La Corte Penal Internacional protege a Maduro mientras acusa a Netanyahu

03/02/2025

6 min de lectura

El Tribunal amplia su mandato para procesar al primer ministro de Israel mientras protege al dictador de Venezuela.

El 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro fue juramentado por su tercer mandato como presidente de Venezuela, mientras que la Corte Penal Internacional (CPI) guardaba silencio en medio de una protesta global y una resolución del Congreso español pidiendo su arresto en vano.

Tres días después, el fiscal jefe Karim Khan, jurista inglés de origen pakistaní, instó a la CPI a desestimar la apelación de Israel de las órdenes de detención del primer ministro israelí Netanyahu y el exministro de defensa Yoav Gallant.

Luis Moreno Ocampo, quien fue el primer procurador jefe de la CPI, afirma que una orden de arresto internacional contra Maduro "será una herramienta formidable para ayudar a presionar al dictador venezolano a aceptar una transición negociada a la democracia". Lo mismo piensan muchos otros expertos.

Pero, comparando la impunidad que le brindan la CPI y su procurador jefe a Nicolás Maduro con el trato injusto para con el PM de Israel, parece que el mundo está pidiendo demasiado a la Corte y a quien la dirige.

La CPI, un ideal fallido

La noble idea de un Tribunal Penal Internacional permanente se inspiró en los juicios de Núremberg contra los criminales de guerra nazis después de la Segunda Guerra Mundial, pero no se creó hasta 2002.

La CPI fue creada con el Estatuto de Roma, que se negoció en el seno de la ONU. Al igual que las Naciones Unidas, no ha estado a la altura de su ideal, especialmente cuando se trata de Israel. De hecho, Israel es el primer país democrático con un sistema judicial independiente sobre el que se han dictado órdenes de detención contra sus dirigentes.

La adhesión a la CPI es voluntaria. Una nación (Estado Parte) que firma el Estatuto de Roma lo hace para garantizar que no se cometan abusos contra los derechos humanos en su territorio. Es "un tribunal de último recurso que busca complementar, no reemplazar, a los tribunales nacionales". La Corte solo debe intervenir si la justicia del país está comprometida.

Comparación de la intervención de la CPI en Israel y Venezuela

Israel no es signatario del Estatuto de Roma, pero Venezuela sí lo es. Mientras que Israel mantiene un poder judicial independiente y un sistema de justicia militar, Human Rights Watch informó que el poder judicial de Venezuela dejó de funcionar de forma independiente en 2004, y que las autoridades judiciales son cómplices de abusos.

Por lo tanto, Israel no debe estar sometido de ninguna manera a la autoridad de la CPI.

Venezuela, por su parte, es un ejemplo clásico para el cual se creó la Corte Penal Internacional: Estado signatario del Estatuto de Roma, con fronteras reconocidas, en el que funcionarios gubernamentales presuntamente han violado los derechos humanos de sus ciudadanos y han comprometido el sistema judicial nacional, dejando a las víctimas sin recurso legal.

La lenta investigación de la CPI sobre las violaciones de DH de Maduro

Nicolás Maduro gobierna Venezuela desde 2013, sucediendo al hombre fuerte Hugo Chávez, y mantiene el poder con elecciones cuestionadas, la última, el 28 de julio pasado.

En agosto de 2017, la ONU denunció numerosos crímenes contra los derechos humanos en Venezuela. En septiembre de 2018, Canadá y cinco países latinoamericanos remitieron estos crímenes, cometidos desde 2014, a la Corte Penal Internacional. Para 2020, la OEA reportó 18.000 asesinatos, 15.000 detenciones arbitrarias y 650 casos de tortura, criticando la inacción de la CPI por alentar a Maduro a continuar con la represión y permitir elecciones fraudulentas.

Sin embargo, el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, abrió una investigación formal solo a finales de 2021. El proceso se estancó aún más en 2022, cuando Venezuela alegó que podía investigar en sus propias cortes, lo cual la CPI rechazó dos años después, en 2024.

