Por qué tomamos malas decisiones

01/10/2024

3 min de lectura

Elegir la vida no es tan obvio. Aquí hay una herramienta práctica justo a tiempo para Rosh Hashaná.

Choose life. Escoge la vida

Esta frase omnipresente en camisetas y publicaciones de Instagram procede de la porción de la Torá que se lee antes de Rosh Hashaná: "He puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. ¡Escoge la vida!" (Deuteronomio 30:20).

¿Pero quién necesita que le digan que escoja la vida? Al enfrentar la elección entre la bendición y la maldición, la vida y la muerte, ¿realmente necesitas que Dios te diga qué te conviene elegir?

Aparentemente sí. Este es el por qué.

Dado que Dios es infinito, Él no tiene necesidades. Es Uno y completo, sin carencias. Por lo tanto, Él no obtiene nada por haber creado el universo. Él no necesita que le acariciemos el ego cuando le rezamos. La vida es un regalo para nosotros, no para Él. Y es un regalo perfectamente altruista, de una forma que nuestras mentes finitas no pueden llegar a captar, porque sin importar lo desinteresados que seamos, siempre obtenemos algo a cambio. Obtenemos el placer y la profunda satisfacción que viene de dar.

Dios quiere que tengamos el máximo placer y sentido. Somos buscadores de placer y satisfacción. Es algo intrínseco a nuestro mismo ser. Todo lo que hacemos surge de nuestro deseo de lograr alguna clase de plenitud y satisfacción.

Pero si estamos programados para buscar el placer y el sentido, ¿cómo es posible que alguien elija lo contrario y actúe de formas que conducen al vacío, la insatisfacción y la destrucción?

Porque hay una parte inferior de nuestro ser que intenta seducirnos a hacer cosas que en definitiva van en contra de nuestros intereses. Este ser más bajo es un genio del subterfugio, vendiéndonos el brillo a corto plazo que enmascara las consecuencias negativas que sin duda tendrán lugar. Entonces, nuestro cerebro reptil nos dice: "Necesitas desconectarte, todo este estrés no es bueno para ti. Fúmate ese porro, bebe ese vino, date un atracón de series en Netflix. Sabes que eso es lo que deseas…" Nos vemos confundidos y seducidos, y nos conformamos con placeres falsos que en definitiva nos dejan desinflados, entumecidos y sin valor.

El mal se racionaliza. Una maldición se presenta como una bendición, y en vez de elegir la vida, nos vemos tentados a escoger la muerte. El instinto de muerte freudiano fue sucintamente expuesto en el Talmud: "La Inclinación al Mal de la persona la vence cada día y trata de matarla" (Sucot 52b).

Nos confundimos y sucumbimos en garras de la comodidad y la evasión del dolor, renunciando a los verdaderos placeres que sólo se obtienen y se ganan con mucho esfuerzo.

Por eso Dios nos instruye: ¡Escoge la vida! Aléjate de la confusión y no te dejes atrapar por el placer falso que lo único que te ofrece es evasión y vacío, un suicidio en cuotas.

En Rosh Hashaná le suplicamos a Dios: "¡Recuérdanos para la vida!" Queremos ser sellados en el Libro de la Vida, tomar las elecciones que darán real significado y satisfacción. Rav Nóaj Weinberg solía decir: "La batalla por la vida es la batalla por la cordura". No te permitas confundirte y caer en esa madriguera. Una de las armas más efectivas en la batalla para elegir la vida es la claridad. Desenmascara la confusión y mírala como lo que realmente es: una trampa mortal.

Un amigo me envió una lista de recordatorios diarios escrita por Greg Isenberg, cofundador y director ejecutivo de "Late Checkout". Me parece que es una herramienta poderosa para obtener claridad y no permitir a nuestro yo inferior desviarnos del camino. Greg capta magistralmente algunas de las elecciones diarias que enfrentamos, articulando los dos lados opuestos, la vida y la muerte, la bendición y la maldición.

El primer paso en la batalla es conocer a tu enemigo. Entender a qué te enfrentas y obtener claridad para tomar elecciones sanas y productivas. La lista de Greg puede ayudarnos a incrementar nuestra consciencia:

  • Asustado —» Asume un riesgo
  • Atascado —» Camina
  • Cansado —» Duerme
  • Confuso —» Pregunta
  • Frustrado —» Muévete
  • Agotado —» Tómate un día libre
  • Impaciente —» Revisa el progreso
  • Piensas demasiado —» Escribe
  • Desmotivado —» Recuerda tu "por qué"

Agregué a la lista mis propias ideas y te sugiero que agregues también las tuyas:

  • No querido —» Da
  • Enfadado —» Empatiza
  • Infeliz —» Valora
  • Desesperanzado —» Reza
  • Sin rumbo —» Haz introspección
  • Apático —» Crea

Shaná Tová. Que Dios te bendiga con un año repleto de buena salud, alegría y claridad para elegir de forma consistente la vida.

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