La increíble fe y resiliencia de Eli Sharabi en medio de los Horrores del cautiverio

03/03/2025

5 min de lectura

Después de 491 días espantosos en cautiverio de Hamás, y el asesinato de su esposa y sus dos hijas, Eli Sharabi comparte un mensaje de gratitud.

Después de 491 días en cautiverio de Hamás, y el asesinato de su esposa, sus dos hijas y su hermano, Eli Sharabi ha emergido con una perspectiva que desafía la comprensión. "Soy afortunado", dice, una declaración que parece imposible viniendo de un hombre que ha soportado sufrimientos inimaginables y pérdidas devastadoras.

Sharabi compartió su experiencia desgarradora en una entrevista cruda y directa en el programa "Uvda" del Canal 12 de Israel, que reveló no sólo los horrores del cautiverio, sino la extraordinaria resiliencia del espíritu humano.

"Si hay algo que he estado diciendo a todos desde el principio –familia, personal médico, amigos– es esto: No caminen sobre cáscaras de huevo a mi alrededor", enfatizó Sharabi. "Hablamos de todo. La pérdida, el cautiverio, lo que sea que la gente quiera".

Arrancado de su familia

El 7 de octubre del 2023, los terroristas irrumpieron en la casa de Sharabi en el Kibutz Beeri. "La escena fue simplemente horrible, un miedo como nunca antes sentí. Diez terroristas en la casa. Dos me agarran a mí, dos agarran a las niñas y se quedan con ellas en la cocina", relató Sharabi.

Su esposa británica, Leanne, repetía desesperadamente "pasaporte británico", con la esperanza de que eso los protegiera. Mientras se lo llevaban, Sharabi les gritó a sus hijas: "¡Volveré!". Estas palabras se convertirían en su mantra de supervivencia durante los siguientes 16 meses.

"Entré en modo de supervivencia", explicó. "No importa lo que me pase ahora, no importa lo que me hagan, voy a regresar. Nunca olvidaré la mirada en sus ojos, lo aterradas que estaban".

Eli Sharabi al entrar al hospital en Israel tras su liberación.

Sólo después de su liberación, Sharabi supo la devastadora verdad: su esposa y sus dos hijas, Noya y Yahel, fueron asesinadas ese día. Su hermano también fue asesinado en cautiverio.

Vivir bajo tierra

Las imágenes de la ceremonia de liberación de Sharabi sorprendieron al mundo, mostrándolo demacrado y frágil, semejante a los sobrevivientes del Holocausto liberados de los campos de concentración. El desgaste físico de su cautiverio fue evidente de inmediato, un testimonio visible de la brutalidad que soportó.

Durante más de un año, Sharabi estuvo detenido a 50 metros bajo tierra, en túneles que describe como tan bien fortificados que las operaciones militares de rescate habrían sido casi imposibles sin arriesgar la vida de los rehenes.

"Estuve encadenado durante un año y cuatro meses, con gruesos y pesados candados que desgarraron mi carne".

"Las cadenas en mis piernas no me dejaron desde el día que llegué a Gaza hasta el último día", reveló. "Algunas personas sólo estuvieron encadenadas parte del tiempo. Yo estuve encadenado durante un año y cuatro meses, con candados gruesos y pesados que desgarraron mi carne. Duermes con ellos, te despiertas con ellos, rezas con ellos", dijo sobre las cadenas de hierro que lo ataron durante más de un año.

Sharabi y sus compañeros de cautiverio sufrieron una severa desnutrición. "La idea de que una persona libre pueda simplemente tomar una fruta o beber agua… eso es lo que sueñas cada día. No te importan las golpizas, aunque te rompan las costillas. No me importaba – sólo dame la mitad de un pita", dijo. "En cierto momento, no puedes creer lo que le está pasando a tu propio cuerpo. Durante los peores periodos, comíamos una vez al día, un bol de pasta, tal vez 250-300 calorías".

Las duchas sólo llegaron una vez al mes, si acaso, con sólo medio balde de agua fría.

Los lazos creados en la oscuridad

A pesar de los horrores, Sharabi formó conexiones profundas con sus compañeros de cautiverio. Él pasó tiempo con Hersh Goldberg-Polin, Ori Danino y Almog Sarusi antes de que fueran asesinados. "Después de tres días con ellos, era como si los hubiera conocido toda mi vida", dijo. Hersh compartió palabras del sobreviviente del Holocausto Viktor Frankl que sostuvieron a Sharabi durante su cautiverio: "Cuando hay un 'por qué', siempre se encuentra el 'cómo'".

