La impactante lesión de Damar Hamlin

Seas o no un fanático de los deportes, lo más probable es que hayas escuchado lo que le ocurrió a Damar Hamlin, el jugador de la NFL que juega con los Buffalo Bills, durante el partido del lunes pasado.

A las 8:55 pm, Hamlin hizo un tackle relativamente normal a un jugador de los Cincinnati Bengals. Luego se puso de pie, se acomodó el caso, y de repente se desplomó hacia atrás, cayendo al suelo. El deportista de 24 años había sufrido un paro cardíaco. En unos pocos minutos, sus compañeros de equipo formaron una barricada mientras los paramédicos le realizaban reanimación cardiopulmonar y le administraban oxígeno.

La escena en el estadio fue desgarradora. Los jugadores, entrenadores, personal y fanáticos de ambos equipos lloraban, rezaban y se abrazaban. Hamlin fue trasladado de urgencia al Centro Médico de la Universidad de Cincinnati, donde actualmente permanece sedado y en estado crítico en la Unidad de Terapia Intensiva.

Aquí hay tres cosas que aprendí de lo ocurrido:

1. La vida es más importante que el fútbol

Por lo general, cuando un jugador resulta lesionado durante un partido de fútbol americano, el partido sigue adelante una vez que el jugador sale de la cancha. Todos retornan adonde estaban y siguen jugando para ganar. Pero el lunes pasado fue diferente. El grado de la lesión fue tan grande que la NFL y sus representantes pospusieron el partido.

No importó que era la semana 17, un partido que tendría implicaciones para el playoff. No importó que era Monday Night Football y que lo observaban millones de personas. No importó que los espectadores habían pagado mucho dinero para ir a ver ese partido. Todos entendieron que la vida es más importante que el fútbol.

La vida no sólo es más importante que el fútbol, es más importante que cualquier otra cosa. A veces uno queda tan atrapado por lo pequeño y trivial, en el loco ajetreo de la vida cotidiana, que pierde de vista el panorama general. Uno se frustra, se enoja, y se enreda en discusiones insignificantes. Recuerda dar un paso atrás para poder ver y valorar lo que en verdad es importante en la vida.

2. Muestra un poco de amor mientras puedas

En una entrevista con el canal de la NFL, un periodista le preguntó a Dorrian Glen, el tío de Hamlin, cómo estaban enfrentando la situación él y su familia. Glenn respondió con palabras muy fuertes:

"Es impresionante ver todo el amor y el apoyo que recibe mi sobrino. Mucha gente no tiene la oportunidad de ver cuánto los aman mientras están vivos, por lo que para él estar en una situación en la que hubiera podido partir del mundo y ahora tener la posibilidad de regresar y ver todo el amor que le brindan es realmente algo sorprendente. Espero con ansias que llegue el momento en que él pueda ver todo el amor y el apoyo que le brinda la gente, no sólo en su ciudad, sino en todo el país y en el mundo. Ha sido increíble".

Muchas personas no tienen la oportunidad de ver cuánto las aman mientras están vivas. A menudo esperamos hasta que un ser amado ya no está con nosotros para expresar cuánto lo amamos y cuán importante es para nosotros.

No esperes. Asume el desafío de expresar el amor, el respeto y la admiración que sientes por tus seres queridos mientras están vivos y sanos.

3. Transformar lo ordinario en extraordinario

La lesión de Damar Hamlin es impactante. Aparentemente surgió de la nada. No hubo ninguna colisión peligrosa. Fue una situación ordinaria en la cual un defensor hizo un tackle a un receptor. Esta misma jugada tiene lugar cientos de veces por semana, miles de veces en cada temporada. Esta situación ordinaria se convirtió en algo dramático y extraordinario, lamentablemente no de una buena manera.

Los médicos todavía no logran entender qué fue exactamente lo que ocurrió. La teoría principal es que el paro cardíaco fue resultado de un caso muy raro de conmotio cordis, una condición en la cual el corazón deja de latir debido a que recibe una fuerza contundente en una parte específica del corazón, durante un momento muy específico entre los latidos del ciclo cardíaco. El momento para que esto ocurra es de una fracción de segundo.

Mis pensamientos y mis plegarias están con Damar Hamlin y su familia. Ser testigo de este evento extraordinario me ha inspirado a tratar de extraer un poco de luz de su oscuridad, e intentar transformar lo que aparentemente es ordinario, rutinario y mundano en algo increíble, grandioso y extraordinario.

Los momentos extraordinarios no tienen que ser escasos. Si abrimos los ojos y el corazón, podemos descubrir más significado y conexión y elevar nuestra vida diaria.

Gracias a Dios, Hamlin manifiesta señales de mejoría. Que tenga una pronta y completa recuperación.