La mezuzá: Un entendimiento más profundo

07/11/2022

3 min de lectura

La mezuzá se encuentra en nuestras puertas como un sutil recordatorio respecto a nuestros valores cada vez que entramos y salimos de nuestro hogar.

Salimos y entramos de nuestras casas de forma regular. Puede que incluso tengamos una mezuzá, pero olvidamos que está allí. En nuestra vida, hay muchas actividades que llevamos a cabo sin ni siquiera pensar en ellas.

La palabra mezuzá literalmente significa la jamba de la puerta, pero la usamos para referirnos a lo que colgamos en ella. La mezuzá, es decir el rollo escrito a mano, que colocamos en el umbral de nuestros hogares y de los lugares críticos de nuestra vida, y viene a recordarnos los valores que debemos llevar y la inspiración que debe acompañarnos. ¿Qué hay dentro de la mezuzá?

En el pergamino de la mezuzá están escritas las sagradas palabras del Shemá, que es como el himno nacional, o la fundamental declaración de creencia judía, para recordarnos la unidad de la existencia de Dios y nuestra responsabilidad de responder a una autoridad superior, ya sea al entrar a nuestro hogar (en la forma en que interactuamos con las personas que viven allí, a qué clase de entretenimientos nos dedicamos, los valores con los que vivimos), o cuando salimos a trabajar, al gimnasio, al supermercado, a un encuentro social… siempre respondemos a una autoridad superior.

Todo el mundo es una expresión de la existencia de Dios. Trabajamos para Él. Él no trabaja para nosotros. La mezuzá contiene la palabra veahavá, amor. El amor debe informar y animar todo nuestro ser, para que seamos positivos y estemos abiertos para llenarnos con amor. El amor no es un adjetivo. El amor no es una emoción. El amor es un verbo.

Amor es cómo tratamos a Dios y a los demás, adentro y afuera de nuestro hogar. Y cuando pasamos al lado de esa mezuzá, ella nos recuerda nuestra responsabilidad de practicar, compartir y brindar ese amor a los demás, con esa devoción, esa lealtad de ser dadores y no "receptores".

Cuando el rollo de la mezuzá está enrollado, en la parte externa está escrito uno de los nombres de Dios: Shadai. Este viene de la expresión cabalística: "Dios observó el mundo y dijo "dai". Él dijo "suficiente". Él estuvo satisfecho con la creación.

Fuera de nuestros hogares somos ambiciosos. Tenemos impulso, por supuesto queremos tener logros y acumular más cosas. Pero cuando entramos a nuestro hogar y vemos ese nombre de Dios, recordamos dai, que tenemos que estar satisfechos con nuestra porción, contar nuestras bendiciones, estar felices con lo que tenemos.

Algunas personas piensan que la mezuzá trae buena suerte, pero la verdad es que la mezuzá trae una energía positiva cuando vivimos de acuerdo con los valores que se encuentran contenidos en ella. Ella nos protege de malos espíritus, el espíritu de la arrogancia y del ego, el espíritu de la envidia y la ansiedad. Cuando entendemos y nos subyugamos a ese poder superior. Cuando nos comprometemos a vivir con amor, entonces llevamos una energía positiva a nuestro hogar, a nuestro lugar de trabajo, o a cualquier lugar donde haya una mezuzá.

Nuestros Sabios debaten si la mezuzá debe colocarse vertical u horizontalmente. En la tradición ashkenazí, llegamos a un compromiso y la colgamos inclinada. Eso no satisface a ninguna de las opiniones, pero nos recuerda que al entrar a ese hogar, a tu lugar de trabajo con tus colegas, tenemos que entrar con el espíritu del compromiso. No se trata de hacer las cosas a nuestro modo o irse del lugar. No se trata sólo de nosotros. Tenemos que estar dispuestos a llegar a un compromiso para poder conectarnos con los demás.

Es muy importante comprar una mezuzá sólo de una fuente confiable. Ponerla en una caja bella. Y adherirla en el tercio superior de la jamba de la puerta, del lado derecho desde la dirección en que entramos a la casa. Antes de fijar una mezuzá, decimos una bendición, con una esperanza y una plegaria, no sólo para dedicar la mezuzá y nuestro hogar, sino para dedicarnos a nosotros mismos a los demás y a los valores y la inspiración que se encuentra dentro de la mezuzá.

Por lo tanto, la próxima vez que pases por una puerta, detente y recuerda qué hay detrás de la mezuzá. Asegúrate de tocar la mezuzá y es igualmente importante que la mezuzá te toque a ti.

Haz clic aquí para leer Mezuzá: ¡Todo lo que necesitas saber!

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