Obras de artistas no judíos que representan la vida judía

1. Bernard Picart

Bernard Picart nació en París, Francia, en 1673 y estaba interesado en las diferentes culturas y religiones del mundo. Picart colaboró con el editor Jean-Frédéric Bernard, y publicaron una serie de libros titulados "El libro que cambió Europa: las ceremonias religiosas del mundo".

Aquí hay algunos grabados que creó Picart, representando a los adinerados judíos hispano-portugueses.

La procesión de las palmeras de los judíos portugueses

En este grabado, llamado "La procesión de las palmeras de los judíos portugueses", Picart presenta una escena de los judíos españoles y portugueses en Ámsterdam durante la festividad de Sucot, cuando además de comer en la sucá (cabañas al aire libre) y sacudir las cuatro especies, los judíos giran alrededor de la bimá en la sinagoga, sosteniendo las cuatro especies y recitan súplicas especiales llamadas Hoshanot.

En esta congregación española y portuguesa, los miembros de la comunidad están vestidos con las prendas formales de la época, un sombrero de tres puntas, un abrigo largo y el tradicional talit (manto de plegarias). Como líder, el rabino con barba en el frente viste un abrigo más largo que los demás. Los Rollos de la Torá están cubiertos con mantos españoles y portugueses, que se ven blancos en honor a las festividades.

Sucot, la fiesta de las cabañas, 1703

En este grabado sobre Sucot, Picart agregó todos los bellos adornos que solían verse en una sucá hispano-portuguesa. El techo está hecho de hojas con cintas y decoraciones de papel. Es evidente que se trata de una familia adinerada, como lo demuestra la ornamentada lámpara, también hecha de hojas y cintas. La sucá tiene tres paredes firmes, similares a una casa, con adornos en las paredes, lo que demuestra la riqueza de esta familia. A la izquierda se ve otra familia comiendo en otra sucá.

Sentados alrededor de la mesa para disfrutar de su comida festiva, los hombres están vestidos con atuendos festivos, pelucas empolvadas y sombreros distintos a los rígidos tricornios que llevaban en la sinagoga. También las mujeres están vestidas para la ocasión, con vestidos con volados y joyas. La escena transmite la calidez y la alegría de la festividad de Sucot.

Talit, tefilín y tzitzit. 1723-25

Picart realizó un pequeño diagrama de talit, tefilín y tzitzit. Siendo ajeno a la religión, Picart se esforzó por representar cómo los tefilín o filacterias se veían sobre el brazo del hombre, mostrando la costumbre sefaradí, aunque de cierta manera la imagen es inexacta.

Congregación hispano-portuguesa en Londres, 1703

Aunque coincide con las obras de Picart, este grabado puede haber sido hecho por Gerard Jean Baptiste Scotin, otro artista francés que también se interesó por otras religiones. Es un grabado que tengo colgado en mi casa. Siendo una judía de origen hispano-portugués, la obra me intrigó. Este grabado representa un día de Shabat en la sinagoga. La Torá está cubierta con el manto hispano-portugués que se abre por delante y es una envoltura de tela similar al estilo ashkenazí. Los hombres se están preparando para iniciar la procesión para volver a llevar la Torá al arca. Los hombres están cubiertos con su talit blanco y los sombreros tricornios.

Judíos portugueses celebran el banquete de Pésaj

La fascinación de Picart por los judíos se extendió a otra festividad judía: Pésaj. Una familia no tan opulenta como la del grabado previo, esta familia hispano-portuguesa está sentada alrededor de una mesa redonda y parece tener una vida acomodada. La habitación está iluminada por una pequeña araña, apliques de velas y un pequeño fuego en el hogar.

En el centro de la mesa hay tres platos. El plato del Séder no formaba parte de la tradición hispano-portuguesa. La familia parece estar rompiendo un trozo de matzá para ocultar el afikomán. Sus hagadot están abiertas y la mesa preparada con todo lo necesario para celebrar el Séder.

2. Rembrandt Harmenszoon Van Rijn

Rembrandt Harmenszoon Van Rijn, famoso simplemente como Rembrandt, fue un artista durante la era dorada holandesa. Él estaba fascinado con la luz y cómo representarla sobre una tela. Siempre colocaba la luz a un costado o detrás cuando pintaba, jugando con la forma en que afectaba a su sujeto y las sombras que lo rodeaban. Esta técnica se conoce como claroscuro.

Rembrandt era un cristiano religioso que vivía en Ámsterdam entre los judíos y era tolerante. Siendo una persona religiosa, él pintó muchas escenas bíblicas.

El banquete de Belshazar, 1635 (Wikipedia)

Esta es la pintura de una famosa escena que tuvo lugar en el Libro de Daniel. Rembrandt representó el banquete del rey Belshazar donde él mostró los utensilios que su padre había sacado del Templo. En la historia, apareció la mano de Dios y comenzó a escribir sobre el muro. Daniel, que era un profeta, fue convocado para leer el mensaje donde las palabras de Dios le advertían al rey que sus días estaban contados.

