La buena comunicación se basa en estos dos principios

12/03/2023

5 min de lectura

Los dos aspectos fundamentales de la comunicación son timing y presentación.

Cuando se trata del matrimonio, la comunicación es todo, y la parte más importante es que todo es la capacidad de comunicarse sobre las diferencias.

Dos personas diferentes se unen para colaborar en todas las áreas de la vida… ¡lo que implica que habrá diferencias! La pregunta fundamental es: ¿Tengo las herramientas necesarias para navegar estas diferencias?

Las parejas que pueden navegar estas diferencias de una manera sana llegan a un estado de cercanía realmente épico. A menudo, a través de una navegación sana de estas conversaciones difíciles se llega a la mayor cercanía que es posible alcanzar. Lamentablemente, también lo opuesto es cierto. (Y estas herramientas son aplicables en todas las áreas de la vida).

Toda la comunicación se reduce a dos cosas: timing y presentación (1). Exploremos estas dos áreas:

1. TIMING (el momento adecuado)

La urgencia

Uno de los mayores errores que cometemos en el matrimonio es pensar que las conversaciones deben tener lugar ahora mismo. A pesar de tener una relación afectuosa y positiva, ahora necesito hablar sobre algo que siento que debe cambiar. Este es el enemigo llamado urgencia. Es la sensación que nos abruma cuando pensamos que todo tiene que discutirse en este mismo instante.

La urgencia puede ser un enemigo. Es la sensación que nos abruma cuando pensamos que todo tiene que discutirse en este mismo instante.

La ironía es que cuando se trata de cambiar nosotros mismos, por lo general necesitamos tiempo. Pedimos que nuestro cónyuge tenga paciencia. (No me apures. Voy a llegar a eso. Es complicado). Pero cuando se trata de algo que quiero que cambie mi pareja, o cuando siento que necesitamos discutirlo, eso debe ocurrir en este momento.

A partir de mi experiencia guiando parejas, he descubierto que es muy raro que un problema exija atención urgente. La urgencia se ve alentada por nuestras propias emociones y nuestro nivel de molestia. Por lo general tiene poca correlación con el momento mismo en el cual se deben decir las cosas. Por supuesto, hay excepciones en las cuales el resultado puede variar en gran medida si no corregimos algo en el momento. ("Cariño, pienso que debes salir de la calle antes de que llegue el autobús"). Pero lo más habitual es que el enojo, la molestia y el volumen que acompañan a la urgencia, terminen borrando cualquier impacto positivo que pudiera tener la conversación.

¿Es ahora el momento correcto?

Por lo tanto, pregúntate a ti mismo: "Es necesario hablar de esto ahora?" El 99% de las veces la respuesta será "no".

¿Cuál es el momento correcto? Asegúrate de que ambos tengan espacio mental para la conversación. Esto implica no hacerlo durante las horas de trabajo, cuando los niños están alrededor, o cuando uno de los dos esté cansado o no se sienta bien. Encuentra el momento correcto, incluso si es un día o una semana más tarde.

Muchas cosas que en el momento pueden sacarnos de quicio, más tarde parecen sólo pequeños inconvenientes dentro de un matrimonio que en general es feliz.

Todavía más, mientras más esperes para permitir que se enfríen tus emociones, más claro y más preciso serás al discutir el punto que quieres presentar. Todavía mejor, mientras más esperes, más comprenderás que de hecho puedes vivir con esa cosa que te volvió loco unos pocos días antes. Muchas cosas que en el momento pueden sacarnos de quicio, más tarde parecen sólo pequeños inconvenientes dentro de un matrimonio que en general es feliz. El tiempo tiende a aliviar la necesidad de tener conversaciones difíciles.

¿Acaso es necesario decirlo?

