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Las promesas e ilusiones que pueden marcar un camino optimista para estrenar el año nuevo.
Este año nuevo fue más esperado y deseado que muchos otros. Después de meses tormentosos, con cambios drásticos en la forma de vivir, incertidumbre, miedo, pérdidas etc., la humanidad está lista para iniciar un año nuevo con mejores alternativas y con un panorama más claro.
Todos y cada uno, estamos listos para iniciar una nueva etapa de vida en la cual se pueda retomar la rutina que se extraña, sin olvidar los aprendizajes que esta pandemia trajo consigo.
Gran parte de las resoluciones que se plantean para este año son distintas a las de años anteriores. El sentido de la vida es más claro para muchos. Hubo un cambio radical de visión.
Cuando uno se refería a las resoluciones, la lista no cambiaba tanto. Siempre se encontraban temas donde uno se comprometía a cambiar algún mal hábito, aprender algo nuevo, dejar de discutir, disfrutar más, a viajar, etc., pero este año algo diferente está sucediendo.
Las resoluciones tomaron otro tono. Muchas de las cosas que en algún momento despertaron curiosidad, ahora son una necesidad que se han tenido que aprender e incorporar en la nueva realidad para poder sobrevivir.
Ya no es opción querer aprender a utilizar la computadora o sus distintos programas. Esta es la nueva modalidad. Con el encierro y el distanciamiento social, el cambio de hábitos y de rutinas fue algo forzoso.
Por lo tanto, este año las resoluciones estarán inspiradas en las vivencias, las carencias y la nueva realidad. Con tantos cambios que la vida impuso se ha creado una nueva visión con una actitud optimista y con expectativas prometedoras.
Quizás este año el enfoque sea más noble, más compasivo y las promesas serán un tanto menos impositivas. Las cuestiones que cada uno buscaba años atrás, ahora no son tan relevantes. Los grandes cambios y sus adaptaciones ya se hicieron.
Hoy en día hay que incluir en las resoluciones los aspectos positivos que cada uno redescubrió. La lista debería incluir el reconocer los valores y las acciones que ayudaron a sobrevivir la crisis. Agradecer las cualidades personales que fortalecieron el carácter en tiempos difíciles y el cuidar a las personas queridas, aunque no siempre estén cerca.
Este año las resoluciones tienen un tono humilde, valorando la fragilidad de la vida y redescubriendo la belleza del mundo. Incluyen el amor por la vida y a las personas queridas, y sobre todo, visualizan nuevas metas y con energía renovada.
Las resoluciones actuales incluyen: disfrutar las cosas pequeñas; ser más espontáneos; aprender a respetar las "locuras" de los demás; divertirse con lo que se tiene; aprender a escuchar y dejar de imponer la opinión; disfrutar y quejarse menos; ser mejor; ayudar a otros y cuidar el mundo también.
Dejar la crítica, la envidia y los rencores que en tiempos de crisis no ayudan en nada. Pensar positivo, ser agradecido y generoso, son las acciones que harán de este nuevo año, un motivo para vivir mejor y poder disfrutar la vida.
Ingredientes:
Afirmación positiva para tener resoluciones efectivas:
Reconozco que vivir es un privilegio. Poder disfrutar la vida es mi obligación y responsabilidad. Puedo disfrutar y sorprenderme de la magia que la vida me regala. Busco lo bueno, lo bonito y lo positivo en lo que me rodea. Escucho al universo y lo cuido. Aprovecho cada dia y busco la manera de compartir mi paz emocional con los demás. Hago de este nuevo año un buen año
Cómo adoptar resoluciones que se puedan cumplir:
"Las resoluciones se deben tomar con el compromiso y la determinación para tener un extraordinario año. Aprender a vivir con lo que se tiene, cuidar lo que se valora y trabajar por lo que se desea".
Extraído de recetasparalavida.com
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