
El precursor del helado que todos conocemos hoy en día.
El faludeh es una antigua delicia congelada persa que transportará tu paladar a otra era. Todo comienza con finos fideos de arroz, tan delicados como coco rallado, nadando en una refrescante mezcla de hielo endulzado, infusionado con agua de rosas y jugo de lima. Los orígenes de este postre se remontan a Persia, donde se desarrollaron técnicas ingeniosas para almacenar hielo ya en el año 400 a.e.c.
Imagina los abrasadores veranos del desierto siendo domados por la magia del hielo, preservado en cámaras subterráneas aisladas bajo grandes estructuras abovedadas. Los persas sabían cómo saborear la dulzura de la vida, combinando hielo, miel, azafrán y frutas para crear las primeras versiones de helados y sorbetes. Con el tiempo, se añadieron agua de rosas y azúcar a la mezcla, aportando sus sabores distintivos a esta maravilla congelada.
A medida que pasaba el tiempo, los persas comenzaron a mezclar fideos caseros llamados faludeh en el hielo, agregando una textura única y manteniendo su color blanco inmaculado. Hoy en día, comúnmente usamos palillos de arroz, también conocidos como vermicelli de arroz o mei fun, para recrear este efecto. Los fideos se mezclan perfectamente con el hielo raspado endulzado, mientras que un toque de jugo de lima contrarresta cualquier matiz jabonoso del agua de rosas.
El faludeh ha evolucionado con variaciones regionales, y la ciudad de Shiraz presume de su famoso faludeh shirazi, que deleita los paladares con su toque ácido. En Israel, donde las limas son escasas, el jugo de limón toma su lugar para hacer su magia. El jarabe de cereza agria añade una dimensión extra, ya sea rociado sobre el sorbete o mezclado para crear un tono rosado. Para coronarlo todo, los pistachos picados añaden un crujido delicioso a esta indulgencia congelada.
Con su naturaleza no láctea, el faludeh se ha convertido en un elemento básico en las reuniones persas, especialmente durante las barbacoas de verano y las comidas centradas en la carne. Y para aquellos que buscan un manjar aún más lujoso, el faludeh se puede mezclar con bastani, el querido helado persa. La versión india de esta delicia helada incluye kulfi, fideos translúcidos de almidón de trigo y jarabe de color rosa o amarillo, a menudo servido como un batido celestial en Mumbai.
Con las innovaciones culinarias que continúan, ahora existen variaciones de faludeh sin los fideos, presentando mezclas exuberantes con frutas como melones. Y para un giro en la tradición, el faludeh sib reemplaza los fideos por manzanas ralladas, y se sirve tradicionalmente para romper el ayuno de Iom Kipur.
En Irán, puedes encontrar faludeh no solo en bastani (tiendas de helado) sino también en tiendas especializadas dedicadas exclusivamente a este manjar. Aunque las versiones modernas pueden depender de máquinas de helado, los verdaderos aficionados al faludeh saben que la magia reside en su textura fangosa, diferenciándose del gelatto italiano sólido o los helados cremosos.
Entonces, ya sea que busques un sabor nostálgico de la historia o un deleite refrescante para combatir el calor del verano, el faludeh está aquí para llevarte en un viaje culinario atemporal. Pruébalo una vez y te encontrarás enamorado de esta maravilla helada persa.
Si deseas una experiencia completa, te recomiendo añadir el jarabe, que hice yo mismo. No pude encontrar cerezas, así que opté por una mezcla de bayas. Cualquier jarabe sobrante puede añadirse a agua con gas para una bebida refrescante.
Rinde 6 porciones
Faludeh:
Jarabe de bayas:
Adaptado de Gil Marks, Enciclopedia de la comida judía.