Los judíos de Hong Kong

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La vibrante comunidad judía de Hong Kong refleja el crecimiento de la ciudad.

Hong Kong, una región administrativa especial de la República Popular China, cuenta con más de 7 millones de habitantes, entre ellos 5.000 judíos.

La comunidad judía de Hong Kong data de mediados de 1840 y contribuyó a la transformación de Hong Kong de ser un remanso somnoliento a la región dinámica y global de la actualidad.

La dinastía judía en el Oriente

Tradicionalmente, Bagdag contó con una vibrante comunidad judía que tuvo sus raíces en la época de la destrucción del Primer Templo en Jerusalem en el año 587 AEC. Una de las familias judías iraquíes más prominentes fue la familia Sassoon, que fueron los tesoreros de los gobernadores de Bagdag. En 1826, David Sasson dejó su puesto como tesorero y mudó a su familia primero a Persia y luego a India. Él se convirtió en un gran comerciante, comprando y vendiendo las riquezas orientales: seda, algodón, té, plata y opio. David era un judío ortodoxo y un gran filántropo que estableció sinagogas en Bombay y Pune, India, y fundó escuelas y hospitales en diversos lugares de Asia.

David Sassoon (sentado) con sus hijos Elías, Albert y David Jr.

David tuvo ocho hijos, y cada uno de ellos estableció una sede comercial en Asia al abrir oficinas de la familia en Birmania, Cantón, Indonesia, Japón, Singapur y Hong Kong, que en ese entonces era un tranquilo puerto pesquero. La familia Sassoon y sus empleados ayudaron a construir el territorio y formaron la base de la primera comunidad judía de Hong Kong. Ellos observaban la religión y durante años los Sassoon y sus colegas mantuvieron servicios diarios de plegarias en sus hogares y oficinas.

En 1901, la pequeña comunidad de Hong Kong comenzó a construir su sinagoga, y en 1902 abrió sus puertas Ohel Leá, en nombre de la esposa de David Sassoon.

La construcción de Hong Kong

Cuando Hong Kong fue entregada a los británicos con el Tratado de Nanking en 1842, tanto Hong Kong como Shangai emergieron como grandes centros bancarios, que financiaron el creciente comercio entre India, Europa y China. Los mercaderes cada vez exigían servicios bancarios más sofisticados, y en 1865 Arthur Sassoon, uno de los hijos de David, se unió a otros en un comité provisional para establecer lo que se convirtió en la Corporación Bancaria de Hong Kong y Shangai, prestando fondos y transformando a Hong Kong en uno de los grandes centros bancarios del mundo.

Arthur Sassoon

Frederick Sassoon, el hermano de Arthur, sirvió en el Consejo Legislativo de Hong Kong en 1880. Años más tarde, entre 1904 y 1907, Hong Kong tuvo un gobernador judío, Matthew Nathan, quien ayudó a desarrollar el área de Kowloon, que hoy en día es una de las zonas más bellas y dinámicas de Hong Kong.

El primer establecimiento judío en Hong Kong fue el cementerio judío, que lo compraron en 1855. La primera tumba, pertenece a un judío llamado Leon Bin Baruel y data del año 1857. El cementerio continúa en uso en la actualidad.

"La locura de Nathan"

Matthew Nathan nació en una familia judía de Londres y estudió ingeniería. Eventualmente entró al servicio civil británico. Cuando lo enviaron a Hong Kong le llamó la atención un área pantanosa del territorio llamada Kowloon. Judy Green, la directora de la Sociedad Histórica Judía de Hong Kong, explicó que el abuelo de su esposo recuerda a Nathan "caminando (en Kowloon) con botas de goma porque era un pantano. Nathan decidió que para que Kowloon pudiera florecer necesitaba una ruta de acceso que la conectara con el interior de los nuevos territorios. Muchos pensaron que estaba equivocado, pero él estaba decidido a sacar adelante el proyecto".

Matthew Nathan

Los conocimientos de ingeniería de Nathan lo ayudaron a visualizar en lo que se convertiría un día esa desagradable área de Kowloon. Él estableció la primera oficina de planificación urbana de Hong Kong e impulsó el desarrollo del área pantanosa de Kowloon, imaginando que la atravesaría una calle principal. El resultado de su visión es la Avenida Nathan, una de las calles más concurridas de Hong Kong. En su época, los escépticos llamaron a la calle "la locura de Nathan". Hoy en día, a veces es llamada la "mina de oro". La Avenida Nathan es uno de los más importantes destinos comerciales en Asia.

La avenida Nathan en la actualidad.

Personajes coloridos

A medida que los comerciantes judíos y sus familias se mudaron a Hong Kong, algunos ayudaron a que la ciudad fuera más colorida con sus excéntricos pasatiempos y actividades, además de llevar a que fuera un lugar con una cultura mucho más rica. Emanuel Rafael Belilios (1837-1905) fue un comerciante judío que construyó una gran casa en la zona lujosa conocida como "El pico", que incluía un exótico jardín zoológico en su terreno. Él fue nominado para el Consejo Legislativo en 1881 y donó generosamente para las caridades de Hong Kong, entre ellas el Hospital Memorial Alice. También fundó la escuela para varones Belilios en 1900, y ayudó a construir la primera escuela para niñas de Hong Kong.

Emanuel Rafael Belilios

Harry Odel (1896-1975) trabajaba como bailarín de tap (zapateo americano) en Japón antes de mudarse a Hong Kong en 1921 y establecerse con una bella joven judía de Hong Kong, Sophie Weill. Él luchó en la batalla de Hong Kong (que tuvo lugar el mismo día que Pearl Harbor) y sobrevivió a un campamento de prisioneros de guerra japonés. Después de la Segunda Guerra Mundial, abrió una compañía de distribución cinematográfica, invitó a celebridades a visitar Hong Kong y presionó al gobierno para que construyeran el auditorio municipal.

