
2 min de lectura
En la mayoría de los casos en que Moshé y su hermano mayor, Aharón, aparecen juntos, se menciona primero a Moshé. En la porción de la Torá de esta semana, Aharón aparece antes que Moshé (6:26). Rashi, un famoso comentarista de la Torá, explica que se menciona a Aharón antes que a Moshé para decirnos que Aharón es tan grande como Moshé. Pero esto plantea más preguntas. ¿Cómo puede ser que Aharón fuera tan grande como Moshé? La Torá misma nos dice que Moshé fue el profeta más grande que jamás existirá. Sólo Moshé habló con Dios "cara a cara". Aharón no sacó a los judíos de Egipto, ni subió al Monte Sinaí, ni recibió la Torá… ¡fue Moshé quien lo hizo! ¿Cómo puede ser que Moshé y Aharón fueran igualmente grandes?
Lección:
Nuestros sabios nos enseñan que a los ojos de Dios la grandeza no se mide por lo mucho que uno logra. El que expone ideas nobles y elevadas ante salas llenas de gente no es necesariamente "más grande" que la ama de casa que cuida a sus hijos todo el día, o que el basurero que se levanta temprano cada mañana para asegurarse que los barrios estén limpios. La grandeza queda determinada por el grado de realización del potencial singular de cada uno. Puesto que Dios creó a cada uno con su propio conjunto de talentos, capacidades y circunstancias, todos tenemos potenciales únicos y misiones personalizadas en este mundo.
Es fácil quedarse atrapado mirando los logros de otra persona y sentirse desanimado. Esa persona tiene mucho más sentido para los negocios y sabe cómo salir adelante. La casa de esta persona siempre está limpia y organizada. Esta persona parece más arreglada un lunes por la tarde que yo en una boda familiar. Esta clase de mentalidad es contraproducente para cumplir nuestra misión y enfocarnos en nuestras propias virtudes.
Los logros de otra persona son totalmente independientes de nosotros y de lo que podamos lograr. Nuestra misión está hecha completamente a nuestra medida y cuando dejamos de mirar lo que hacen los demás y nos centramos en nuestros propios talentos, podemos brillar de verdad. Esto es lo que nos dice la Torá: tal como Moshé desarrolló su máximo potencial, también lo hizo Aharón. Puesto que la medida de la grandeza es desarrollar el propio potencial, ambos eran igual de grandes... En este sentido, todos podemos ser tan grandes como Moshé.
Ejercicio:
Cuando pienses en compararte con alguien, detente. En ese momento, piensa en al menos un logro reciente que hayas conseguido. Puede ser algo tan pequeño como preparar una cena deliciosa y saludable a pesar de haber tenido una semana ajetreada, o no perder el control cuando algo o alguien te disgustó. Siéntete orgulloso de ti mismo y sabe que todos tus logros, por grandes o pequeños que sean, forman parte de tu misión única. Cada pequeño logro te hace grande.
Nuestro newsletter está repleto de ideas interesantes y relevantes sobre historia judía, recetas judías, filosofía, actualidad, festividades y más.