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Aprende qué es una mikve, sus diversos usos y cómo ayuda a los judíos a conectarse con su espiritualidad.
La mikve es una de las partes más importantes de una comunidad judía. Sin embargo, su verdadero propósito no es ampliamente conocido. Aunque en la cultura pop se la conoce por su papel en el proceso de conversión al judaísmo, la mikve en realidad existe por diversas razones y su esencia es verdaderamente espiritual y sagrada.
Aprende qué es una mikve, sus diversos usos y cómo ayuda a los judíos a conectarse con su espiritualidad.
Una mikve, derivada de la palabra hebrea para “colección”, es una piscina de agua natural en la que los judíos se sumergen para varios propósitos de purificación.
Por ejemplo, antes de recibir la Torá en el monte Sinaí, se les ordenó a los judíos sumergirse en la mikve. Durante la época del Primer y Segundo Templo en Jerusalem, todo el que quería ir al Templo primero debía sumergirse en la mikve para lograr un estado de purificación espiritual.
Antigua mikve en los Altos del Golán, Israel
Una mikve se encuentra típicamente en el interior de un edificio. Sin embargo, un cuerpo natural de agua en el exterior, como un océano o un lago, también puede usarse como mikve. A lo largo de la historia, en lugares donde no era posible construir una mikve, los judíos se sumergieron en cuerpos de agua. Pero esto no es lo ideal, ya que algunas aguas pueden ser peligrosas o demasiado públicas. Al sumergirse en la mikve, un requisito es estar sin ropa, así que tanto para las mujeres como para los hombres es más cómodo ir a una mikve privada.
Una mikve usualmente se construye en el suelo dentro de un edificio. Piscinas y jacuzzis no son válidos como mikve, pero también las mikves tienen sistemas de purificación y filtración de agua para mantenerlas limpias. Además, típicamente el agua está a temperatura ambiente o caliente, aunque en algunas mikves antiguas, como las que se encuentran en Israel, puede estar fría.
La mikve tiene un profundo significado espiritual. De acuerdo con Rav Aryeh Kaplan, autor de “Aguas del Edén”, todas las aguas naturales del mundo se originaron de los cuatro ríos que se encontraban en el Jardín del Edén. Las fuentes naturales de agua como ríos, océanos y lagos, son formas físicas de conectarnos con Dios, nuestra fuente espiritual. Cuando Adam y Javá pecaron, se impurificaron y cuando estamos impuros, vamos a la mikve o a una fuente natural de agua para volver a purificarnos. Las aguas pueden quitar las influencias negativas de nuestro cuerpo. Pasamos de un estado espiritual menor a uno mayor. Entramos sin maquillaje y sin nada sobre nuestro cuerpo porque queremos estar en nuestro estado más puro. No tenemos nada que pueda esconder nuestro verdadero yo y nuestra verdadera alma. Como bebés, que están en agua dentro del vientre, también nosotros estamos en agua, en este vientre espiritual.
La mikve se usa para diversos propósitos transformándonos a nosotros y a los objetos que sumergimos.
Las mujeres usan la mikve principalmente para sumergirse después de estar nidá, cuando están en su ciclo menstrual y cuentan 7 días después de haber finalizado el ciclo. Las leyes relativas a nidá son parte de las leyes de “pureza familiar” que las parejas judías siguen después de casarse.
Antes de sumergirse en la mikve, la mujer debe revisar que ya no está en estado de “nidá” y luego lavarse minuciosamente tomando una ducha, eliminando la suciedad de debajo de sus uñas, cepillándose los dientes, etc. Luego puede sumergirse en una mikve.
La mikve no se usa para limpiar, sólo para purificar, y por eso que uno debe lavarse antes de entrar. Debido a que ir a la mikve es una experiencia muy poderosa, a menudo las mujeres que van a sumergirse rezan por aquellos en necesidad, como una pareja que tiene problemas para concebir o una persona enferma que necesita sanarse.
Los hombres también deben limpiarse antes de usar la mikve. No hay una regla que establezca que los hombres necesiten ir a la mikve, sin embargo muchos van antes de Shabat o de las Festividades, o tan a menudo como lo deseen.
Una mikve en las ruinas de la fortaleza de Masada.
La persona que va a la mikve debe sumergirse por lo menos tres veces, pero algunos acostumbran a sumergirse cuatro o siete veces. Esto simplemente requiere decir una bendición, sumergirse en el agua y asegurarse de estar completamente sumergido. Por ejemplo, si tu mano queda fuera del agua, tendrás que hacerlo nuevamente. Por lo general todo el proceso lleva sólo unos cuantos minutos.
Hombres y mujeres que se convierten al judaísmo tienen que cumplir con el requisito ir a una mikve para una inmersión para completar oficialmente el proceso. Después de pasar un examen ante su Beit Din (corte legal judía, típicamente conformada por un rabino ortodoxo y dos hombres adultos que cuidan el Shabat) y decidir su nombre en hebreo, el converso va a la mikve. Después de sumergirse en la mikve, es oficialmente judío.
Los rituales prenupciales son comparados con Iom Kipur, un momento de renacimiento. Por eso las parejas ayunan y la mujer –a veces también el hombre– van a la mikve antes de la boda. Para la mujer, ir a la mikve es un anticipo de lo que vendrá cuando cumpla las leyes de pureza familiar. Se espera que antes de la boda la novia aprenda sobre las leyes de pureza familiar con una maestra de kalá, una maestra de novias.
Una clase diferente de mikve es la mikve keilim en la que se sumerge la vajilla para hacerla kasher antes de usarla en tu cocina. Esta no es la misma mikve en donde se sumergen las personas.
Los utensilios de madera o plástico no necesitan inmersión, mientras que los de metal y vidrio requieren inmersión con bendición y la porcelana y cerámica requieren inmersión sin bendición.
La mikve es una fuerza espiritual poderosa y no tiene nada que ver con la limpieza. Es una herramienta que podemos utilizar para conectarnos con nuestra espiritualidad de una forma simple pero poderosa.
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