Los judíos y la ciudad de Uman en Ucrania

30/09/2024

8 min de lectura

¿Cuál es la historia detrás de esta magnética ciudad ucraniana que atrae cada año a decenas de miles de judíos?

Las dos masacres

Ubicada a unos 200 km al sur de Kiev sobre el río Umanka, la ciudad de Uman formó parte de Polonia-Lituania hasta la partición de Polonia en 1793 que puso fin a la existencia del mancomunado polaco-lituano. Durante más de un siglo (1726-1832) perteneció a la famosa familia Potocki. (El famoso converso, Abraham ben Abraham, era miembro de esa familia noble).

Uman se menciona por primera vez en documentos históricos en 1616, pero las primera noticias sobre la comunidad judía se remontan a principios del siglo XVIII. Los haidamacks eran un violento grupo de cosacos y siervos que se rebelaron contra la nobleza polaca y se unieron para atacar ciudades de toda Ucrania. En 1749, ellos asesinaron a sangre fría a muchos judíos de Uman e incendiaron parte de la ciudad.

A fines de la década de 1750, el conde Franciszek Salęzy Potocki decidió restaurar Uman. Él fomentó su desarrollo como centro comercial realizando allí ferias y reconstruyendo partes de la ciudad. Él construyó Sofiyivka, un bello parque en Uman con grandiosa arquitectura paisajista del siglo XVIII que perdura hasta la actualidad.

Parque Nacional Sofiyivka

El conde Potocki permitió que 450 judíos residieran en Uman, pero su respiro fue breve. En 1768 hubo una nueva rebelión haidamack, bajo el liderazgo de un campesino cosaco revolucionario, Maksim Zhelezniak, que destruyó muchos pueblos y haciendas ucranianos. Tras asesinar a los judíos de Tetiyev, Zhelezniak marchó hacia el sur, hacia Uman, el 19 de junio de 1788. Aterrorizados, muchos polacos y judíos habían huido a la ciudad fortificada de Uman bajo la protección del comandante Mladanovitch, asistido por Ivan Gonta. Aunque algunos sospechaban que Gonta simpatizaba con Zhelezniak, de todos modos lo enviaron a luchar como líder de los soldados. Cuando Gonta unió sus fuerzas a las de Zhelezniak y traicionó a quienes lo habían enviado, los polacos y los judíos de Uman se unieron para luchar contra su enemigo común. Pero a pesar de sus valientes y desesperados esfuerzos, la ciudad cayó.

Los tres mil judíos que quedaban se reunieron en las sinagogas y se prepararon para defenderse. Pero no lograron hacer frente a sus enemigos, sanguinarios y más fuertes. Todos los judíos que quedaban en la ciudad, así como muchos polacos, fueron asesinados en una masacre de tres días. La masacre comenzó el 5 de tamuz y esta fecha fue observada en los años siguientes como un día de ayuno, conocido como el Mal Decreto de Uman.

Rabí Najman de Breslov

A comienzos del siglo XIX, Uman se convirtió en un centro de jasidismo y predominantemente se lo asocia con el gran Rabí Najman de Breslov (1772-1810). La abuela materna de Rabí Najman era hija del Bal Shem Tov, el fundador del movimiento jasídico. Su padre era hijo de Rav Najman de Horodenka, uno de los primeros líderes jasídicos y discípulo del Baal Shem Tov. Rabí Najman de Breslov fue uno de los Rebes jasídicos más innovadores y fundó la corriente de los jasidim de Breslov, llamada así por el pueblo ucraniano donde Rabí Najman vivió y enseñó.

Rabí Najman enfatizó particularmente una vida de Torá con dicha y alegría. Una de las frases famosas de Rabí Najman es: "Es una gran mitzvá ser feliz".

La tumba de Rabí Najman de Breslov

En 1798-99, Rabí Najman viajó a Israel a través de Turquía. Posteriormente dijo que su entendimiento espiritual era mucho mayor después de ese viaje. Al regresar a Ucrania, comenzó a enseñar y a difundir sus singulares ideas expresadas dentro el marco general del judaísmo.

Tres aspectos singulares de sus enseñanzas son: 1) el rol de un tzadik (un líder sumamente justo y santo), 2) hitbodedut, meditación judía en aislamiento, y 3) la narración de historias.

Su enfoque respecto a un Rabino recto es que un Rebe puede ayudar a rescatar las almas perdidas, principalmente a través de la plegaria, incluso si la persona misma no es digna. La obra principal que expresa estas ideas se llama "Likutei Moharan".

Rabí Najman innovó la idea de meditar tomándonos tiempo para estar a solas con Dios y hablar con Él con nuestras propias palabras sobre nuestras esperanzas, preocupaciones y sueños.

