Harry Belafonte y la famosa canción judía 'Hava Naguila'

30/04/2023

5 min de lectura

La historia de la famosa canción judía.

La energética melodía de Hava Naguila se originó a comienzos del siglo XIX en la Rusia zarista. En ese entonces, el zar Nicolás I emitió una serie de crueles decretos contra la población judía. La más devastadora de todas era la ley que exigía que los niños judíos fueran sacados de sus hogares para servir durante 25 años en el ejército del zar. Ante tales privaciones, muchos judíos trataron de resistirse, a veces desafiando al zar públicamente, y más a menudo en privado, manteniendo sus prácticas judías y su espiritualidad en el hogar.

Un líder judío que se hizo famoso por oponerse al zar fue Rav Israel Friedman, quien nació en 1797 en el pueblo de Ruzhin, en Ucrania. Su carisma era tan grande que Rav Friedman pronto se convirtió en un líder judío local. Sus seguidores eran conocidos como los jasidim "Ruzhin". Como muchos rebes jasídicos, Rab Friedman reconoció las dificultades de la vida y alentó a sus hermanos judíos para que trataran de vivir con alegría y felicidad, incluso ante la brutal opresión que experimentaban. Una forma de crear felicidad era cantar, y muchas comunidades jasídicas se volvieron famosas por tararear melodías sin palabras llamadas nigunim. Estas pegadizas melodías eran populares durante las comidas de Shabat y de las festividades y ayudaban a crear una atmósfera divertida y entusiasta.

Rav Friedman huyó a Sadigura, Austria, donde los jasidim locales cantaban la melodía de Hava Naguila.

A los 41 años, Rav Friedman fue acusado de ser un "rebelde" contra el zar y lo enviaron a prisión durante dos largos años. En 1840, logró escaparse y huyó al pueblo de Sadigura en Austria, donde encontró refugio y fue bien recibido por la comunidad judía local. Eventualmente, allí construyó otro grupo de seguidores.

Estos jasidim, a veces conocidos como los jasidim de Sadigura, al igual que sus hermanos en Ucrania cuando se reunían cantaban juntos melodías alegres. Una de esas melodías era Hava Naguila, aunque todavía no se la conocía con este nombre.

Abraham Tzvi Idelsohn

A comienzos del siglo XX, un grupo de jasidim de Sadigura se fue de Austria a Jerusalem, llevando con ellos sus singulares melodías y nigunim. Allí, alrededor del año 1915, algunos jasidim se encontraron con un pionero de la música y eso cambió el curso de la historia de la música judía.

Este músico pionero era el compositor y cantor Abraham Tzvi Idelsohn. Nacido en Latvia en 1882, Abraham Idelsohn trabajó en sinagogas de Alemania antes de irse a vivir a Jerusalem en el año 1905. Era un ávido erudito y un sionista apasionado, así como uno de los primeros etnomusicólogos: eruditos que estudian a los pueblos a través de la música que crean.

Abraham Idelsohn estaba fascinado por las diversas tradiciones musicales judías, y grabó miles de canciones y melodías judías de Asia, del Norte de África y de Europa. Una de estas melodías era el nigún de Sadigura que ahora conocemos como Hava Naguila.

Cautivado por su alegre melodía, Abraham Idelsohn creó una letra para el nigún, celebrando el regreso de los judíos a Israel.

Cautivado por su alegre melodía, Idelsohn decidió crear una letra para el nigún que hasta entonces no tenía palabras. Emocionado ante el regreso de los judíos a la Tierra de Israel desde todos los rincones del mundo, Idelsohn parece haber querido forjar un nuevo canon musical en lengua hebrea que uniera a los judíos del naciente Israel. Para las palabras del Hava Naguila, Idelsohn recurrió a las inspiradas palabras de una cita bíblica que forma parte de la liturgia judía festiva: "Ze haiom asá Adonai, naguila venismejá bo – Este es el día que hizo Dios, nos regocijemos y nos alegremos en él" (Salmos 11:24).

Las palabras que escribió Idelsohn capturan en gran medida esta sensación de felicidad:

Hava naguila, Hava naguila: Vamos a alegrarnos, vamos a alegrarnos

Hava naguila venismejá: vamos a alegrarnos y a estar felices

Hava neranena, hava neranena: vamos a cantar, vamos a cantar

Hava neranena venismejá: vamos a cantar y a alegrarnos

Uru, uru ajim: Despierten, despierten hermanos

Uru ajim belev sameaj: Despierten hermanos con el corazón dichoso

Idelsohn incluyó esta nueva versión de la canción jasídica en un concierto que ayudó a organizar en Jerusalem para celebrar el fin de la Primera Guerra Mundial. De inmediato se convirtió en un éxito. Posteriormente, Idelsohn recordó ese concierto y sus consecuencias: "El coro la cantó y aparentemente conquistó el corazón del público. Al día siguiente, hombres y mujeres cantaban esa canción por todos los rincones de Jerusalem. Muy pronto se difundió por todo el país y luego a todo el mundo judío".

Hava Naguila comenzó a ser cantado en los kibutzim y los pueblos de todo Israel. Se volvió una canción folklórica muy popular y a menudo era acompañada con la danza judía tradicional, el "Hora". Fuera de Israel, Hava Naguila pronto se volvió una canción habitual en los campamentos juveniles sionistas y luego entró en las bodas y otras celebraciones judías.

En la década del 50, la canción dio otro gran salto cuando comenzaron a grabarla artistas no judíos. Uno de los primeros cantantes que grabó Hava Naguila fue la súper estrella norteamericana Harry Belafonte. Belafonte, quien falleció el 25 de abril del 2023 a los 96 años, descubrió la canción en Nueva York en los años 50 y la adoptó como una de las canciones que más complacían a su público. En un momento dijo que las dos canciones por las cuales era más conocido eran "Day O" (también conocida como "The Banana Boat Song") y Hava Naguila.

Harry Belafonte cantó la canción en hebreo en Alemania en los años 50.

La experiencia más emotiva de Belafonte cantando este éxito tuvo lugar en Alemania en los años 50. En un documental, él le explicó a las documentalistas Roberta Grossman y Sophie Sartain: "Fue muy fuerte que yo, un afroamericano, un estadounidense, estuviera en Alemania, que una década antes había sido responsable de asesinatos masivos, y esos jóvenes alemanes cantaran esa canción de alegría en hebreo. Me emocioné mucho".

Hava Naguila se convirtió tal vez en la canción judía más reconocida. La gimnasta olímpica Ally Raisman efectuó su rutina con este ritmo durante la olimpiada del 2012 y ganó una medalla de oro. En el 2013, cuando el gobierno coreano auspició en Israel una competencia musical al "estilo Gangman", la ganadora fue una adolescente llamada Eva Kamun, quien ganó con una presentación de esta canción clásica.

Desde China hasta África, Europa Oriental y más allá han adoptado esta canción. Una búsqueda de Hava Naguila en YouTube trae como resultado más de medio millón de videos de todo el mundo.

La alegría de la canción y la inspiración de las palabras transmiten una profunda verdad judía: que todos anhelamos trascender por encima de los desafíos de nuestras vidas. Que todos queremos ser las mejores personas que somos capaces de ser. Que todos queremos ser felices. Y que cantar y escuchar la alegría en Hava Naguila nos brinda cierta medida de felicidad.

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