El 8 de agosto, Amnistía Internacional calificó de "alarmante" el silencio del fiscal Karim Khan sobre la crisis venezolana. Poco después, 31 exdirigentes españoles y latinoamericanos instaron a la CPI a emitir una orden de detención contra el presidente Nicolás Maduro y sus colaboradores por crímenes de lesa humanidad y terrorismo de estado.

El "Estado de Palestina" y la CPI

Aunque Israel no es un "Estado Parte", la CPI reclama jurisdicción para enjuiciar los crímenes cometidos en el territorio de un Estado Miembro. Dado que el "Estado de Palestina" es signatario del Estatuto, la Corte ha dictaminado que puede procesar a los dirigentes de Israel elegidos democráticamente.

La CPI aceptó la solicitud de adhesión de la Autoridad Palestina basándose en la resolución de la Asamblea General de la ONU de 2012 que concedía a los palestinos la condición de "Estado observador no miembro". Posteriormente, la Corte determinó que el territorio palestino incluye Gaza, Cisjordania y Jerusalem Este en un fallo descrito incluso por el juez presidente como una "acrobacia jurídica".

Los palestinos exigieron de inmediato la investigación de la política de asentamientos de Israel y de los "crímenes" de junio de 2014 "cometidos en el territorio palestino ocupado" durante la Operación Margen Protector. Al igual que el 7 de octubre de 2023, la violencia comenzó con un atentado terrorista de Hamás que consistió en el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes.

Al unirse a la Corte Penal Internacional, los palestinos claramente no pretendían que ésta investigara los actos de terrorismo perpetrados por Hamás, sino que pretendían utilizar la Corte como arma estratégica contra Israel.

Israel, Palestina y la CPI tras el 7 de octubre

El 7 de octubre de 2023, alrededor de 3.000 terroristas de Hamás atacaron el sur de Israel, matando a 1.200 personas, hiriendo a miles, secuestrando a 251 rehenes y lanzando misiles. En respuesta, Israel lanzó un contraataque para detener los misiles, rescatar a los rehenes y disuadir a Hamás.

En diciembre de 2023, el fiscal principal de la CPI, Karim Khan, llegó a Israel y a la Autoridad Palestina en una misión "no investigadora" con el objetivo de parecer imparcial. Se reunió con familias de ambos lados del conflicto. Khan señaló la evaluación de la Cruz Roja sobre "la grave situación humanitaria en Gaza", pero no mencionó la negativa de Hamás a la solicitud de acceder a los rehenes israelíes, lo que es una violación del Convenio de Ginebra.

En mayo de 2024, tras siete meses de investigación, Khan solicitó órdenes de detención contra el primer ministro israelí Netanyahu, el ministro de Defensa Gallant y tres dirigentes de Hamás. Esto ocurrió cuando el personal de la CPI se disponía a reunirse con funcionarios israelíes, que tenían previsto demostrar que sus acciones en Gaza se ajustaban al derecho internacional.

En noviembre de 2024, La CPI emitió órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant por "crímenes cometidos entre el 8 de octubre de 2023 y el 20 de mayo de 2024", incluido el novedoso cargo de "uso de hambre como método de guerra".

El marco temporal, los cargos y la inculpación de líderes israelíes específicos indican que se trata de un nuevo caso contra el estado judío. Sin embargo, la Corte Penal Internacional consideró el nuevo conjunto de circunstancias como una ampliación de la investigación preexistente. A diferencia del caso de Venezuela, donde las acusaciones han sido constantes, la CPI claramente no dio a Israel tiempo suficiente para investigarse a sí mismo antes de emitir órdenes de detención.