Él innovó la idea de tomarse tiempo para estar a solas con Dios y hablar con Él con nuestras propias palabras sobre nuestras esperanzas, preocupaciones y sueños. Esto debe hacerse en completo aislamiento, al aire libre y de noche, pero también reconoció que se puede practicar en cualquier lugar. Rabí Najman enseñó que lo ideal es practicarlo una hora cada día y explicó que de esta forma los judíos experimentarán cercanía a Dios.

Hacia el final de su vida, Rabí Najman comenzó a relatar historias, considerándolas un medio efectivo para expresar los profundos pensamientos sobre el judaísmo que él trataba de transmitir. Después de su muerte, las historias fueron traducidas y publicadas y hasta el día de hoy siguen siendo explicadas y elaboradas.

Rabí Najman se instaló en Uman unos pocos meses antes de morir de tuberculosis a los 38 años. Muchos años antes, Rabí Najman había pasado por Uman y les dijo a sus estudiantes que deseaba ser enterrado allí. Él comentó: "Me esperan las almas de los mártires (asesinados en las masacres de Uman)". Como había predicho, eventualmente fue enterrado allí.

Tras su fallecimiento, sus seguidores decidieron que como Rebe era irremplazable y no nombraron un sucesor. Las enseñanzas de Rabí Najman fueron publicadas por su discípulo, Rabí Natan, y sus enseñanzas siguen siendo enseñadas en la actualidad en todo el mundo. Su tumba en el cementerio de Uman sigue siendo un lugar de plegaria para los jasidim de Breslov y para muchas otras personas, especialmente en Rosh Hashaná.

Uman en el siglo XIX

Tras la división de Polonia, Uman se incorporó a la provincia de Kiev. Los registros fiscales muestran que en 1801 había en la ciudad 1.895 judíos, pero la población judía aumentó rápidamente. En 1842 ya eran 4.933 y en 1897 llegaron a ser 17.945 (el 59% de la población total).

La biblioteca de la ciudad vieja de Uman.

En 1890 se abrió la estación de trenes, lo que permitió que continuara desarrollándose la industria y el comercio local. La comunidad judía siguió creciendo, y a comienzos del siglo XX había en Uman cuatro grandes sinagogas y trece pequeñas.

Durante la revolución comunista

Durante la revolución bolchevique los judíos de Uman sufrieron terriblemente. En la primavera y el verano de 1919, las tropas que pasaron por la ciudad atacaron a los judíos. Alrededor de 400 judíos fueron asesinados en un pogromo en mayo de 1919, y otros 90 judíos fueron asesinados en un pogromo posterior.

Desde el Holocausto hasta la caída de la Cortina de Hierro

En 1926, había en Uman 22.179 judíos, conformando la mitad de la población de la ciudad. Las campañas antirreligiosas de los comunistas en 1937 obligaron a los jasidim de Uman a esconderse. La sinagoga de Breslov fue cerrada y convertida en una fábrica metalúrgica.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis obtuvieron el control de Uman tras vencer a los soviéticos en la Batalla de Uman. La situación bajo los nazis fue todavía peor que bajo los comunistas, y casi todos los judíos de Uman fueron asesinados bajo su ocupación. Hoy hay en Uman un monumento con una inscripción en ídish en recuerdo de las 17.000 víctimas judías de los nazis.

Después de la guerra, la comunidad judía fue menguando lentamente. En 1959 había en Uman 2.200 judíos, un 5% del total de la población. A fines de la década de 1960, la población judía se redujo a 1.000 personas. Hoy, tras la caída del comunismo, más de 100 familias jasídicas viven en Uman todo el año.

Rosh Hashaná en Uman en la actualidad

En la actualidad, Uman es famosa por ser un lugar de plegarias donde se reúnen decenas de miles de judíos en Rosh Hashaná. Esta reunión se originó durante la vida de Rabí Najman.

Judíos en Uman en Rosh Hashaná

Mientras vivía, Rabí Najman alentó a sus seguidores a pasar con él Rosh Hashaná. Cientos de seguidores acudían a él en Rosh Hashaná y pasaban con él las plegarias y las comidas, escuchando sus ideas de Torá. Rabí Najman decía: "¡Rosh Hashaná es toda mi misión! No puedo entender cómo puede ser que si mis seguidores realmente creen en mí, no sean cuidadosos de venir a mí para Rosh Hashaná". Él explicó que durante el año no siempre podía ayudar a quienes llegaban a él, pero en Rosh Hashaná podía ayudarlos a lograr toda la grandeza que eran capaces de conseguir.