Harry Odell

El Dr. Salomon Bard (1916-2014) nació en Siberia y se mudó con su familia a China cuando era pequeño. Él estudió medicina en Hong Kong en los años 30 y sirvió como médico en la Batalla de Hong Kong. En 1956 se convirtió en director de los servicios de salud de la Universidad de Hong Kong. Dr. Bard era también un maravilloso violinista que fue director de la orquesta filarmónica de Hong Kong y de otras instituciones culturales, y ayudó a expandir la escena de música y arte en Hong Kong.

Ayuda a los refugiados judíos

Lawrence y Horace Kaduri fueron conocidos durante décadas por sus actos filantrópicos y por ayudar a sus hermanos judíos después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos judíos eran refugiados sin techo y sin un centavo.

La familia Kaduri era de Iraq y, al igual que la familia Sassoon, se fue a vivir en India y luego a Hong Kong. El padre, Elly Kaduri, llegó a Hong Kong en 1880 cuando tenía 15 años para trabajar con la compañía Sasson. Eventualmente se le unió su hermano Ellis y los dos invirtieron en hoteles en Hong Kong y Shangai. El famoso Hotel Península en Hong Kong fue una de sus primeras inversiones. Cuando abrió en 1928 fue considerado "el hotel más fino al oriente de Suez". Aunque en ese entonces era el único hotel en la costa vacía de Kowloon, Elly Kaduri vio su potencial. El hotel y la zona prosperaron. El Península sigue siendo un ícono de Hong Kong hasta la actualidad.

Lawrence y Horace Kaduri

Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Lawrence y su familia fueron llevados prisioneros a un campo japonés en China. También Horace y su padre Elly se encontraban en China y se vieron obligados a vivir en lo que una vez fueron los establos de la familia. Aunque sufrieron terriblemente, la familia sobrevivió la guerra y posteriormente Lawrence regresó a Hong Kong para restablecer el negocio familiar. Él se mudó al Hotel Península, que estaba en un estado lamentable después de haber albergado a los soldados japoneses y luego a los británicos.

Los dos hermanos, Horace en Shangai y Lawrence en Hong Kong, entraron en acción para ayudar a los refugiados judíos. Antes del Holocausto, Shangai era una de las únicas jurisdicciones del mundo que no requería una visa de entrada, y llegaron a la ciudad unos 20.000 judíos que pasaron la guerra confinados por las fuerzas japonesas en el gueto judío. Horace ayudó a organizar la pequeña comunidad judía para ayudar a los refugiados durante la guerra, y posteriormente él y Lawrence trabajaron para ayudar a conseguirles visas para que comenzaran nuevas vidas en Europa, Australia y América.

Muchos de los refugiados tenían que viajar a Hong Kong para recoger sus visas. Horace recolectaba la información sobre los refugiados que se dirigían a Hong Kong y los enviaba a Lawrence, quien visitaba el departamento de inmigración de la ciudad casi todos los días, llevando peticiones de visas de tránsito para los refugiados.

Lawrence Kaduri también abrió las puertas del Hotel Península a los refugiados, brindándoles un lugar donde podían quedarse durante días e incluso semanas. Un grupo de casi 300 refugiados tenía programado viajar a Australia y se albergaban en el Península cuando el barco en el que iban a partir fue requisado para llevar tropas. Lawrence convirtió el salón de baile del hotel en un dormitorio, permitiendo que el grupo permaneciera allí a largo plazo y también organizó a la pequeña comunidad judía de Hong Kong para que ayudara a los refugiados ofreciendo comida, vestimenta, medicinas y ayuda logística.

La familia Kaduri también ayudó a los chinos pobres y a otros grupos en Hong Kong. Elly Kaduri fundó escuelas y hospitales por toda Asia que estaban abiertos a todos, sin importar su religión o su raza. Su Sociedad de Escuelas Chinas en Hong Kong fue concebida para ayudar a educar a los pobres y continúa ayudando a los niños más pobres de la región. Además de ayudar a sus hermanos judíos, Laurence y Horace Kaduri ayudaron a los refugiados chinos que huyeron a Hong Kong para escaparse de la guerra civil en China. Una importante iniciativa fue la Asociación de Ayuda Agrícola, que entrenó a miles de granjeros y hoy en día es la Granja y Jardín Botánico Kaduri.

El crecimiento de la comunidad judía

En 1882, vivían en Hong Kong alrededor de 60 judíos sefaradíes. La población creció lentamente. En 1959, había 230 judíos, divididos equitativamente entre las comunidades ashkenazí y sefaradí. En los años 60, comenzaron a inmigrar a la ciudad más judíos, expandiendo vastamente la población judía de Hong Kong. Hoy, hay en Hong Kong más de 5.000 judíos.

La sinagoga Ohel Leá

En la actualidad Hong Kong cuenta con varias sinagogas vibrantes, incluyendo la histórica sinagoga Ohel Leá, un próspero Centro Comunitario Judío, una mikve, restaurantes kasher, un almacén kasher y una escuela judía.

"La comunidad judía de Hong Kong es muy especial", afirma Erica Cohen Lyons, residente de Hong Kong. "Es sumamente diversa, con judíos de Europa, América, el Medio Oriente, Asia y África".

Judy Green, de la Sociedad de Historia judía de Hong Kong está de acuerdo: "Es una comunidad unida y dinámica".

Muchas de las fotografías pertenecen a la Sociedad Histórica Judía de Hong Kong

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