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La rabia, el dolor y la impotencia que sentimos son comprensibles, pero no podemos permitir que estos sentimientos nos paralicen.
La crudeza de las imágenes de nuestros hermanos Eli Sharabi, Ohad Ben Ami y Or Levy, regresando a casa en condiciones aterradoras no solo nos ha confrontado con la barbarie de Hamás, sino también con nuestra propia vulnerabilidad. Hemos sido testigos de cómo la promesa del 'nunca más' se ha roto una vez más. La Shoá nos dejó una herida profunda, una cicatriz que creíamos que nos protegería del antisemitismo. Pero la realidad nos ha golpeado con fuerza de nuevo, recordándonos que la lucha contra el mal, el odio y la intolerancia es una batalla constante.
La rabia, el dolor y la impotencia que sentimos son comprensibles. Pero no podemos permitir que estos sentimientos nos paralicen. Debemos transformarlos en acción, en determinación para seguir luchando por la liberación de todos nuestros hermanos y por la destrucción de aquellos que nos quieren aniquilar. No podemos olvidar el sadismo de Hamás, su desprecio por la vida humana. Pero tampoco podemos olvidar la resiliencia de nuestro pueblo a través de la historia desde el día uno con Abraham dispuesto a morir al kidush Hashem (por Dios), desde ese momento y hasta hoy, el pueblo judío ha demostrado que tenemos la capacidad para levantarnos una y otra vez, a pesar de la adversidad.
Es hora de convertir nuestra indignación en acción. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros hermanos sufren y nuestros enemigos nos acechan. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia.
Porque somos el pueblo que Dios llamó mamlejet kohanim 'líderes morales y espirituales para el mundo' y debemos ser "una la luz para las naciones".
Entonces nuestra misión es clara, entre más densa es la oscuridad, más debemos hacer brillar nuestra luz:
Alcemos nuestra voz contra todo este mal, cada uno de nosotros puede hacerlo en su propio círculo de influencia.
Apoyemos a las organizaciones que trabajan por la liberación de los secuestrados y por la defensa de Israel, y sobre todo a nuestros jayalim 'soldados'.
Apoyemos también a nuestros líderes espirituales y a nuestros jayalim de Torá, nuestros "soldados" que se encargan de mantener viva la conexión con Dios y con nuestro judaísmo a través de su constante estudio de Torá.
Cómo dijo la madre de Romí, la rehén que volvió de Gaza hace unas semanas: "En la comunidad de shomrei Torá 'observantes de la Torá', todos saben los nombres de los secuestrados y de sus madres por que rezan 3 veces al día por su regreso".
Difundamos la verdad sobre lo que está sucediendo, para que el mundo no permanezca indiferente ante la barbarie.
Juntos somos más fuertes, juntos venceremos el mal que nos acecha y podremos construir un futuro de paz y seguridad para nuestro pueblo.
Recordemos que somos responsables el uno del otro. De nosotros depende y cada persona sabe cuál es su parte.
Hoy hagamos una reflexión que nos tomará unos minutos y concretemos en acciones.
¿Qué vas a hacer tu por disipar esta densa oscuridad?
¿Cuál será mi acto de luz hoy, que dedicaré especialmente a esta causa?
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Es siempre lo mismo. Tiene razón, pero de que sirve si siempre tenemos oportunidades y nos dejamos influenciar por los otros? Israel tuvo varias oportunidades de terminar con Irán y su proyecto nuclear como su financiación a los "títeres" ... y No lo hizo, creyendo a que Estados Unidos y a Europa cuanto a la ONU o la historia que después fuera su contra. El levante de Varsovia llegó tarde... como ahora... Israel NO puede depender de las decisiones de los demás que hacen sus negocios. y debemos recordar siempre que "el mayor enemigo de un judío es el proprio judío," y no lo aprendimos... Espero un día tener la oportunidad de publicar unos artículos en merito. Shalom...
Es absurdo que esto aun este pasando 😔