos de luz a medida que los cohetes eran interceptados.
Tras recibir un mensaje de WhatsApp de un pariente suplicando que alguien fuera a ayudar a los heridos, Oz decidió ayudar. Dejó a su esposa y a sus cuatro hijas a salvo en la habitación segura, cerró la puerta de la casa y les dijo: "Me voy. Volveré".
Salió de su casa en el Moshav Maslul, cerca de Ofakim y casi de inmediato comenzó a ver gente corriendo. Les preguntó qué pasaba. Los jóvenes, sin aliento, casi se atragantan con sus palabras: "Estábamos en una fiesta cuando los terroristas comenzaron a disparar. Ya han matado a mucha gente".
Oz los llevó a salvo a la granja de su familia. Oz creció en la zona y conoce los caminos como la palma de su mano. Conocía cada bache, cada hueco en la valla y cada camino de tierra. "Vivo muy cerca del lugar del festival, así que estaba familiarizado con las carreteras secundarias, lo que me ayudó en esta misión".
Oz y un grupo de sobrevivientes que rescató en ese día fatídico.
Sintiendo sobre sus hombros la responsabilidad de salvar a esos jóvenes, comenzó a viajar ida y vuelta por los caminos no asfaltados. Esto salvó su vida, porque los terroristas esperaban en los caminos principales listos para disparar a cualquier auto que se acercara.
Oz vio el cielo lleno de humo y fuego. Todavía no entendía completamente lo que había pasado, pero vio cadáveres por todas partes.
Encontró más jóvenes tratando de huir y comenzó a subirlos a todos a su pickup. Salvó a un grupo de jóvenes en pánico, luego a otro grupo y a otro más, llevándolos metódicamente a salvo a la granja.
Los que se salvaron comenzaron a compartir la información de contacto de Oz con sus amigos y la gente empezó a enviarle su ubicación de forma masiva, rogándole ayuda.
Uno suplicó: "¿Puedes venir a buscarme?".
Otro le escribió: "¡Por favor, ayúdanos! Somos muchos aquí. Al menos cinco".
Otros escribieron que sus amigos estaban heridos en el estómago e incluso que habían muerto.
Oz les pidió su ubicación y fue directamente a esos lugares. Así fue como salvó a 120 jóvenes.
"Estaba muy asustado. Tengo esposa y cuatro hijas. Pero también sabía que había allí muchos jóvenes y que no tenían a nadie que los ayudara".
Cuando los dejaba en el Moshav, les pedía que escribieran sus nombres en una hoja. Esto luego se hizo conocido como "La lista de Oz", el título de un documental sobre su historia. La lista de Oz siguió creciendo. Ese día salvó la vida de 120 personas.
Oz desconectó todas sus emociones y actuó en piloto automático. Posteriormente reflexionó sobre la naturaleza milagrosa de ese día. Comprendió que era increíble que hubiera podido entrar 15 veces a la zona y sobrevivir.
Los viajes de Oz Davidian al sitio del festival Nova, documentado por Canal 13. Fuente: captura de pantalla.
"Daba mucho miedo cada vez que entraba en la zona de guerra. Los terroristas intentaron muchas veces dispararme directamente y no tuvieron éxito, así que está claro que había una nube de protección divina que me rodeaba en esta misión. Entendí que si no hubiera seguido adelante muchos de esos jóvenes no hubieran llegado al otro lado. No soy religioso en la práctica, pero creo en Dios. Recé para tener éxito y volver sano y salvo y rescatar a tantas personas como fuera posible".
Algunos de los participantes de Nova le preguntaron si formaba parte de las fuerzas de defensa de Israel. Él les respondió: "No, soy un simple judío que vino a ayudar".
"Los jóvenes estaban seguros de que yo formaba parte del Mosad, porque les resultaba incomprensible que un tipo común y corriente hiciera algo así.
Cada vez que Oz salía del sitio y los llevaba hacia un lugar seguro, les decía: "No miren a la izquierda ni a la derecha. No quiero que vean lo que quedó del día".
Oz intentó calmarlos y les dio cigarrillos para ayudarlos a relajarse. Uno de los chicos que iba en su auto estaba completamente mudo, no dijo ni una palabra. Sólo lloraba en silencio.
En un momento, Oz vio a un hombre mayor, el padre de Maguen Par.
Maguen había llamado a su padre para despedirse. "Dile a mamá que la amo. No vengas aquí, está lleno de terroristas". Su padre ignoró la advertencia y condujo directamente hacia la fiesta.
Cuando Oz vio al hombre manejando su auto rojo, le preguntó: "¿Qué haces aquí? Es demasiado peligroso que estés aquí".
Él le respondió: "Si pierdo a mi hijo, no tengo nada. Tengo sólo un hijo. Es mi único hijo y no me iré sin él".
Oz le suplicó que se fuera y le ofreció buscar a su hijo. Poco después Oz regresó con su vehículo lleno de jóvenes. Cuando se acercaban al hombre, incluso antes de que Oz pudiera detener el vehículo, uno de los jóvenes saltó del auto y abrazó a su padre con fuerza. Todos lloraron al ver ese reencuentro.
Crédito de la foto: Producciones Slutzky, Reshet 13 y Go2Films
Había cientos de cuerpos acribillados a balazos y autos quemados esparcidos por todas partes. Oz podía oler y sentir en su boca el humo. "Ves el alcance del mal. Ni siquiera en las películas se ve esta clase de horror. No había nadie para proteger a estos niños judíos".
