Mi novio me critica todo el tiempo

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Él es maravilloso y preocupado, pero le cuesta mucho ver que hay otras perspectivas que también son válidas.

Queridas Rosie y Sherry,

Estoy comprometida con un hombre maravilloso y compasivo, pero a veces, él puede ser muy crítico. Él siente que su perspectiva —que se basa en lo que le dice su experiencia de vida— es la única perspectiva válida, y le es difícil ver que hay otras formas válidas de vivir.

Yo crecí en un ambiente mucho más relajado que él. Cada cierto tiempo tenemos un desacuerdo debido a que tenemos diferentes perspectivas sobre algún tema, y me preocupa que esto se vuelva una fuente futura de conflicto entre nosotros.

Por lo general mi novio toma nuestras diferencias con calma, pero a veces, cuando la diferencia le afecta, señala que mi vida o mi familia son poco convencionales: dice que no nos adecuamos “a la norma”.

Siento que nos respetamos mutuamente y él me trata bien y se preocupa por mí. No quiero perderlo. He intentado mantenerme callada sobre el hecho de que a veces me siento herida cuando ve a mi familia o a mi punto de vista como algo que está “fuera de la norma”. Me preocupa que esto se convierta en un problema cada vez más grande a medida que vaya pasando el tiempo.

Realmente apreciaría vuestro consejo sobre cómo lidiar con esto.

Sandy

Respuesta de Rosy y Sherry:

Querida Sandy,

Gracias por escribirnos sobre un tema tan importante. Nos alegra mucho que tengas la valentía de hablar sobre tus preocupaciones ahora, cuando recién estás comenzando a entender que las formas diferentes en que fueron criados y las diferentes perspectivas que cada uno tiene sobre determinados aspectos de la vida pueden convertirse en una fuente regular de conflicto. Perfectamente podrías haber hecho a un lado tus preocupaciones con la esperanza de que después de la boda tu esposo dejaría de comentar sobre lo poco convencional que supuestamente es tu familia, o que los comentarios te molestarían menos, o que quizás encontrarías una forma de aceptar sus diferencias sin llegar a discusiones. Nosotras le llamamos a esto pensamiento mágico: la esperanza de que ocurrirá algo muy poco probable.

Lo más probable es que, si lo dejas estar, este problema no se resuelva solo. Esperamos que nuestras sugerencias te sirvan a ti y a tu novio para encontrar una forma sana de lidiar con las diferencias lo antes posible.

Lo que está ocurriendo entre tú y tu novio no es poco común. Muchos esposos y esposas pueden señalar diferencias significativas en la forma en que sus familias lidiaron con finanzas, resolvieron conflictos, expresaron su cariño el uno por el otro, dividieron las responsabilidades, disciplinaron a sus hijos y cosas similares. Las distintas familias suelen tener visiones diferentes sobre educación, política, expectativas de sus hijos, planificación de futuro y formas de expresar su espiritualidad.

La pareja puede haber comenzado su compromiso sintiendo que compartían muchos valores y metas esenciales (lo que es una parte importante de la base para un matrimonio duradero), y probablemente creyeron que sus expectativas y formas de lidiar con lo que la vida tiene para ofrecer encajarían perfectamente la mayoría del tiempo. Pero entonces comenzaron a surgir las diferencias. No importa cuán bien hayan creído que se conocían antes de decidir comprometerse, no hay forma de que hubieran podido anticipar o discutir las sutiles —y a veces no tan sutiles— diferencias que hay entre ustedes.

Es difícil estar casado con alguien a quien le cuesta aceptar las ideas de otras personas que son diferentes a las propias.

Uno de los aspectos más desafiantes de aprender a ser una pareja casada es descubrir qué hacer con estas diferencias. Si ambas personas sienten que su forma de actuar es “correcta” o “mejor” o “más normal”, entonces se encontrarán encerrados en un eterno conflicto. Si Dios quiere eventualmente se darán cuenta que una parte importante de construir una vida juntos es aprender cómo dar y recibir por el bien del matrimonio y de la pareja, lo cual implica a veces ceder ante las preferencias de una persona, a veces de la otra, y a veces tener que encontrar un camino intermedio. Eso no siempre es fácil de hacer.

