Las imágenes del telescopio Webb: ¿Alegría o desilusión?

18/07/2022

2 min de lectura

La semana pasada el mundo continuó con su eterna fascinación por el espacio exterior. Cuando llegaron las primeras imágenes del telescopio James Webb (llamado así en honor a quien dirigió la NASA entre 1961 y 1968), muchas personas se sintieron conmovidas por las bellas imágenes, completamente nítidas y coloridas de nuestro universo visible. Muchos más se maravillaron por el hecho de que estas imágenes, en contra de la intuición, sean muy antiguas y en realidad muestran cómo era el universo hace unos 4.600 millones de años. Dado que la fuente de luz está tan ridículamente lejos, le llevó tanto tiempo llegar hasta nosotros.

Como una nota al margen, tengo una pregunta sobre esto. Si el universo tiene 13.700 millones de años como creen actualmente, ¿cómo es posible que ese mismo Universo tenga ahora 93.000 millones de años luz de diámetro? Dicen que la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo) es el límite máximo de velocidad. ¿Acaso el diámetro del universo no debería ser de 13,7 años luz? ¡Esto parecería indicar que la expansión fue más rápida que la velocidad de la luz!

En todo caso, hay por lo menos dos reacciones que usualmente tienen las personas ante la vastedad e inmensidad del espacio. Una es la del eminente astrónomo Carl Sagan, cuando comentó una fotografía tomada por la nave espacial Voyager 1 en 1990, desde una distancia de 22 mil millones de kilómetros de la Tierra (la Tierra es el pequeño punto blanco en ese rayo de luz a la derecha):

"Nuestras posturas, nuestra propia importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el universo, todo es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario punto en la gran oscuridad cósmica envolvente. En nuestra oscuridad, en toda esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vendrá ayuda de otra parte para salvarnos de nosotros mismos" (Carl Sagan)

Pero la otra perspectiva puede preguntar ante esto: "¿Acaso es una ilusión que tenemos una posición privilegiada en el universo? ¡Cómo podría ser más claro que la tenemos! En este vacío inagotable, con su extrema hostilidad hacia la vida, ¿cómo podría ser más obvia la asombrosa perfección de la capacidad que tiene nuestro mundo para albergarnos? Algunos incluso pueden verse tentados (en ciertos momentos) a describirlo como "milagroso":

"Un hombre honesto, armado con el conocimiento que tenemos a nuestra disposición ahora, sólo podría declarar que en cierto sentido, el origen de la vida, en este momento, casi parece ser un milagro" (Francis Crick)

Para seguir esta conversación, lee este artículo del astrofísico de Harvard, Howard Smith

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.