Bienvenidos a la fusión culinaria en donde los sabores del medio oriente y Estados Unidos se mezclan, creando una tentadora armonía de sabores y texturas. Aquí hay un giro delicioso de un querido dulce del medio oriente. Este postre único combina la riqueza de un cheesecake americano con la delicada dulzura del kanafeh, un pastelito tradicional del medio oriente. Prepárate para embarcar en un viaje culinario que cautivará tus papilas gustativas y encenderá tus sentidos.
El camino comienza con una corteza mantecosa y crujiente, hecha de masa filo picada, conocida como "masa kadaif". Llena de la aromática esencia de agua de rosas y un toque de jugo de limón, esta corteza es un complemento perfecto para el cremoso y delicioso relleno que le espera. Cuando pruebas el primer bocado, las texturas contrastantes de la corteza crujiente y el suave relleno bailarán en tu paladar.
Para agregar un toque final de influencia del medio oriente, decoramos nuestro kanafeh cheesecake con pistachos molidos. Estos pistachos tostados y sin sal aportan un delicioso sabor y un vibrante color verde, haciendo que este postre sea visualmente deslumbrante y completamente irresistible.
Kanafeh cheesecake
Rinde 12 porciones
Ingredientes:
Para la corteza:
1 ¼ taza de azúcar
1 taza de agua
½ cucharada de jugo de limón
¼ cucharadita de agua de rosas
200 gramos de mantequilla derretida
280 gramos de masa kadaif (o masa filo picada muy finamente)
Para el relleno:
500 gramos de queso crema (de bloque), a temperatura ambiente
1 taza de azúcar
1 ½ cucharada de harina común
2 cucharaditas de agua de rosas
½ cucharadita llena de ralladura de limón, de 1 limón
¾ cucharadita de jugo de limón fresco, de 1 limón
¼ cucharadita de sal
3 huevos grandes
⅓ taza de pistachos tostados, sin sal, picados
Instrucciones:
Precalentar el horno a 160°C.
En una olla con fondo grueso, poner azúcar, agua y jugo de limón. Llevar a hervor y luego mantener hirviendo a fuego lento por aproximadamente 10 minutos o hasta que el líquido se haya convertido en almíbar. Retirar del fuego y dejar enfriar.
Cuando el almíbar se ha enfriado, agregar el agua de rosas y dejar aparte para utilizarlo después.
Usar un poco de mantequilla para engrasar un molde de fondo desmontable de 30 centímetros.
En un bol grande, romper la masa kadaif hasta que todos los trozos estén sueltos. Incorporar el resto de la mantequilla, usando las manos, para que la masa esté bien cubierta.
En el bol de una batidora de pie, con el accesorio de paleta o batidores, batir el queso crema, azúcar y harina juntos a velocidad media hasta que esté muy suave, unos 2 minutos. Raspar el fondo y los lados del bol para asegurarse de que la mezcla está uniformemente combinada. Agregar el agua de rosas, ralladura de limón, jugo de limón y sal; batir a velocidad baja hasta que estén combinados. Agregar los huevos, mezclando a velocidad baja hasta que estén incorporados, raspando el bol si fuese necesario. Asegurarse de que la mezcla sea uniforme y suave pero no mezclar en exceso.
Poner el molde del cheesecake sobre una bandeja para horno grande. Poner la mitad de la masa kadaif al fondo del molde, aplastarla firmemente. Verter la mezcla sobre la corteza. Hornear por unos 15 minutos hasta que el pastel esté comenzando a endurecerse. Poner encima el resto de la masa kadaif y hornear por otros 45-60 minutos, hasta que el pastel ya no se tambalee.
Poner el molde sobre una rejilla. Esparcir los pistachos molidos encima. Verter el almíbar de agua de rosas uniformemente sobre el pastel. Transferir al refrigerador para enfriar por al menos 8 horas o toda la noche.
Cuando esté listo para servir, si fuese necesario, pasar un cuchillo fino alrededor de los bordes del pastel para asegurarse de que no está pegado antes de desmontar y servir.
Excelentes ideas para innovar en la cocina modernizar la tradición y aprender
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