Es difícil estar casado con alguien a quien le cuesta aceptar las ideas de otras personas que son diferentes a las propias y que piensa que siempre tiene que estar en lo correcto. En lo que a él respecta, siempre estarás “mal” o siempre tendrás que “perder”. Algunas personas que tienen esta actitud pueden cambiar cuando participan en un programa de educación matrimonial, donde aprenden la importancia de dar y recibir y desarrollan habilidades que pueden ayudarles tanto a ellos como a sus parejas a comunicarse mejor y hacer concesiones. Con esfuerzo, serán capaces de volverse cada vez más flexibles y abiertos de mente. Desagraciadamente, algunas personas no están dispuestas a aprender el arte de dar y recibir y no cambiarán.

¿En dónde encaja tu novio en este cuadro? ¿Le es difícil hacer concesiones porque cree que su forma de pensar es la correcta y no la tuya? ¿Ha encontrado alguna vez que tu perspectiva diferente es refrescante? ¿Por lo general le parece bien que hagas las cosas a tu propia manera? ¿Tu novio es joven, tiene experiencia limitada y no ha madurado lo suficiente como para ver que las conductas a las que está acostumbrado no son la única forma de lograr armonía en el hogar, felicidad, satisfacción intelectual, bienestar económico, etc.? ¿Siente una fuerte necesidad de adecuarse a lo que él considera que es la “norma”? ¿Puede aceptar el hecho que supuestamente estés “fuera de la norma”? ¿Te escucha e intenta entender lo que tienes para decir, incluso si al final está en desacuerdo contigo? Cuando te dice que tu perspectiva o lo que hace tu familia no es la “norma”, ¿se refiere a que “esto no es lo que hace la mayoría de la gente y me parece un poco extraño” o se refiere a que “esto no es normal”?

Después de que hayas pensando un poco en estas preguntas, piensa sobre qué te gustaría que tu novio hiciera diferente. ¿Te gustaría que estuviera más abierto ante la idea de que lo que a él le parece no convencional de todas formas podría valer la pena y ser adecuado para alguien con una experiencia de vida diferente? ¿Es importante para ti que él muestre respeto por tus ideas diferentes, aunque piense que no es usual o que no sería lo que él escogería? Si él siente que su manera de hacer las cosas es la “correcta” y toda otra manera de hacerlas está mal, ¿está dispuesto a aprender ideas y habilidades sobre cómo llegar a un punto medio, cómo dar y cómo recibir?

Una vez que tengas claridad, puedes hablar con tu novio sobre lo que te molesta. Es importante que recuerdes usar oraciones de “yo”, que se enfoquen en tus sentimientos y pensamientos, en vez de sonar como que lo estás criticando. Puedes comenzar diciéndole lo bueno, compasivo y amoroso que es y cuánto valoras la relación que hay entre ustedes. Luego puedes explicarle que has estado preocupada sobre algo y que crees que es importante hablarlo ahora, para que no se convierta en una fuente de discusiones en el futuro. Luego identifica el problema, da un ejemplo real de lo que ocurre, explica cómo afecta tus sentimientos y pensamientos y estipula qué te gustaría hacer al respecto.

Podrías decir algo como: “Sé que nuestras familias son muy diferentes, y que debido a nuestras diferentes experiencias de vida, a veces no tenemos la misma perspectiva sobre algunas situaciones. Pero me duele cuando dices que mis ideas o que la forma de actuar de mi familia no son ‘la norma’. Me hace sentir que estás diciendo que está mal ser diferente, lo cual hace que me ponga a la defensiva y entonces terminamos discutiendo por alguna cosa en vez de resolver los problemas. Yo sé que no quieres herir mis sentimientos y a ninguno de nosotros le gusta estar siempre discutiendo. Tengo algunas ideas sobre qué cosas podríamos hacer al respecto y me gustaría que habláramos de ellas. Realmente aprecio que escuches y que estés abierto a que encontremos nuevas formas en las que nos podamos relacionar el uno con el otro”.

Hablar las cosas de esta forma mejorará tus habilidades de comunicación y resolución de problemas y podrá ayudarlos a entenderse mejor mutuamente. Esperamos que nuestra respuesta haya aclarado tu dilema, y que tú y tu novio puedan esperar con ansias un maravilloso y feliz matrimonio.

Nuestros mejores deseos,

Sherry y Rosie

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