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La tenacidad del pueblo judío para aferrarse a su fe y reconstruir su patria enfrentando la adversidad me conmovió profundamente.
Soy un ciudadano chino común y corriente que vive en Shangai, donde trabajo como director de ventas. En esta etapa de mi vida, tengo una hermosa familia y una esposa amada. En mi tiempo libre, tengo predilección por las películas, particularmente aquellas con mucho rating sobre la guerra, como La lista de Schindler y El pianista. Estas películas me dejaron un profundo entendimiento de los horrores de la guerra y la resiliencia de la humanidad en medio de circunstancias extremas, dándome más empatía por el sufrimiento que soportó el pueblo judío.
Recuerdo claramente que al ver La lista de Schindler en el cine, sentí una abrumadora sensación de rabia e impotencia al ver a judíos inocentes arriados hacia los campos de concentración. En El pianista la lucha del protagonista en medio de los estragos de la guerra transmitía el mensaje de que la supervivencia trasciende la mera existencia física. Se trata del anhelo de dignidad y libertad. Estas películas despertaron mi interés por la situación en Medio Oriente y me obligaron a reflexionar sobre por qué la gente debe soportar tanto sufrimiento y por qué la paz es tan difícil de lograr.
Como un típico ciudadano chino, nunca me imaginé que llegaría a sentirme tan involucrado en el conflicto en el Medio Oriente, ni que me levantaría en apoyo de Israel. Sin embargo, a medida que me adentraba en esa tumultuosa y turbulenta región, descubrí que mis sentimientos hacia Israel eran cada vez más intrincados y profundos. Estos sentimientos no son una mera cuestión de prejuicios, sino que están arraigados en reflrxiones sobre la humanidad, la moralidad, la historia y la afinidad cultural.
Aquí están las razones de mi apoyo a Israel, razones que abarcan lña gravedad histórica y un angelo humano compartido de paz.
En mi exploración de Israel, sentí una fuerte resonancia con la historia del pueblo judío. Tanto los chinos como los judíos hemos soportado largas y tortuosas historias. Nuestros ancestros enfrentaron un profundo sufrimiento pero revivieron sus respectivas culturas con gran resiliencia. Las dificultades que enfrentó el pueblo judío, particularmente durante el Holocausto y su persistencia durante los períodos de exilio, culminando con el eventual establecimiento del estado de Israel, me recordó las luchas y la resistencia del pueblo chino en la historia moderna.
Simon y su esposa
Los chinos soportaron un siglo de humillaciones, desde las Guerras del Opio hasta las invasiones extranjeras y la Guerra de Resistencia contra Japón. Estas experiencias nos han inculcado la importancia de la independencia nacional y la autosuficiencia. Del mismo modo, el pueblo judío soportó largos periodos de persecución y exilio hasta llegar finalmente al estableciendo el estado de Israel en 1948. Este espíritu de autosuficiencia nacional resuena profundamente con el renacimiento histórico de China. La tenacidad del pueblo judío para aferrarse a su fe y reconstruir su patria frente a la adversidad me conmovió profundamente.
Tanto la cultura china como la judía conceden gran importancia a la educación y a los valores familiares. En la cultura judía, el Talmud enfatiza la importancia del estudio y la sabiduría, mientras que en China, el dicho "de todas las cosas, la educación es lo más elevado" se mantuvo como un valor tradicional durante siglos. Estos paralelismos culturales me permiten entender que, a pesar de las diferencias geográficas, compartimos valores y aspiraciones comunes.
Otra razón de mi apoyo a Israel es el reconocimiento de su derecho a la supervivencia nacional y a la autodefensa. Todo país tiene derecho a existir. Este no es sólo es un principio básico del derecho internacional, sino también un pilar ético de la sociedad humana. Desde su fundación, Israel ha enfrentado la hostilidad y las amenazas de guerra de los países vecinos, con varios conflictos que casi lo borran del mapa. Sin embargo, gracias a su determinación y capacidad defensiva, el pueblo judío ha logrado evitar el desastre una y otra vez.
