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Preguntas para debatir con tu familia tras un año difícil para el pueblo judío.
Este año seguimos rezando por el regreso de los rehenes que aún permanecen en cautiverio, y muchos Séders volverán a incluir una silla vacía y una plegaria por un rehén que aún espera volver a casa.
Hacerte a ti mismo y a tu familia preguntas significativas en la mesa del Séder puede ayudar a transformar Pésaj en una oportunidad para reflexionar, crecer y aportar algo de luz inspiradora a la oscuridad. Aquí tienes algunas preguntas significativas para formular este año en tu Séder.
Pésaj es un momento para reflexionar sobre las veces en que te sentiste atascado en un lugar estrecho y, de algún modo, encontraste una forma de salir adelante. ¿Qué te ayudó a ver esperanza y posibilidades? ¿Qué aprendiste de esa experiencia? ¿Qué crees que te mantiene atascado en la vida y qué crees que te ayuda a superar perspectivas estrechas y limitaciones?
El Séder comienza con el kidush, que es un momento para santificar la festividad y su preciosa oportunidad de ayudarte en tus propios desafíos y espacios estrechos. Tómate un momento para expresar y sentir gratitud a Dios por las veces en que te ayudó a encontrar un camino.
En la mesa del Séder, la Hagadá te guía a través de la historia del pueblo judío desde el principio. Describe el dolor y el desafío de nuestro sufrimiento en Egipto, pero también la fe y el milagro de nuestra redención.
¿Dónde comenzó la historia de tu familia y cuáles fueron los momentos de redención que llevaron al milagro de que todos estén hoy sentados en tu mesa? Cuando digas la bendición de Shehejeianu, piensa en todos los momentos y experiencias, grandes y pequeños, que los han llevado a ti y a tu familia hasta este momento.
Hay muchos eventos y momentos claves en la Hagadá que cambiaron no sólo el curso de la historia judía, sino también la forma en que el pueblo judío se veía a sí mismo y su rol en el mundo. ¿Ves tu propósito en este mundo de manera diferente? ¿Crees que el 7 de octubre cambió tu rol o tu responsabilidad como judío? ¿Cómo crees que cambiará nuestra historia y nuestro relato como nación?
Cuando digas: “En cada generación se levantan contra nosotros para destruirnos. Pero el Santo, Bendito sea, nos salva de sus manos”, piensa en el milagro de la supervivencia judía a lo largo de la historia. Reflexiona sobre la milagrosa supervivencia de los rehenes que han regresado a casa y sobre el coraje y la tenacidad que han mostrado los judíos de todo el mundo en estos tiempos turbulentos.
Al final de la Hagadá, recitamos la plegaria de Halel, que expresa gratitud a Dios por todo lo que tenemos en nuestra vida. Reflexiona sobre aquello por lo que te sientes más agradecido en este momento al estar sentado en la mesa del Séder con tu familia.
Cuando los rehenes regresaron a casa, expresaron gratitud por los gestos y momentos más pequeños que tan a menudo damos por sentados. Estaban agradecidos de poder tomar la mano de su cónyuge. De oír la risa de sus hijos. De abrazar a sus abuelos y hermanos. De ver el cielo. De acariciar a su perro. Pero más que nada, estaban agradecidos porque finalmente estaban libres.
En última instancia, Pésaj se trata de celebrar esta libertad que te permite seguir viviendo como judío y reunir a tus hijos en torno a tu mesa del Séder, del mismo modo que tus bisabuelos reunieron a los suyos. La libertad de contar la historia de tu familia. La libertad de buscar la verdad incluso cuando otros intentan ocultarla. La libertad de decir gracias a Aquel que nos ha traído a todos, una vez más este año, a nuestras mesas de Séder.
Que todos los rehenes que aún quedan cautivos regresen pronto a casa y ocupen su lugar en torno a sus propias mesas familiares. Y que el pueblo judío sea redimido de su sufrimiento hoy.
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