Las cuestiones de la equivalencia moral y la legítima defensa

Se emitieron órdenes de arresto contra dirigentes israelíes y contra el jefe militar de Hamás, Mohammed Deif, presuntamente abatido por el ejército israelí, equiparando la democracia de Israel con Hamás, calificado de grupo terrorista por Estados Unidos y otros países. Tras el ataque de Hamás, Israel atacó a los militantes escondidos bajo los hospitales mientras Hamás utilizaba a civiles como escudos y se apoderaba de la ayuda humanitaria. David Scheffer, exembajador estadounidense para crímenes de guerra, argumentó que no se le permitió a Israel justificar sus operaciones en Gaza.

La investigación de Venezuela: un marco temporal diferente

A diferencia de Israel, Karim Khan visitó Venezuela en cuatro ocasiones, reuniéndose con el presidente Maduro, dirigiéndose a la Asamblea Nacional y firmando un plan de trabajo conjunto para instruir a las autoridades nacionales sobre derechos humanos. Incluso inauguró una oficina de la CPI en Caracas en abril de 2024.

Para un abogado experimentado en derechos humanos, Karim Khan parece increíblemente ingenuo al hacer tantos esfuerzos para reformar un régimen autoritario que ha causado un colapso económico y una migración masiva sin precedentes en la historia de América Latina.

Tono de las investigaciones

El contraste en el tono de las comunicaciones entre los dos casos revela el respeto del fiscal jefe por la Venezuela autoritaria y su hostilidad hacia el Israel democrático.

Al autócrata venezolano, acusado de asesinato, desapariciones forzosas y buscado por EE.UU. por narcoterrorismo, se dirige como "Su Excelencia". Aunque esto puede seguir el protocolo diplomático estándar, el tono sugiere una pleitesía indebida.

Karim Khan expresó tener "el honor de dirigirse a la Asamblea Nacional de Venezuela", a pesar de que sus fraudulentas elecciones de 2020 fueron denunciadas por la UE, EE.UU. y la OEA. Él se mostró "encantado" de inaugurar una fiscalía en Caracas.

Esfuerzo conjunto versus hostilidad sutil

En cuanto a Venezuela, Karim Khan hace hincapié en la responsabilidad compartida en la investigación de crímenes contra la humanidad, afirmando que un progreso significativo requiere "una profunda cooperación y encontrar un terreno común, incluso en situaciones difíciles".

No existió tal cooperación respecto a Israel.

El mentor de Karim Khan fue el jurista internacional Muhammad Zafarullah Khan, que fue el primer ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán. Como uno de los padres fundadores de esa recién creada nación musulmana, se opuso rotundamente a la creación de un estado judío en Palestina en la ONU en 1947.

La falta de simpatía por Israel es evidente tanto en las acciones como en las palabras del procurador jefe de la Corte Penal Internacional. Recientemente declaró: "Mirando al mundo, vemos una pandemia de inhumanidad. Miren a Ucrania, miren a Palestina…" sin mencionar a Israel, que había sufrido un ataque genocida.

Lamentablemente, al igual que su mentor, Karim Kahn excluye a Israel de la familia de naciones.

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Moisés Benmuhar Baruh
Moisés Benmuhar Baruh
12 días hace

Artticulo bien extenso y detallado.Pero a fin de historia Ese organismo NO VALE darle credibilidad.NO SIRVE.A las caracumbas con ellos.Aquellos paises que se acojan a sus decisiones u ordenes Israel debe distanciarse de ellos.No vale ser participes
con ellos "pudieramos contaminarnos con la EXCRETA" de esa corte.

Xurxo Martiz
Xurxo Martiz
12 días hace

Bueno, como dice el dicho, "lo cortés no quita lo valiente". No olvidemos que Netanyahu es también "solicitado" por los tribunales de su país. La "mochila de muertos" de Maduro la desconozco... la de Netanyahu es un poco más abultada. Recuerden que la legítima defensa es eximiente sólo cuando hay proporcionalidad... aquí desde luego, no la hay.

Daniel Soler
Daniel Soler
12 días hace

¿El mundo del revés? No, yo creo es un mundo dominado por una élite mundial que respalda el comunismo en América y Europa, y al único país de Asia, Israel para imponer dictaduras políticas e ideológicas contra toda lógica y verdadera justicia.

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