Creo que todo país, independientemente de su tamaño, etnia o credo, tiene derecho a proteger a su pueblo y defender su territorio. Especialmente en una región tan volátil, la supervivencia y la seguridad son primordiales. La fuerza militar de Israel no es para conquistar, sino para garantizar la supervivencia de la nación y la seguridad de su pueblo. Como ciudadano chino, comprendo la necesidad de reforzar la autodefensa en un entorno hostil.
Apoyar el derecho de Israel a existir no significa negar a otras naciones. En Medio Oriente, el sufrimiento del pueblo palestino también merece nuestra simpatía. Sin embargo, comprender las medidas defensivas de Israel y reconocer sus esfuerzos por sobrevivir son razones fundamentales de mi apoyo a Israel.
La cobertura de los medios de comunicación internacionales sobre el Medio Oriente a menudo es tendenciosa, lo que lleva a una percepción sesgada del conflicto. A veces se presenta a Israel como el "matón" y a los palestinos como víctimas inocentes. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja que una simple dicotomía de "fuertes contra débiles".
A través de la lectura y la investigación, he llegado a entender el conflicto de Medio Oriente como uno con intrincadas complejidades históricas y políticas, que implican no sólo a Israel y Palestina, sino también a otras naciones árabes y a potencias mundiales. Recuerdo que una noche, durante la cena, hablé con mi esposa sobre este conflicto. Con sus ojos llenos de confusión y preocupación preguntó: "¿Por qué no pueden sentarse y hablar?".
Le respondí: "¿Cómo se puede hablar con terroristas?".
"¿Qué es exactamente lo que ha hecho Hamás?", me preguntó.
Le expliqué: "Hamás ha llevado a cabo atentados suicidas, ha disparado cohetes y morteros contra escuelas e instalaciones industriales y ha excavado túneles en Israel para realizar incursiones o secuestros. Estas acciones han causado numerosas víctimas civiles, y la comunidad internacional ha condenado repetidamente a Hamás como una organización terrorista".
Ella frunció el ceño y dijo: "¿Acaso eso no es un acto de guerra? ¿Qué hizo la ONU?".
Sonreí con amargura: "Emitió algunas condenas y sanciones triviales".
Los dos nos quedamos callados un rato. Entonces ella preguntó: "¿Por qué algunos medios de comunicación acusan a Israel de masacrar civiles?".
Suspiré. "Ya sabes, algunas personas sólo ven su propio punto de vista, no el bien o el mal". Tras una pausa, añadí: "Y existe esa lógica absurda de que la parte más débil siempre tiene razón".
Recientemente, Israel se ha visto asediado desde múltiples frentes: enfrenta ataques desde Gaza, el Líbano, Siria, Cisjordania, Irak, Yemen e Irán. El ministro de Defensa israelí informó que la nación está siendo atacada desde siete frentes diferentes, incluidos grupos como Hamás y Hezbolá en el Líbano. Ante estas amenazas, Israel se ha visto obligada a adoptar medidas defensivas de amplio alcance para mantener la seguridad. Este conflicto de múltiples frentes ilustra aún más la grave situación a la que se enfrenta Israel para garantizar su supervivencia y los inmensos esfuerzos necesarios para mantener la estabilidad en tales condiciones.
Como ciudadano chino, siento un profundo malestar y repugnancia ante los actos terroristas de Hamás y Hezbolá. Organizaciones como éstas emplean tácticas terroristas: atentados suicidas, ataques con cohetes contra civiles, causando miedo y muerte, y socavando gravemente la estabilidad regional. Independientemente de sus objetivos políticos, tales actos son inaceptables y una afrenta a los valores humanos fundamentales. Al ser testigo de cómo los civiles israelíes viven en constante temor a los ataques con cohetes, comprendo la brutalidad de la situación y comprendo mejor la necesidad de Israel de adoptar medidas defensivas. No es sólo un deber nacional; es la obligación de cualquier sociedad para con su pueblo.