Cuando uno de sus estudiantes comentó que prefería visitar al Rebe después de Rosh Hashaná, cuando habría más espacio para rezar, comer y dormir, el Rebe le respondió: "Comas o no comas, duermas o no duermas… ¡asegúrate de estar conmigo en Rosh Hashaná, pase lo que pase!"

Después del fallecimiento de Rabí Najman, Rabí Natan de Breslov, su principal discípulo, compartió con los otros estudiantes que Rabí Najman quería que sus jasidim siguieran "estando con él" incluso después de su muerte. Rabí Natan alentó a los seguidores de Rabí Najman a que siguieran reuniéndose en la tumba de Rabí Najman cada Rosh Hashaná. Él siguió organizando los encuentros en Uman en Rosh Hashaná durante el resto de su vida, hasta que falleció en 1844.

Cuando la cantidad de jasidim que llegaban superó las limitaciones de espacio en la sinagoga, Rabí Natan compró una propiedad y supervisó su construcción para permitir que más jasidim pudieran unirse en Rosh Hashaná.

Los encuentros de Rosh Hashaná en Uman terminaron con la revolución bolchevique de 1917, que cerró la frontera entre Rusia y Polonia. Uman se convirtió en una ciudad cerrada en la que estaba terminantemente prohibida la entrada a los extranjeros.

A pesar de la prohibición comunista respecto a las reuniones de plegarias públicas, los jasidim de Breslov en la Unión Soviética se reunían secretamente cada Rosh Hashaná para rezar juntos.

A pesar de la prohibición comunista respecto a las reuniones de plegarias públicas, los jasidim de Breslov en la Unión Soviética se reunían secretamente cada Rosh Hashaná para rezar juntos. En 1934, sorprendentemente los soviéticos dieron permiso a 28 judíos para viajar a Uman para Rosh Hashaná. Pero en realidad se trataba de un cruel truco para saber qué individuos de la Unión Soviética eran fervientes jasidim. Dieciseises de los 28 judíos fueron asesinados a sangre fría cuando se encontraban en Uman, y los otros 12 fueron exiliados a Siberia.

Después del Holocausto, en 1947 las autoridades locales planearon construir en el terreno del destruido antiguo cementerio judío (algo que estuvo a punto de repetirse nuevamente a fines de la década de 1970). Pero sus planes fueron bloqueados por Rav Zanvil Lyubarski de Lviv, que logró comprar parte de la propiedad a través de una gente local.

Hay una propiedad adyacente a donde se encuentra la tumba de Rabí Najman. Rav Zanvil Lyubarski era dueño de una de ellas, pero esta no permitía acceder fácilmente a la tumba. La segunda propiedad pertenecía a una familia la que no le gustaban los judíos y no permitían que nadie visitara la tumba a través de su propiedad. Años más tarde, otra familia gentil compró la casa y, finalmente, ellos estuvieron dispuestos a dejar entrar a los jasidim para acceder a la tumba. En 1996, los jasidim de Breslov compraron la segunda propiedad y ahora la tumba es fácilmente accesible para todo el que quiere visitarla.

Tras la compra, los rezos de Rosh Hashaná en Uman se reanudaron a una escala dramáticamente menor.

Desde la década de 1960 hasta el final de la Guerra Fría, cientos de judíos estadounidenses e israelíes viajaban clandestinamente a Uman para rezar en la tumba de Rabí Najman, siempre con grandes riesgos. En 1988, cediendo a la presión internacional, el gobierno soviético permitió a 250 ciudadanos extranjeros pasar Rosh Hashaná en Uman.

El fin de la Guerra Fría en 1989 cambió por completo la situación, y las puertas de Uman se abrieron de par en par. Cientos de jasidim se reunieron alegremente en Uman para Rosh hashaná en 1989.

Jasidim en Uman

En 1990 asistieron 2.000 jasidim y el número siguió creciendo. En el año 2000 hubo más de 10.000 personas en Uman para Rosh Hashaná y en el 2005 fueron casi 20.000. En el 2019, se reunieron en Uman para Rosh Hashaná 50.000 judíos.

En los últimos años, los coordinadores de Rosh Hashaná en Uman organizan la monumental logística de la festividad. Llevan gran cantidad de comida festiva para todos los participantes, organizan alojamientos temporales e incluso organizan una enfermería para atender cualquier problema médico.

Uman se ha revitalizado como la ciudad de las almas, donde las almas de los mártires se unen a decenas de miles de judíos que rezan por el éxito espiritual y material cada Rosh hashaná.

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Gloria Rendina
Gloria Rendina
11 días hace

Me gusta mucho leer las enseñanzas de Aishlatino, hace mucho tiempo que lo hago, vivo en Venezuela y no sé cómo enviar el apoyo Una alegre y lindo Nuevo Año

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