No hay una forma "correcta" de responder ante un evento traumático, y la mayoría de las personas se enfrentan al trauma de maneras diversas. Sin embargo, las investigaciones indican que ciertos ambientes, perspectivas y comportamientos llevan a respuestas más adaptativas que crean la oportunidad de sanar. Iosef, un sobreviviente de varios eventos traumáticos, sirve como un paradigma de la resiliencia. Al analizar la mentalidad y el comportamiento de Iosef tal como es presentado en los versículos y en los Midrashim al final del Libro de Génesis, podemos identificar diversas estrategias que sirven como factores que favorecen resoluciones sanas ante eventos traumáticos.

La respuesta natural ante el trauma es tratar de evitar el dolor de la experiencia. Sin embargo, la investigación indica que mientras más uno trata de evitarlo, ya sea intentando no pensar en el evento traumático o alejándose de cualquier cosa que se lo recuerde, más probable es desarrollar el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Por lo tanto, además de ser capaz de hablar sobre la experiencia dolorosa, una de las estrategias de la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma es volver a la escena del trauma. Una de las razones por la que esto funciona es porque ayuda a la persona a desarrollar una perspectiva de "antes versus ahora", lo que permite sentir al evento más en el pasado y no como algo que se sigue experimentando en el presente.

Hay un grupo fascinante de Midrashim que sugieren que al viajar para enterrar a Iaakov, Iosef tomó se desvió para volver al sitio de su trauma original: el infame pozo donde sus hermanos planearon dejarlo morir. Al estar frente al pozo, observando el abismo, Iosef confrontó el sitio del trauma. En ese momento, él recitó una bendición: "Bendito sea Dios (HaMakom), Quien hizo para mí un milagro en este lugar (bamakom hazé)". Esta bendición refleja y revela dos aspectos importantes. En primer lugar, como lo indica el pretérito del tiempo verbal, la bendición presupone un quiebre con el pasado. Al ser capaz de reconocer que fue salvado en el pasado, Iosef solidifica una perspectiva de "antes versus ahora".

La bendición también demuestra un segundo factor importante para Iosef: la capacidad de encontrar un significado positivo en el trauma. Hablando de forma amplia, la bendición sirve para espiritualizar y santificar la experiencia. Más específicamente, dentro de las palabras de la bendición Iosef alude a lo que dicen explícitamente los versículos de la Torá. Toda la narrativa, comenzando con el trauma que ocurrió en este lugar, refleja la Voluntad de El Lugar (HaMakom). Iosef reconoce el significado positivo dentro del trauma: Dios orquestó cada elemento de la historia para la supervivencia de los descendientes de Iaakov en Egipto.

Finalmente, la historia termina con Iosef demostrando un factor de protección: ayudar a otros en su propio proceso de sanación. Los hermanos de Iosef temen que él vaya a vengarse ahora que Iaakov murió y Iosef se encuentra en un puesto de poder. Iosef no sólo les asegura que no los va a dañar y que les va a proveer manutención, sino que también "los consoló y habló al corazón de ellos" (Bereshit 50:21). Rav Shimshon Rafael Hirsch sugiere que Iosef los estaba ayudando con su proceso de sanación al tratar de calmar sus sentimientos de culpa al enfatizar cómo todo fue dirigido desde el Cielo, así como el resultado positivo de que ahora todos tuvieran suficiente alimento para sobrevivir.

Si bien esperamos no experimentar eventos traumáticos, si nos vemos enfrentados a un trauma, podemos aprender varias estrategias importantes de Iosef, incluyendo: revisar la escena en un contexto seguro para llegar a la perspectiva de "antes versus ahora"; encontrar significado y un beneficio positivo en el evento, y ayudar a otros a sanar a través de su propio proceso de curación.