¿Qué es el 'tiempo' según el judaísmo?

26/11/2024

5 min de lectura

Como seres espirituales, somos responsables de desarrollar el potencial de santidad que Dios imbuye en cada momento.

Una de las preguntas más fáciles de responder es: "¿Qué hora es?". Una de las preguntas más difíciles de responder es: "¿Qué es el tiempo?".

Medimos el paso del tiempo en horas, días, meses y años, pero… ¿qué es esa realidad evasiva que estamos midiendo? Un físico respondería que el tiempo es la manera en que medimos las rotaciones y revoluciones de los cuerpos celestes.

Pero mientras que el movimiento de los cuerpos celestes es circular, el sentido humano del tiempo es lineal. En el nivel físico, la tierra gira hoy tal como giró ayer. Pero en un nivel más profundo, sabemos que hoy no debería ser sólo una repetición de ayer, y que este año no debería ser sólo una repetición del año pasado. Intuitivamente entendemos que nuestras vidas no deben moverse en círculos, sino en espirales, siendo cada rotación más elevada que la que le precede.

También sabemos que el tiempo se acaba, y nuestros cuerpos pueden durar sólo cierto número de años antes de perecer. Este entendimiento subconsciente de nuestra propia mortalidad también colorea nuestra relación con el tiempo y su transcurso.

Cada día y cada momento tienen su propio valor en términos de su constelación particular de energía.

El Arizal, el casi legendario erudito místico, señaló que las rotaciones y revoluciones que marcan físicamente el paso del tiempo tienen un paralelo espiritual. Cada año es equivalente a su potencial, así como cada mes, cada día y cada hora.

Por lo tanto, no hay dos plegarias iguales. Una plegaria recitada este año puede bajar fuerzas espirituales que no podrían haber sido alcanzadas el año pasado, o tal vez nunca antes en la historia. Cada día y cada momento tiene su propio valor en términos de su constelación particular de energía. Podemos aprovechar este don o despreciarlo.

Tiempo de cambio

Las palabras hebreas que describen el paso del tiempo refuerzan este mensaje. La palabra hebrea para "año" es shaná, que comparte su raíz con la palabra shoni, que significa "cambio". La palabra hebrea para "mes" es jodesh, que comparte su raíz con la palabra jadash que significa "nuevo". Se supone que el paso del tiempo debe cambiarnos de forma significativa. ¿Cómo podemos desarrollar una relación significativa con el tiempo?

Santificando el tiempo con el ritual llamado Rosh Jodesh, la luna nueva, que es el primer mandamiento que recibimos como nación. Este mandamiento revela cómo se relaciona el judaísmo con el tiempo.

Veamos primero los antecedentes históricos de esta mitzvá. En la víspera del Éxodo, los judíos de Egipto estaban listos para comenzar a vivir como una nación. La esclavitud les había enseñado a no servir voluntariamente a un amo terrenal, ni a dejarse caer en el papel de opresores. También fueron testigos de grandes milagros que les revelaron la presencia de Dios, Su devoción por Su pueblo y Su capacidad para cambiar las reglas de la naturaleza.

Hasta ese momento, los judíos eran pasajeros en un viaje que no habían elegido. Ahora Dios les daba un mandamiento que los haría pasar de la pasividad a la autodefinición activa. Se les dijo que santificaran el tiempo.

Santificar el tiempo

Rosh Jodesh, la santificación de la luna nueva, tenía lugar cuando dos testigos daban testimonio ante un panel de tres jueces competentes declarando que habían visto aparecer en el cielo la primera hebra de la luna creciente. Entonces los jueces declaraban el comienzo del nuevo mes. Esa hebra de luna sólo aparece en el cielo en la víspera del día 29 o 30 del mes. Si la luna no podía verse (por ejemplo, porque estaba nublado), el día 31 del mes anterior se declaraba como el primer día del nuevo mes.

Una cláusula fascinante de esta ley es que el nuevo mes sólo comenzaba cuando los jueces lo proclamaban. Por ejemplo, si el día 30 ocurría un retraso que impedía a los testigos llegar a tiempo o impedía a los jueces tomarles declaración antes del anochecer, sin importar cuánta gente hubiese visto la luna nueva, el mes comenzaba el día 31 y no antes.