En un momento dado se encontró en medio de una calle que antes había sido asolada por los terroristas. Vio una moto del lado izquierdo y un coche de la policía israelí justo al lado. Miró más de cerca y vio a alguien arrodillado junto a un cadáver, al lado del coche. "Pensé que era un médico judío que ayudaba a los nuestros. Pensé que era bueno que hubiera médicos atendiendo a la gente".
"Me paré a su lado y le pregunté: '¿Qué está pasando aquí? ¿Hay más heridos que necesitan ayuda?'".
Cuando el hombre respondió en árabe, Oz entendió que no se trataba de un médico judío. Era un terrorista que empezó a dispararle a quemarropa.
Oz apretó con fuerza el acelerador. Otros terroristas comenzaron a perseguirlo y a dispararle por todos lados.
"Incluso los vi acercarse a mí en motocicletas y disparar".
Oz logro escapar saliendo de la carretera.
Mientras escapaba, Oz no podía dejar de pensar que unas pocas semanas antes había estado con sus hijas en un partido de fútbol profesional. "Seguía pensando en el partido y en estar con mi familia cantando y bailando. Me imaginaba pasando un rato feliz y despreocupado con mis hijas, y eso me dio fuerzas para seguir adelante. Eso me alentó y me ayudó a escapar".
Hamás incluso puso trampas explosivas en los cadáveres. Oz registró los campos buscando señales de vida. Vio cadáveres esparcidos por todas partes. Un cadáver tenía una granada en la mano.
Oz siguió trabajando para rescatar a los asistentes al festival durante todo el día, hasta el anochecer.
"Seguía delante como si fuera una máquina. No tenía en mente nada más que sacarlos de allí. A mitad del día fui unos diez minutos a casa para tranquilizar a mi esposa, para decirle que todo estaba bien, para juntar un poco de fuerzas, y ella me dijo: 'Sigue adelante, estás haciendo un trabajo importante'".
Oz siente que cada persona que salvó ahora es uno de sus hijos, unidos eternamente.
"Considero a todos los jóvenes que saqué del campo de batalla como mis propios hijos. Los visito con frecuencia para asegurarme que están bien. Creamos un grupo de WhatsApp y estoy en contacto con todos y con cada uno de ellos. Nos reunimos a menudo y hablamos todo el tiempo. Los visito. Muchos están en terapia y se están recuperando".
El 30 de octubre, Oz recibió un certificado de honor del estado de Israel. Muchos de los sobrevivientes planean asistir a la ceremonia.
Una pareja que OZ salvó planea casarse. "Me dijeron que con ayuda de Dios, cuando tengan un hijo lo llamarán Oz y me honrarán siendo el sandak en el brit milá (circuncisión)".
Uno de los participantes del festival Nova dijo sobre Oz: "Él es nuestro ángel. Llegó y nos salvó. De no ser por él no estaríamos hoy aquí".
Aunque son muchos los que le deben la vida a OZ, no pudo salvar a todos los que pidieron su ayuda. Él considera que eso es un fracaso.
"Hay madres que me enviaron a buscar a sus hijos y cuando llegué, ya estaban muertos. Eso me resulta muy pesado".
Una madre le envió a Oz la ubicación de su hijo. Él llegó al lugar y vio un cadáver tras otro. Al principio pensó que se había equivocado de lugar.
"Seguía encontrando cadáveres. No sabía qué decirle. Quería mentirle. Le dije que había muchos batallones del ejercito y que no me dejarían entrar. Me llevo tres meses y medio armarme de valor para decirle la verdad: que todo lo que vi fue muerte".
La familia de Oz le recuerda que "el hecho de que hubiera muertos, no desmerece todo lo que hiciste. Todo el mundo tiene contigo una deuda de gratitud".
Curarse de su trauma ha sido muy difícil. Oz explicó que nunca había visto tantos cuerpos acribillados a balazos. "Es muy duro. Sigo viviendo esta pesadilla".
Oz tiene dos sueños recurrentes. En el primero, él está en el campo salvando a otros. Él salió de su casa, pero los terroristas están allí amenazando a su familia.
En otro sueñl, conduce en medio de la autopista y los terroristas lo rodean. Pero esta vez el auto no acelera y se queda atascado. El auto no se mueve y él se despierta temblando de miedo.
"Empecé a ir a terapia por esto, pero también tengo otros sueños que se repiten. Acepté que tengo estrés postraumático y que probablemente esto me acompañe el resto de mi vida. Tengo que aprender a vivir con esto".
Oz asiste a sesiones de terapia con los jóvenes a quienes salvó. "Somos una familia para toda la vida. Si no me siento bien o si tengo un mal día, simplemente los llamo o hablo con ellos en el grupo de WhatsApp que creamos. Ellos me levantan el ánimo. Son mis hijos. Me ayudarán a seguir adelante el resto de mi vida".
"Quiero que el mundo entienda que estos terroristas no discriminaron. Mataron a judíos, musulmanes, beduinos, drusos, cristianos… El impacto de este ataque tiene un efecto dominó en todo el mundo, no sólo para el pueblo judío. Somos el Am HaNetzaj, la Nación Eterna, y no tenemos miedo ni vamos a retroceder. No nos detendremos hasta recuperar a todos y a cada uno de los rehenes. El pueblo judío vive y muere uno por el otro, y esta es nuestra fuerza, algo que nadie puede arrebatarnos".
Nuestro newsletter está repleto de ideas interesantes y relevantes sobre historia judía, recetas judías, filosofía, actualidad, festividades y más.
Dios ayude a Israel por siempre y a los justos que arriesgan su vida por salvar a otros. Bendiciones para este ser humano extraordinario
Hermoso, Baruj Hashem, simplemente hermoso
👏👏👏👏💙🇮🇱