Prestigiosa revista médica admite su error

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Tres años después de sus calumnias contra Israel, la revista médica The Lancet admitió su error.

The Lancet, una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, publicó recientemente una edición especial dedicada a la medicina de clase mundial que hay en Israel. Además de ser informativo, este último ejemplar es también un destacable acto de expiación por el terrible mal que hizo la revista al estado judío hace tres años.

La inusual historia comenzó en julio del 2014, cuando luego de encontrarse bajo un constante ataque de misiles desde Gaza, el ejército israelí (las FDI) peleó de vuelta, destruyendo plataformas de lanzamiento de misiles y otras infraestructuras militares en una pelea que duró varias semanas y que fue llamada Operación Margen Protector. Durante el conflicto cayeron cerca de 5.000 misiles sobre las ciudades israelíes. 66 soldados israelíes fueron asesinados, además de 6 civiles entre los que se contaban niños. Las fuerzas israelíes descubrieron también una red de túneles subterráneos que iban desde Gaza al estado judío. Hamás había posicionado sus plataformas de lanzamiento de misiles en medio de áreas civiles, incluyendo el hospital Al-Shifa. Cuando las fuerzas israelíes repartieron panfletos advirtiendo a los civiles que se alejaran de las áreas que habían sido identificadas como blancos militares, Hamás les ordenó que se quedaran. No es ninguna sorpresa por lo tanto que hubieran tantas bajas entre la población de Gaza: cerca de 2127 entre combatientes de Hamás y civiles.

La carta glorificaba a Hamás, describiéndolo como comprometido a resolver el conflicto político “sin armas ni daños”.

Durante el conflicto, The Lancet, la revista médica más reconocida de Gran Bretaña, decidió dar el inusual paso de involucrarse en el asunto. En la edición publicada el 30 de julio del 2014, incluyeron una “Carta abierta para los habitantes de Gaza”. La carta, escrita por cinco prominentes doctores y firmada por otros 19, sorprendió a muchos por su tono agresivo y por su prejuiciosa perspectiva.

El Dr. Karl Skorecki, un alto funcionario del hospital Rambam de Haifa, fue uno de los muchos doctores de Israel y del mundo que se horrorizó por el tono de la carta. En una entrevista exclusiva para AishLatino.com, Dr. Skorecki la recuerda como “un ataque unilateral, con malas intenciones y enfermo que venía de un lugar de odio… Acusaba a los profesionales médicos de Israel de ser cómplices de actividades inhumanas. Era una demonización”.

Haciendo caso omiso al uso que hizo Hamás de escudos humanos, a sus ataques deliberados en contra de civiles, y a su práctica de esconder plataformas de lanzamiento de misiles y arsenales de armamento en medio de escuelas y centros médicos, la carta abierta acusaba a Israel de mentir para crear un estado de emergencia, de realizar una “masacre”, y de perseguir el sanguinario objetivo de “aterrorizar y dañar al alma y al cuerpo”. La carta glorificaba a Hamás describiéndolo como comprometido a resolver el conflicto político “sin armas ni daños”.

En las semanas posteriores a la publicación, la ONG Monitor, un grupo de seguimiento de medios basado en Jerusalem, reveló que los autores de la carta tenían vínculos con agrupaciones antisemitas. Dos de ellos habían compartido un video de David Duke, el ex líder del Ku Kux Klan, manifestándose en contra de los judíos e Israel. Uno de los autores había reenviado un mensaje en el que se afirmaba que los judíos y sionistas estaban detrás del atentado de Boston, mientras que otro autor había viajado a Gaza como muestra de solidaridad durante el conflicto.

Prof. Richard Horton

El editor en jefe de The Lancet, profesor Richard Horton, a pesar de anunciar que se “arrepentía profundamente” por la “completamente innecesaria polarización” que había causado la carta, evitó condenar la carta misma, decidiendo mantenerla accesible en la página web de The Lancet.

Invitación a Israel

Varios doctores judíos a lo largo de Gran Bretaña escribieron a The Lancet. En Israel, muchos profesores de la escuela de medicina renunciaron a consejos de asesores que estaban vinculados a la revista. En el prestigioso hospital Rambam de Haifa, el personal también estaba enfurecido, y decidieron enviar una carta a The Lancet, la cual no fue publicada. Pero en lugar de dejarse llevar por la rabia, los doctores y empleados del hospital Rambam decidieron enfrentar la situación de una manera completamente distinta.

“Invitémoslos”, sugirió el profesor Karl Skorecki, director del departamento de Desarrollo e Investigación Médica del hospital Rambam, refiriéndose al editor responsable de publicar la carta. Según recuerda el profesor Rafael Beyar, director general del hospital, al equipo le encantó la idea. “Pareciera que hay varias cosas básicas que no sabe sobre esta religión”, señalaron los doctores. “Debe ver la realidad de la vida médica en Israel”.

La mejor forma para que la gente entienda el punto de vista de Israel, es que lo vean con sus propios ojos.

El Dr. Skorecki, nativo de Canadá, se mudó a Israel con su esposa por su profundo amor al pueblo y estado judío. Teniendo parientes, amigos y colegas trabajando en distintas instalaciones médicas a lo largo de Israel, incluyendo las FDI, él sabía que la complejidad que representa Israel no siempre es entendida por la gente en el extranjero. “Mi experiencia siempre ha sido que la mejor forma para que la gente entienda el punto de vista de Israel, es que lo vean con sus propios ojos”, explica.