Apoyar a Israel también significa apoyar los esfuerzos por resolver los conflictos por medios pacíficos. A pesar de los continuos conflictos, hubo intentos de paz entre Israel y Palestina, como los Acuerdos de Oslo de 1993. Aunque estos intentos no lograron una paz duradera, al menos representaban las aspiraciones de paz de ambas partes. Creo que sólo la paz puede dar seguridad y prosperidad duraderas a ambos pueblos.
Otra razón por la que apoyo a Israel es porque aprecio sus logros en tecnología e innovación. A pesar de su pequeño tamaño y de sus limitados recursos naturales, Israel ha logrado notables avances en campos como la agricultura, la medicina y la ciberseguridad. Por ejemplo, la tecnología israelí de riego por goteo ha mejorado enormemente la productividad agrícola en muchos países, mientras que los avances en tecnología médica y farmacéutica han beneficiado a personas de todo el mundo.
Como ciudadano chino, veo numerosas colaboraciones entre China e Israel, por ejemplo en tecnología agrícola y campos de alta tecnología. Estas asociaciones no sólo han reportado beneficios económicos, sino que también han fomentado los intercambios y el entendimiento entre nuestros pueblos. El espíritu de innovación que muestra Israel personifica la resiliencia de un pueblo que se esfuerza constantemente por alcanzar la excelencia frente a la adversidad, un espíritu que impulsa el progreso humano.
Aunque apoyo a Israel, también quiero subrayar mi simpatía por la difícil situación del pueblo palestino. Apoyar a Israel no implica ignorar el sufrimiento palestino. También me preocupan los civiles palestinos que han padecido un inmenso sufrimiento, perdiendo sus hogares y a sus seres queridos. Ya sea israelíes o palestinos, la guerra conlleva un profundo sufrimiento para todos.
Como ciudadano chino, creo que siempre deben defenderse los principios humanitarios. Independientemente de los complejos factores políticos que subyacen a los conflictos, debemos recordar que las víctimas suelen ser civiles inocentes, personas como nosotros que simplemente desean una vida estable. Por lo tanto, aunque apoyo a Israel, también espero que el pueblo palestino pueda vivir en paz. Creo que la paz es la esperanza común de ambos pueblos y, de hecho, de toda la humanidad.
China siempre ha abogado por la coexistencia pacífica y la no injerencia, lo que constituye una de las principales razones de su respeto en la comunidad internacional. Espero ver a los países, en particular a los que llevan mucho tiempo envueltos en conflictos, como Israel y Palestina, resolver sus problemas mediante el diálogo y la negociación. La cooperación entre China e Israel va más allá de la política y abarca intercambios culturales y tecnológicos. Espero que la amistad entre China e Israel siga profundizándose, contribuyendo aún más a la paz y el desarrollo mundial.
Aunque estemos lejos, en Oriente, también nosotros tenemos la responsabilidad de abordar los asuntos internacionales con apertura y tolerancia, contribuyendo, aunque sea modestamente, a la paz y la estabilidad mundial. Apoyar a Israel no significa tomar partido, sino buscar un camino hacia la paz en medio del conflicto, permitiendo a cada nación vivir pacíficamente en su propia tierra.
Apoyar a Israel no significa tener todas las respuestas a la crisis del Medio Oriente. Este apoyo se basa en reflexiones sobre la historia, la humanidad y el futuro; es una admiración por la perseverancia de una nación a través del sufrimiento y una esperanza de paz y estabilidad. Soy muy consciente de que la paz en Medio Oriente es difícil de alcanzar, pero sigo esperando que Israel y Palestina puedan deponer las armas y buscar una paz auténtica mediante el diálogo y la cooperación.
Espero que la gente de todo el mundo pueda comprender el sufrimiento y las aspiraciones de los demás y encontrar valores y objetivos comunes. Sólo entonces podremos trascender realmente las diferencias étnicas, religiosas y culturales y construir juntos un mundo mejor. Apoyar a Israel es mi humilde llamamiento a la paz y mi esperanza de un futuro compartido para toda la humanidad.
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Muy buen comemtario, ojala todo el MUNDO pensara igual.