No se trata de un mero detalle técnico. Desde el punto de vista del judaísmo, el tiempo no es una realidad física mecánica, definida por el movimiento de los cuerpos celestes. Por el contrario, el tiempo es definido por los seres humanos, de acuerdo con lo que declara la corte judía. Esto significa que vamos más allá de simplemente notar los cambios físicos en el cielo. Como seres espirituales, asumimos la responsabilidad de desarrollar el potencial de santidad que Dios imbuye en cada momento.

La luna nueva es un momento de renacimiento espiritual y moral de nuestro ser interior.

Cada vez que la luna vuelve a encontrarse con el sol y recibe una vez más su luz, ocurre algo profundo. Dios quiere que Su pueblo (representado por los testigos y la corte) vuelvan a encontrarlo y a redescubrir Su luz, a pesar de que sea posible que a menudo esté empañado por períodos de oscuridad y ocultamiento espiritual. Por lo tanto, la luna nueva es un momento de renacimiento espiritual y moral de nuestro ser interior.

¿Mazal tov?

El flujo de la fuerza espiritual que desciende cada mes se llama mazal, lo que significa "eso que fluye". El mazal del mes de hecho es un conducto a través del cual podemos experimentar a Dios.

Cada uno de los 12 meses tiene un signo astral que traza su mazal. Los astrólogos de la antigüedad podían leer los signos astrológicos del mismo modo que hoy leemos un mapa. Obviamente, el hecho de que yo pueda mirar un mapa y encontrar a Buenos Aires no significa que yo haya causado la existencia de Buenos Aires. En el mismo sentido, la información astrológica no altera en modo alguno la realidad. Sólo la cartografía.

Un defecto interesante de la naturaleza humana es que inconscientemente confundimos nuestra capacidad para describir las cosas con nuestra capacidad para controlarlas. La astrología, o conocer el "mapa" de cómo el mazal altera nuestras vidas, puede convertirse en una búsqueda obsesiva. La Torá nos dice que debemos caminar con Dios con sencillez y dejar que el tiempo se desarrolle en Sus términos. No practicamos la astrología, la adivinación ni cualquier otro medio que dé la ilusión de arrebatarle el control a Dios adivinando lo que nos deparará el futuro.

Una búsqueda totalmente distinta es tomar consciencia de la naturaleza espiritual de cada mes, no para tomar el control, sino para saber cómo utilizar esas energías.

Las festividades judías son "momentos de encuentro" entre nosotros, con todas nuestras limitaciones, y Dios en Su infinitud incognoscible.

Una forma de aprovechar la energía de cada mes es celebrar las fiestas judías. Las festividades no pretenden celebrar acontecimientos del pasado. Más bien, nuestra consciencia del pasado nos informa sobre las fuerzas que están a nuestro alcance para que las utilicemos para hacer que nuestro presente y nuestro futuro encajen en el plan en desarrollo de Dios.

Hay siete festividades centrales que se mencionan en la Torá. Esto significa que son parte integral del plan de Dios respecto al tiempo, el mazal y el destino del mundo. En la literatura mística las festividades se describen como momentos de ratzón, lo que literalmente significa "voluntad". Son días en los que la voluntad de Dios, que suele estar oculta, puede verse con mucho más brillo y luminosidad que en cualquier otro momento.

En la Torá, las festividades son llamadas moadim, lo que significa "momentos de encuentro" entre nosotros, con todas nuestras limitaciones, y Dios en Su infinitud incognoscible. El puente que cruzamos para encontrarnos con Dios está hecho por el espíritu de la época particular, así como por los acontecimientos que tuvieron lugar en la historia que nos dan una visión tanto de la época como del Creador del tiempo.

Cada festividad es distinta e irremplazable. Ellas actúan como lámparas que nos permiten ver más allá del flujo y reflujo de la existencia.

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CARLOS DANIEL DABUL
CARLOS DANIEL DABUL
3 meses hace

Buenos dias. Es un texto muy instructivo, agradable para leer y me recuerda tantos años de leer l aTora y a muchos autores. Sin embargo, mucho me gustaria que tambien alguien escriba sobre el avance de la ciencia en cuanto al tiempo y el espacio sin descartar nuestra historia espiritual e intelectual pero tomando nota de lo que los cientificos han "comprobado".- Tiempo, Espacio, Universos plegables, Universos paralelos y /o circulares, energia que no se crea ni se pierde, solo se transforma y funciones de ella en la vida del universo, de nuestro planeta y de nosotros mismos.- No dejemos de lado al judio de las ciencias de mas renombre Albert Einstein y los avances que impulso en el mundo de la ciencia.- Muchas gracias

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