Profesor Felicidad

4 min de lectura

Preguntas y respuestas con el popular profesor de Harvard y autor de varios libros éxitos de venta.

El israelí que introdujo y enseñó el curso más popular de la Universidad de Harvard, "La Ciencia de la Felicidad", ha vuelto a Israel después de 15 años en el exterior. Y resulta ser que es más feliz en su tierra natal.

"La razón principal es la familia", dice el profesor Tal Ben-Shahar. Ahora está enseñando el mismo curso en IDC-Herzliya, una universidad privada israelí.

Nacido en 1970 en el área de Tel Aviv, Ben-Shahar dejó Israel para ir a Estados Unidos en 1992, después de completar su servicio militar. Obtuvo un doctorado en filosofía en Harvard, trabajó durante dos años en Singapur como conductista organizacional para una compañía israelí y estudió educación durante un año en Inglaterra. Viajó por todo el mundo jugando squash profesionalmente, y ganó tanto el campeonato interuniversitario norteamericano como el campeonato nacional israelí de squash.

Un espectacular nuevo video documental llamado Israel Desde Adentro: Cómo una Pequeña Nación Hace una Gran Diferencia, examina a Israel a través de los ojos de Ben-Shahar mientras este vuelve a casa con su esposa Tami y sus tres niños. El film fue exhibido en las principales ciudades de Estados Unidos y en la televisión pública de dicho país, y luego fue traducido a otros idiomas.

“Cuando regresé, me di cuenta que el tiempo y la distancia me hicieron ver a Israel bajo una luz completamente distinta", explica en el video. "El Israel al que volví no es el mismo que dejé… Israel no sólo se unió al siglo 21; en muchos aspectos está ahora liderando el camino".

La cantidad de tiempo que pasamos con la gente que queremos y que nos quiere es el principal indicador de felicidad.

Ben-Shahar da clases sobre liderazgo, educación, ética, felicidad, autoestima, capacidad de adaptación, fijación de objetivos y conciencia. Escribió los libros éxitos de venta “Happier” (Más Feliz) y “Being Happy” (Siendo Feliz), que han sido traducidos a 25 idiomas. Recientemente co-escribió dos libros para niños, en hebreo, sobre gente real que aplica los principios de la psicología positiva para luchar con las dificultades, y cofundó una organización dedicada a esparcir la psicología positiva.

P: Un sondeo de opinión pública realizado por la empresa Gallup sobre el nivel de felicidad de los residentes de los distintos países clasificó a Israel en el séptimo lugar entre 124 países. ¿Por qué cree que el 63 por ciento de los israelíes encuestados dijeron que eran felices – más que en Estados Unidos o Inglaterra?

Ben-Shahar: Es por nuestro foco en las relaciones. Los amigos y la familia son lo más importante en nuestra escala de valores, y pasar tiempo con ellos es considerado una prioridad. La cantidad de tiempo que pasamos con la gente que queremos y que nos quiere es el principal indicador de felicidad.

P: ¿Cuál es el origen de su interés por la psicología positiva?

Ben-Shahar: Me iba bien como estudiante de Harvard, era un atleta top, tenía una buena vida social – pero era infeliz. Quería superar ese desafío personal y explorar los escritos de los grandes pensadores del pasado –Confucio, Lao Tzu, Aristóteles y Platón – al igual que los investigadores contemporáneos. Esos trabajos me ayudaron a ser más feliz, y luego quise compartir lo que había aprendido con los demás.

[Hace unos años, Ben-Shahar dio un curso online autorizado para Aish llamado "Psicología Positiva y Judaísmo". Allí explicó: "Muchas de las ideas "descubiertas" por los psicólogos modernos han estado, en realidad, presentes por miles de años en las fuentes tradicionales judías].

P: ¿Cómo definiría la felicidad?

Ben-Shahar: Felicidad es la sensación general de placer y significado. Una persona feliz disfruta las emociones positivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado. La definición no se refiere a un momento en particular, sino a un agregado generalizado de nuestras vivencias: Puede que una persona experimente dolor ocasionalmente, pero que sea feliz en lo global. Para llevar una vida feliz debemos experimentar, tanto como sea posible, la combinación de placer y significado. Si considero que mi trabajo es significativo, pero no placentero, no estaré feliz haciéndolo y en el largo plazo estallaré. Si considero que lo que hago es placentero pero carente de significado, perderé el interés con rapidez.

Los Siete Pasos de Tal Ben-Shahar para la Felicidad

(1) Permítete ser humano. Cuando aceptamos las emociones como algo natural tenemos más probabilidades de superarlas. Rechazar nuestras emociones – tanto las positivas como las negativas – lleva a la frustración y a la infelicidad. Somos una cultura obsesionada con el placer y creemos que el indicador de una buena vida es la ausencia de incomodidad. Cuando sentimos dolor creemos que es un indicador de que algo está mal. En realidad, hay algo mal con nosotros si nunca estamos tristes o ansiosos. Cuando nos permitimos vivir experiencias dolorosas tenemos más probabilidades de abrirnos a las emociones positivas.

Artículo Relacionado: El Secreto de la Felicidad.

(2) La felicidad yace en la intersección entre placer y significado. Ya sea en el trabajo o en la casa, el objetivo es hacer actividades que sean personalmente significativas y placenteras. Cuando esto no es posible, asegúrate de tener impulsadores de felicidad – momentos durante la semana que te dan tanto placer como significado. La investigación muestra que una o dos horas de una experiencia significativa y placentera puede afectar la calidad de todo un día e incluso de toda una semana.

(3) Mantén en mente que la felicidad depende principalmente de nuestro estado de ánimo y no de nuestro estatus o de nuestra cuenta bancaria. Exceptuando circunstancias extremas, nuestro nivel de bienestar es determinado por nuestra elección sobre en qué queremos poner el foco y por nuestra interpretación de eventos externos. ¿Nos enfocamos en la mitad llena o en la mitad vacía del vaso? ¿Vemos los fracasos como catástrofes o como oportunidades de aprendizaje?

(4) ¡Simplifica! Por lo general estamos demasiado ocupados, tratando de meter más y más actividades en menos y menos tiempo. La cantidad influye en la calidad, y resignamos nuestra felicidad al tratar de hacer demasiado. Saber cuándo decirles "no" a los demás a menudo significa decirnos "sí" a nosotros mismos.

(5) Recuerda la conexión entre cuerpo y mente. Lo que hacemos – o no hacemos – con nuestros cuerpos influye a nuestra mente. Ejercicio regular, sueño adecuado y hábitos alimenticios saludables llevan tanto a la salud física como a la salud mental.

(6) Expresa gratitud, siempre que sea posible. Demasiado a menudo damos nuestra vida por sentado. Aprende a apreciar y saborear las cosas maravillosas de la vida, desde la gente a la comida, desde la naturaleza a una sonrisa.

(7) El principal indicador de felicidad es el tiempo que pasamos con la gente que queremos y que nos quiere. La fuente más importante de felicidad puede ser la persona que está sentada a tu lado. Aprecia a tus seres queridos. Saborea el tiempo que pasan juntos.

Publicado originalmente en inglés en Israel21c.

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