Dr. Karl Skorecki

Entonces escribió una corta carta al editor en jefe de The Lancet, Richard Horton, sugiriéndole que viera la situación en Israel con sus propios ojos antes de sacar conclusiones, e invitándolo a visitar el estado judío. El Dr. Horton, quien había visitado Gaza y Cisjordania muchas veces, pero que nunca había sido invitado a Israel, aceptó la propuesta.

Los ojos bien abiertos

Cuando el profesor Horton aterrizó en Haifa en Septiembre del 2014, lo esperaba una revelación tras otra. Rambam es el hospital más grande del norte de Israel. Como explicó David Ratner, portavoz del hospital, a AishLatino.com, la ubicación del hospital genera que trata a muchos sirios heridos que cruzaron la frontera en búsqueda de atención médica. Rambam también atiende a muchos palestinos de Cisjordania. Más de un cuarto del equipo de Rambam son árabes israelíes. En los tres días que duró su viaje, el profesor Horton conoció a la comunidad de Rambam, y se reunió tanto con comunidades árabes de Haifa, Acre y Tel Aviv, como con el rabino en jefe de Acre.

Uno de los momentos más conmovedores ocurrió en la ciudad norteña de Nahariya, donde el Dr. Horton visitó el Centro Médico de Galilea Occidental y conoció a su director, Dr. Masad Barhoum, un árabe israelí que estaba orgulloso de ser israelí. El Dr. Horton estaba presente cuando le eran removidos los parches a un paciente sirio que había sido llevado a Israel para recibir tratamiento médico de urgencia. La primera persona a la que vio este paciente fue al Dr. Horton, y le dijo cuán agradecido estaba con Israel, cómo había sido tratado con gran amor en el estado judío, y cuán feliz estaba de encontrarse en aquel hospital.

Mientras paseaban por el norte, el Dr. Horton y el Dr. Skorecki se hicieron buenos amigos. La visita se llevó a cabo entre Rosh Hashaná y Iom Kipur, y el Dr. Skorecki le explicó que esa era una época de introspección en la que el pueblo judío revisaba sus errores y decidía mejorar para el futuro. También explicó el origen del nombre del hospital, Rambam, el cual hacía referencia al gran sabio judío del siglo XII que escribió, entre otros temas, sobre al proceso judío de teshuvá, arrepentimiento. El primer paso para superar el error, escribe el Rambam, es darnos cuenta de nuestro error.

“Admite, pide perdón, da los pasos necesarios para corregir el error, da los pasos necesarios para no repetir el error, y rectifica el mal cometido… creo que esa es una manera mucho más judía” de enfocar los errores, explicó el Dr. Skorecki.

Y el Dr. Horton se lo tomó en serio.

El Dr. Horton fue invitado a dirigir unas palabras al personal del hospital Rambam. Se mostró maravillado por la “inmerecida” cálida recepción que había tenido en el estado judío, y le agradeció al Dr. Beyar y al Dr. Skorecki por su increíble “coraje, apertura y generosidad de espíritu” que habían mostrado al ponerse en contacto con él “en tales circunstancias”. Durante su visita, y como acto de conciliación. El Dr. Horton sugirió que se hiciera una edición de The Lancet enfocado en Israel, en el que compartiera la complejidad y hermosura del estado judío que había experimentado con los lectores del mundo.

El profesor Horton escribió que “se arrepiente muy profundamente” por el ataque de su revista al estado judío.

Luego de la visita, el profesor Horton escribió que “se arrepiente muy profundamente” por el ataque de su revista al estado judío. “En Rambam vi un inspirador modelo de sociedad entre árabes y judíos… Vi a Rambam ofreciendo una mano abierta, la cual era tomada con gusto por familias de Gaza, de Cisjordania y de Siria, donde vivían situaciones de peligro mortal. Vi a Rambam como un ejemplo de una visión de un futuro pacífico y productivo entre los pueblos, lo cual descubrí que existe en los hospitales de Israel”. La carta abierta “no expresaba el nivel de complejidad que hay en Israel, y es ese nivel de complejidad el que presencié la semana pasada, y luego de haberlo visto, quiero construir algo… para que nunca más publiquemos una carta como esa… Lo que vi (en Israel) contradecía directamente la carta”. (Lamentablemente, la carta sigue disponible en el sitio web de The Lancet).

El Dr. Skorecki y sus colegas en el hospital Rambam y en otros hospitales continuaron invitando al Dr. Horton a Israel, y él aceptó sus invitaciones, realizando numerosas visitas al estado judío y forjando cercanos lazos profesionales y amistades. Luego de años de duro trabajo y colaboración, el mundo se sorprendió el 8 de mayo del 2017 cuando The Lancet dedicó una edición entera al sistema de salud israelí. Titulado “La salud en Israel”, la presente edición contiene diez artículos escritos por doctores israelíes y profesores de medicina. El profesor Horton orgulloso la describió como el estudio independiente más profundo que se haya publicado sobre el sistema de salud de Israel.

La edición destaca algunos logros del sistema de salud israelí, incluyendo la continua alza de la esperanza de vida (Israel ahora esta cuarto en el mundo para hombres y undécimo para mujeres), y el hecho de que Israel tiene la menor tasa de mortalidad infantil de la OCDE. Entre los artículos se encuentra “Una nación de salud digital: El gran centro global de innovación de big data”, “Israel: una nación start up de las ciencias de la vida”, y “Manos de ayuda en una frontera desgarrada por la guerra: el esfuerzo médico israelí para tratar a las víctimas de la guerra civil siria”.

El profesor Horton admitió su error, y eso no ha sido todo. “La edición especial sobre Israel no será un proyecto de una vez”, prometió. “Es el comienzo de una sociedad de gran cercanía”

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