Los artistas holandeses eran muy cuidadosos respecto a los detalles, como podemos ver incluso en el ligero resplandor de la presencia de Dios y los pequeños detalles de la vestimenta real de Belshazar. La luz que recae sobre su vestimenta enjoyada se empapa de la luz de Dios, subrayando que ese mensaje era para él.

El marcado contraste entre la luz y la oscuridad da dramatismo a la escena y enfatiza el horror y la conmoción en los rostros de los huéspedes. Incluso en las sombras oscuras, podemos ver que el agua se derrama de la jarra de la sirvienta asustada y de la copa que Belshazar volteó con el codo. La única fuente de luz viene de la presencia de la Mano de Dios, lo que enfatiza las palabras que se están escribiendo.

Moshé con los Diez Mandamientos, 1659

El versículo bíblico dice: "Cuando Moshé se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, se encendió la ira de Moshé y arrojó de sus manos las Tablas y las quebró al pie de la montaña" (Éxodo 32:19). Esta pintura representa la famosa historia de Moshé y el pecado del Becerro de Oro. Rembrandt capturó a Moshé en el momento que arrojaba las Tablas al suelo. El color rojo a su alrededor representa la ira de Moshé.

Abraham recibiendo a los ángeles, 1656

Otro famoso relato bíblico que Rembrandt plasmó de forma magnifica es la historia de Abraham y los tres ángeles. Abraham se estaba recuperando tras su circuncisión cuando Dios envió a tres ángeles, tradicionalmente identificados como Gabriel, Mijael y Refael. Ellos llegaron para curar a Abraham y decirle que él y su esposa Sará tendrían un hijo. Sará está de pie junto a la puerta escuchando, antes de reírse de la noticia.

Aunque en la Biblia las tres figuras se describen simplemente como hombres, Rembrandt les añadió alas para dejar clara su identidad angelical. También incluyó al fondo a un niño, Ishmael. Rembrandt le dio al niño un arco en referencia a la descripción bíblica de Ishmael como un arquero.

Abraham era famoso por abrir su tienda a los forasteros, dándoles un lugar para comer y descansar. Su mano hace un gesto a los tres extraños indicándoles "por favor, sírvanse". De nuevo vemos cómo juega Rembrandt con la luz. Sará está de pie en una puerta oscura, con la luz suficiente para poder verla.

3. Henry Ossawa Tanner

Henry Ossawa Tanner fue un artista afroamericano de Pittsburgh, Pensilvania. Él pintó escenas religiosas y de la vida cotidiana con un estilo expresionista y realista. Tanner fue el único estudiante negro en su universidad y contó con el favor del artista Thomas Eakins. De acuerdo con el Instituto Smithsoniano fue la primera persona negra que logró reconocimiento internacional en el siglo XIX. Su padre era obispo de una iglesia episcopal metodista y su madre una ex esclava que había sido enviada a Pittsburg por el ferrocarril subterráneo. Su educación religiosa se refleja en su arte religioso, por el cual es aclamado internacionalmente.

Estudio para Moshé y la zaraza ardiente

Esta bella pintura representa la escena de Moshé y la zarza ardiente, donde escuchó por primera vez que Dios le hablaba. La zarza es una pequeña chispa a la distancia, y Moshé parece acercarse a ella con aprensión.

Las pinceladas son borrosas, pero se destaca el detalle de la figura, así como las montañas del fondo. El uso que Tanner hace de la luz es muy interesante. Moshé está de pie, iluminado, mientras que la zarza está sumida en la oscuridad.

Moshé en los juncos, 1921

Al comienzo del segundo capítulo de Éxodo, el faraón decreta que maten a todos los bebés varones. Para proteger a su hijo, Iojeved, la madre de Moshé, lo coloca en el Nilo dentro de una canasta. Iojeved sabe que los egipcios idolatran el Nilo y que salvarán a su bebé pensando que es un regalo de los dioses. La hija del faraón encuentra a Moshé, lo saca del agua y lo lleva al palacio, donde lo cria como si fuera su hijo.

En hebreo, el nombre Moshé significa "sacado" del agua.

Este cuadro muestra a Iojeved colocando a su bebé en el río, con su hermana Miriam parada a su lado. El río está calmo, y se ve el reflejo de la luna al lado de la canasta. De acuerdo con el instituto Simthsoniano, esta puede ser la presencia de Dios, llevando a Moshé a cumplir su destino liderando a los judíos hacia la libertad. El color azul captura la quietud de la noche y da un sentimiento de tristeza por la madre que se separa de su hijo.

El Muro de los Lamentos, 1898

En sus viajes por el Medio Oriente, Tanner también hizo escala en Israel. Allí observó los paisajes y las vestimentas de los judíos y las bellas escenas que ofrece Israel. Como cristiano, no es sorprendente que Tanner visitara el Muro de los Lamentos, un lugar reconocido por muchos grupos religiosos de todo el mundo.

En la pintura hay hombres y mujeres rezando junto al muro, que es el muro de contención del Monte del Templo. Aunque el color está atenuado por la sombra, hay franjas doradas y rojas en la vestimenta de la mujer que está más cerca de nosotros. El hombre que camina hacia el público parece ser un rabino, con barba gris, un abrigo rojo largo y un sidur.