Buscar ayuda emocional

El motivo principal por el cual las personas buscan ayuda emocional es: la búsqueda de un alivio a un sentimiento negativo. La persona sufre y busca sentirse bien. La motivación es la búsqueda de la felicidad y el dolor se percibe como el obstáculo para conseguirla.

En ese contexto, si la persona consulta a un terapeuta, éste indagaría cuál es la situación o la raíz que provoca ese sentimiento y, por distintos métodos, buscará aliviar el sentimiento negativo.

Sin embargo, el intento de aliviar malestares emocionales puede provocar, paradójicamente, que la felicidad se aleje aún más.

Escala de valores

Cada persona decide cuál es su escala de valores. Lo más alto en la escala, se percibe como lo más importante, por lo que le proporcionará más placer tenerlo y más dolor perderlo.

Mientras más se dedica la persona a sentirse bien, más importancia le está dando a su propio bienestar, y más se sensibiliza a las molestias, más sufre por los recuerdos y los sentimientos negativos. Cuando la búsqueda de la felicidad pasa a ser la ocupación primordial, se hace más difícil alcanzarla.

¿La felicidad es el fin o el medio?

Según el pensamiento judío, la felicidad no es el fin, sino que es el medio. Tenemos que sentirnos bien, no porque es agradable, sino porque así es más fácil cumplir nuestra función en el mundo.

En nuestra escala de valores, la preocupación de ser buenos tiene que superar la preocupación de estar bien.

¡Y lo más increíble es que este enfoque no aleja de la felicidad, sino todo lo contrario!

Al buscar un alivio emocional como un medio para ser mejores personas (y no la felicidad como meta final en sí misma), las incomodidades pasan a ser menos relevantes y las dificultades, menos centrales en la vida.

Este es uno de los grandes valores agregados que tiene una terapia con una visión judía, como las que se ofrecen en koshertherapy.com. La misión de esta iniciativa es facilitar a la comunidad judía el acceso a los mejores profesionales judíos, especialistas en salud y bienestar emocional, para contribuir a que haya familias judías más plenas, personas más felices y con relaciones interpersonales más sanas.

Si necesitas agendar una sesión no lo dudes más, porque recuerda, sentirse bien no es un derecho, es un deber.