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Aprender a escuchar es más importante que saber hablar.
Cuántos problemas en la relaciones personales se podrían evitar o dejarían de existir, si en lugar de tener una lista de conceptos para aclarar y discutir, se tuviera la disposición sincera para escuchar y entender qué es lo que se está diciendo.
Cuando uno habla, está tan enfocado en lo que dice, que no se toma el tiempo para escuchar y entender las reacciones de las personas con las que está hablando.
Una regla que nunca falla es que: si tienes que repetir siempre lo mismo, es obvio que lo que dices no está funcionando. Cuando esto sucede, lo más probable es que hay una persona que habla mucho y una persona que se desconecta o simplemente deja de escuchar.
El cambio de enfoque sería: reconocer que aprender a escuchar es el ingrediente principal para poder hablar. Así entonces, cuando uno se pregunta "¿Por qué no me escuchan cuando hablo?", se podría cambiar en vez a una cuestión reflexiva, de responsabilidad y conciencia, en donde la preocupación más bien pudiera ser: "¿Entiendo y escucho lo que me están queriendo decir, o me estoy imponiendo y me estoy defendiendo?".
El cambio de atención y el dejar la culpa, el enojo y la frustración, permite que la comunicación fluya y que la persona con la que se está hablando no se sienta criticada, ni ofendida.
Escuchar es un arte. Vivimos en un mundo lleno de ruido. Siempre hay nuevas ideas que se entrometen y no dejan ver las cosas con claridad. Saber escuchar, es una habilidad que se tiene que aprender a desarrollar y se perfecciona con la práctica.
Uno de los problemas comunes en la comunicación tiene que ver con la forma como uno percibe lo que escucha. Hay que dejar de tomar las palabras de forma personal, porque esta actitud hace que la conversación se lleve a cabo en un tono defensivo y agresivo.
Además, la persona que escucha de esta forma, siente la necesidad de justificarse, defenderse, corregir, limpiar su culpa y hasta insiste en que tiene otra mejor narrativa para explicar la situación. En lugar de comunicarse y resolver las diferencias, se crea una lucha de poder que no soluciona nada.
La realidad es que no se puede hablar y escuchar a la misma vez.
Las interrupciones son la evidencia más clara de que uno no está escuchando. De hecho, ni siquiera tiene paciencia para terminar de oír lo que el otro quiere expresar.
Para comunicarse efectivamente: No hay que sermonear, ni ofender al hablar. Es mejor ser claro y conciso, sin repetir la misma idea dos veces. No utilizar la culpa, ni sentirse superior al hablar. Dejar las comparaciones a un lado y desde luego, no hacer promesas, ni pedir lo que no se puede cumplir.
Una comunicación efectiva da resultados de inmediato. Uno se comunica con las palabras, con el silencio y con el lenguaje corporal.
Ingredientes:
Afirmación positiva:
Me puedo comunicar efectivamente con las personas que me rodean. Entiendo que tengo que aprender a escuchar, sin juzgar, criticar o defenderme. Busco paz y armonía en mis relaciones personales. Valoro los comentarios que escucho. Reconozco que la comunicación es la base para tener una buena relación.
Cómo comunicarse efectivamente:
"La comunicación efectiva, es la base para tener una relación sana y sincera".
Extraído de recetasparalavida.com
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