"La fuerza de la fe es una locura, sentí que alguien me estaba cuidando".

Durante la mayor parte de su cautiverio, estuvo con Or Levy, Eliya Cohen y Alón Ohel, con quienes formó un lazo que les ayudó a mantenerse en los momentos más oscuros. Hablando sobre Alón, quien sigue siendo el último rehén en su túnel, Sharabi dijo con emoción: "Sé todo sobre él, sobre su familia, cada fecha, cada hobby de su hermana, su hermano, sus padres, sé todo. ¿Cómo podemos dejarlo atrás?"

Encontrar fe en la oscuridad

Una de las revelaciones más sorprendentes del testimonio de Sharabi fue su giro inesperado hacia la plegaria. "No soy una persona religiosa, pero allí, desde el primer día que fui secuestrado, cada mañana digo 'Shemá Israel', lo cual nunca había dicho en mi vida. La fuerza de la fe es una locura, sentí que alguien me estaba cuidando".

Este abrazo espontáneo de la plegaria judía más fundamental – "Escucha, oh Israel, Hashem es nuestro Dios, Hashem es Uno" – habla de cómo la adversidad puede despertar conexiones espirituales que permanecen dormidas en la vida cotidiana. En sus momentos más oscuros, Sharabi se encontró buscando las antiguas palabras que han sostenido al pueblo judío durante siglos de persecuciones.

Una perspectiva que trasciende el sufrimiento

La perspectiva de Sharabi sobre su sufrimiento es notable.

"No estoy enojado", dijo. "Soy afortunado. Afortunado de haber tenido a Leanne durante 30 años. Afortunado de haber tenido a esas hijas maravillosas durante tantos años. Afortunado de que no me mataran. Afortunado de que después de 16 meses, pude regresar con mi familia. Soy afortunado".

Eli con su esposa y sus hijas

La tradición judía enseña que nuestra respuesta al sufrimiento nos define más que el sufrimiento en sí. El Talmud nos dice que "quien bendice a Dios por lo malo que sucede así como por lo bueno, será recompensado con lo bueno" (Berajot 60b).

Aunque la declaración de Sharabi no se trata de bendecir la tragedia, su capacidad de centrarse en la gratitud por lo que tuvo, en lugar de amargarse por lo que le quitaron, muestra una profunda fortaleza espiritual.

Rav Jonathan Sacks escribió que "ser judío es ser un agente de esperanza". Eli Sharabi encarna esta idea. Él no niega el horror de lo sucedido; habla abiertamente sobre ello. Pero se niega a dejar que ese horror defina su relación con la vida.

Una lección para todos 

Al acercarnos a Purim, una festividad que celebra la supervivencia del pueblo judío contra aquellos que intentaron destruirlo, el testimonio de Sharabi nos recuerda el espíritu indomable del pueblo judío que ha sostenido a nuestro pueblo a través de milenios de persecución. El famoso versículo del Libro de Ester, "Para los judíos hubo luz y alegría, regocijo y honor", habla de la capacidad de nuestro pueblo para encontrar luz incluso después de períodos de oscuridad, una tradición que Sharabi encarna con su extraordinaria perspectiva.

Su historia nos desafía a considerar: ¿Cómo podemos cultivar esa gratitud en nuestras propias vidas? ¿Cómo podemos honrar la memoria de aquellos que hemos perdido apreciando lo que todavía tenemos?

Eli Sharabi, a través de su profunda gratitud por los años que compartió con su familia, nos enseña que incluso en nuestros momentos más oscuros podemos elegir cómo llevar adelante nuestros recuerdos y encontrar sentido en la tragedia.

Su testimonio no es sólo sobre la supervivencia, sino sobre elegir la vida, incluso cuando esa elección parece imposible.

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Efraim Mendelovici
Efraim Mendelovici
14 días hace

T®emendo artículo. Have ya varios anios que senti lo mismo que Eli y llegué a las mismas conclusiones

Gabriel Acevedo
Gabriel Acevedo
14 días hace

Valiente Eli, es un ejemplo vivo de la persistencia por sobrevivir, sin odio , sin rencor, descubriendo la infinitud de DIOS y como el nos ama y acompaña siempre. Siento gran tristeza por todo lo que esta pasando en Israel en este momento.

Amada
Amada
15 días hace

Lagrimas y un fuerte sentir en mi pecho! Corazón!

Cira Durham
Cira Durham
15 días hace

Baruj HaShem por la vida de Eli Sharabi

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