ODTPA

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Cada vez es más difícil mantener la privacidad de tu vida privada.

La clave de mi computadora es ODTPA: ‘Ocúpate de tus propios asuntos’. Pensé que era apropiada (¡aunque ahora que la he revelado de forma pública tengo que cambiarla!). También pienso que es un lema que podría aplicarse mucho en la sociedad de hoy en día.

Muchas personas no tienen ni siquiera un poco vergüenza de exponer sus vidas privadas en televisión nacional (gracias a los reality shows).

Escuché recientemente una historia sobre una mujer que estaba sometiéndose a un tratamiento de fertilidad, ciertamente un tema privado. "¿Cuántos óvulos congelaste?" preguntó una conocida en una fiesta. Sin timidez, la avergonzada mujer respondió, "¿Por qué? ¿Quieres algunos?".

Límites por favor. Y un poco de sensibilidad.

Otra amiga me contó que alguien a quien acababa de conocer le preguntó si planeaba tener más hijos. "No estoy segura", respondió ella, "¡pero tú serás la primera en saber!".

Camisetas con la sigla ODTPA escrita en letras gigantes parece una forma dura de proceder, pero cada vez es más difícil mantener al mundo a raya, mantener la privacidad de nuestra vida privada, levantar una cerca alrededor de lo que es preciado.

Hace muchos años, yo iba caminando por la calle con mis dos hijos mayores (con diferencia de 11 meses entre ellos) en un cochecito doble y esperando mi tercero. Pasó una mujer conduciendo, miró por segunda vez, paró en seco y se bajó de su auto. Ella corrió hacia mí y me dijo: "Yo me mataría si estuviera en tu situación. Simplemente me mataría". Y se fue. ¡¿Te pregunté?! ¿Acaso me importa tu opinión? ¿Por qué fui sometida a su asalto verbal? ¿Por qué ella simplemente no se ocupa de sus propios asuntos?

Por alguna razón, el dinero sigue siendo tabú. Las mismas personas que piensan que la panza de una mujer embarazada puede ser acariciada públicamente, nunca preguntarían cuanto es el ingreso bruto o neto de alguien. No estoy segura por qué el dinero se mantiene fuera de los límites o por qué es considerado más privado que la discusión de funciones corporales íntimas.

Y hablando de aquello, mi esposo llamó recientemente a un hombre de negocios con quien estudia para concertar una cita. "Él no está hoy en la oficina", dijo su servicial secretaria, "se está haciendo una colonoscopía".

¡Demasiada información! Se quejó mi esposo para sí mismo. ¿Realmente necesitaba saber eso?

"Cuidar la lengua" significa mucho más que abstenerse de los chismes; significa que deberíamos ser cuidadosos con todo lo que decimos. Deberíamos ejercitar juicio y precaución antes de hablar. Deberíamos ser considerados y sensibles y no cruzar límites personales, ¡sin importar cuán curiosos (léase: entrometidos) seamos!

Nos enseñan que las características que definen al pueblo judío son la compasión, la amabilidad y la vergüenza; pero no vergüenza como incomodidad psicológica negativa o debilitante, sino vergüenza en el sentido de modestia, de pudor. Es decir, no exponer absolutamente todo públicamente.

Aferrarse a eso hoy en día no es fácil. E incluso cuando lo intentamos, somos frecuentemente enfrentados por otros a quienes no les interesa hacer esto e intentan romper nuestras barreras. Así que necesitamos encontrar respuestas educadas pero firmes. "Lo siento, mantenemos eso en privado". "No me siento cómoda discutiendo eso en público". "Eso es personal, ¿no te parece?" (Dicho con una sonrisa y no agresivamente). "Hablemos de otra cosa". Y por supuesto, "¿Sabes cómo estará el clima mañana?..."

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