Muy bien, ya pasaron varios días. Superé la prueba inicial, no exploté de inmediato y esperé que llegara un momento calmo y positivo para presentar el tema. Aquí hay algunas preguntas claves que debes formularte para saber si debes decirlo del todo o no:

  • ¿Estoy hablando con un enemigo, o con un compañero para crear un matrimonio feliz y una familia afectuosa?
  • ¿Soy sensible al hecho de que esta crítica puede provocar que la otra persona se sienta quebrada, todo por mi deseo de ver un cambio?
  • ¿De una forma sutil transmito que básicamente yo estoy bien, y que sólo mi pareja tiene un defecto?
  • ¿Doy la impresión de olvidar que mi pareja puede estar enfrentando y trabajando sobre otros temas en su vida, y que este aspecto particular, a pesar de ser justificado, puede ser demasiado para agregar ahora a la mezcla?
  • ¿Es posible que lo que hizo sea simplemente un error humano normal y no una señal de una tendencia o cualidad profundamente negativa que deba ser trabajada antes que se salga de control?
  • ¿Se trata realmente sólo de su problema o es posible que yo también cargue parte de la culpa?

2. PRESENTACIÓN

¿Cómo debo decirlo?

Ahora bien, puede que hayas encontrado el momento perfecto, ¡pero la presnetación del tema lo es todo!

Una vez que hemos revisado todas las preguntas previas (realmente es algo que se debe decir, he esperado una semana, tenemos energía positiva)… ¿Cómo me aseguro de decirlo de la forma correcta?

Al comunicarnos, es importante evaluar:

  • Lenguaje corporal: no agresivo, suave. Sostén su mano y míralo a los ojos.
  • Tono de voz: tan cálido y comprensivo como sea posible (lo opuesto a duro o condescendiente)

Basado en un estudio realizado en los años 60, la gente comenzó a adoptar la estadística de que menos del 8% de nuestra comunicación son las palabras que decimos. Si bien esta estadística no es del todo precisa, el estudio sirvió para resaltar el gran papel que juegan todos los elementos no verbales en nuestra comunicación. Todos hemos tenido la experiencia de escuchar a alguien decir una cosa mientras que el resto de su cuerpo "dice" otra cosa.

Pasemos ahora de 'cómo' lo digo a 'qué' digo. Estos son los componentes claves que ayudarán a que puedan escucharte:

  • Trata a la otra persona como un socio en una gran empresa, no como a un empleado o a un niño.
  • Manifiesta entendimiento, preocupación y empatía. "A mí también me cuesta…", "Sé cuánto estás invirtiendo en esto y es maravilloso".
  • Conviértelo en "nosotros". "Pienso que ambos estamos de acuerdo en que tenemos que encontrar una forma de disciplinar al niño sin aplastarlo, por lo que tal vez podemos esforzarnos más para no gritarle".
  • Muestra que estás allí para el otro: "¿Qué puedo hacer para ayudarte?", "Estoy a tu lado", "Estamos juntos en esto".

Conclusión

Si todavía no puedes hablar con tu pareja de esta manera, déjalo de lado por el momento (2). Tus palabras no van a ayudar, y es mucho más probable que tengan el efecto contrario. Ponte esta regla: Si no puedo cumplir con estas dos condiciones de comunicación (timing y presentación), entonces no es el momento correcto para tener esta conversación.

La pareja que logre superar este desafío encontrará que ocurren cosas maravillosas: en el proceso, comenzarán a acercarse más al otro. Trabajar como un equipo ante un problema, incluso cuando originalmente fue identificado por uno de los miembros como un error o una carencia del otro, puede crear fuertes sentimientos de unión y amor.


Notas:

(1) Rav Wolbe zt"l en זריעה ובנין בחינוך, muestra cómo estos dos elementos primordiales de la comunicación son esenciales en el jinuj (educación) de nuestros hijos. Ellos son igualmente importantes en todas las áreas de nuestra vida, incluyendo el matrimonio y el trabajo.

(2) Entiendo que una persona que todavía no tiene estas habilidades de comunicación probablemente tampoco tiene la capacidad de simplemente "dejar el tema por el momento". Sus fuertes emociones seguirán leudando en su interior, y crearán más fricción en la relación. Aprender como "dejar las cosas de lado por el momento" sin sentirse molesto ni frustrado, es un tema para otra discusión.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.