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El novio me pidió que le diga a los otros invitados que soy una amiga de la familia.
Querida Emuna:
Estoy invitada a una boda ortodoxa tradicional. El novio es el hijo mayor de mi pareja lesbiana. Llevamos diez años juntas y el novio está feliz de que yo asista a la boda con su madre, quien será honrada en la ceremonia. El novio y yo nos llevamos bien, pero él me pidió que le diga a los otros invitados que soy una amiga de la familia. Estoy dispuesta a hacerlo, pero me duele que deba esconderme a pesar del importante rol que he desempeñado en su vida durante todos estos años. Temo que la gente pensará que es inusual que una amiga de la familia viaje 5.500 kilómetros para una boda. ¿Alguna sugerencia? Gracias.
- Invisible
Querida Invisible:
Voy omitir todo comentario acerca de tu orientación sexual y voy a referirme sólo a la pregunta en cuestión.
Tenemos un mandamiento especial de alegrar al novio y a la novia. Esto generalmente se hace bailando para ellos y entreteniéndolos, pero la forma es lo de menos; es su día, es el momento en que nos enfocamos en sus deseos y necesidades y no en los nuestros.
Es cierto, hay ciertos programas de TV que caricaturizan las bodas e incluso a las novias mismas. Pero no estoy hablando de la caricatura de la novia malcriada y egocéntrica que está obsesionada con los sabores de la torta de la boda. De hecho, ni siquiera me refiero al comportamiento de la novia (o del novio, en nuestro caso). Lo que estamos analizando ahora es nuestro comportamiento.
Hay muchas situaciones potencialmente incómodas en las bodas de hoy en día, incluyendo divorcios, familias mezcladas y todo tipo de configuraciones. Una boda no es el momento de ordenar el caos. No es el momento para que declares tu rol en la familia, tu cercanía a la pareja o tu orientación sexual. La boda no se trata sobre ti.
Entonces obviamente debes ir a la boda y acceder a los deseos al novio. Dado que tú realmente te preocupas por él, estarás feliz de hacer lo que él quiere y de poner tus necesidades a un lado en este día tan especial, tal como deberían hacer todos los que realmente quieren al novio y a la novia.
Respecto a tu temor sobre qué pensarán los demás, déjame asegurarte que probablemente ni siquiera pensarán en ti. Y si lo hacen, será de acuerdo a sus propios términos: que hermoso que hayas viajado desde tan lejos para la boda. Con certeza eso es lo que sienten los demás sobre quienes cruzan el océano rumbo a Israel por sus seres queridos.
- Emuna
La maestra no entiende a mi hija
Querida Emuna:
Siento que la maestra de mi hija no la entiende; ella es brillante, talentosa y obtiene buenas calificaciones, pero no encaja en ningún molde. No puede ser descrita ni definida con facilidad y, a menudo, la maestra no sabe qué hacer con ella; quiero que aprecie sus fortalezas como lo hacemos nosotros y me desalienta que no lo haga. ¿Alguna idea?
- Una Mamá
Querida Mamá:
Desafortunadamente incluso los mejores maestros son seres humanos y tienen prejuicios e incluso falta de visión. Además, con frecuencia se ven limitados por el tamaño del aula y la escasez de recursos. No pueden darle a cada niño la atención que merece, así como tampoco pueden tomarse el tiempo necesario para conocer a cada niño como quisieran. Por lo tanto, ponen a cada niño en una caja prefabricada para intentar facilitar el proceso de enseñanza. Le enseñan al alumno promedio y puede que algunos niños en los extremos del espectro —niños superdotados o aquellos con problemas de aprendizaje— se vean perjudicados por ello.
Esta descripción de la situación es un poco triste, pero es importante ser realista y reconocer una idea básica y crucial: la escuela NO es un sustituto de los padres. Cuando los niños comienzan a ir a la escuela todo el día tú no quedas exenta de tus responsabilidades. Es más, tu tarea se vuelve incluso más complicada.
Sería ideal que la maestra de tu hija realmente la entendiera. Puedes estar segura de que vale la pena dedicar un rato a tratar de hablar con ella sobre la situación pero, al final de cuentas, hacer que tu hija se sienta amada y apreciada por sus características especiales es tu trabajo (¡en realidad es el trabajo de todo padre!).
A veces lo hacemos en conjunto con la escuela, y otras veces lo hacemos solos. Lo más importante es que más allá de lo que tu hija experimente en la escuela, ella debe sentir que la amas, que la entiendes, que aprecias sus cualidades únicas y especiales, ¡y que crees que ella es fantástica!
- Emuna
Sintiendo la carga
Querida Emuna:
Hace casi diez años que estoy felizmente casada y fui bendecida con cuatro maravillosos niños. La situación financiera de mi marido nunca ha sido muy buena; nunca nos ha faltado nada, pero pareciera que el dinero nunca alcanza y mi marido paga con esfuerzo las tarjetas de crédito al final de cada mes. A medida que la familia crece, también lo hacen los gastos. Muchos negocios en los que mi marido ha estado involucrado no han tenido éxito. A menudo lo aliento y le digo que es la voluntad de Dios que las cosas resulten de esa manera, que algún día tendremos la calidad de vida que buscamos. El problema es que nadie me alienta a mí y, con el pasar del tiempo, estoy comenzando a perder la paciencia y a desesperar por la falta de éxitos financieros. ¿Qué puedo hacer?
- Esposa preocupada y deprimida
Querida Esposa preocupada y deprimida:
Entiendo cómo te sientes. Es difícil ser siempre la que anima a los demás, en particular si sientes que no hay nadie apoyándote a ti. Agrega a eso la carga financiera y me queda más que claro por qué te sientes oprimida.
Sin embargo, pareciera que hay algunas preguntas sin responder en nuestro intercambio. ¿Tú también trabajas? ¿Hay algún motivo por el cual no puedas trabajar y, quizás, aliviar un poco la presión financiera? Ese pareciera ser un primer paso obvio.
¿Te apoya tu marido en otras áreas que no estén relacionadas con el dinero? ¿Te ayuda con los niños? ¿Te alaba por cómo los educas? Si no lo hace, ¡es hora que le pidas que comience a hacerlo!
Comienza diciéndole que eres feliz en el matrimonio y que es una inmensa bendición para ti. Debes mantenerte enfocada en las cosas buenas de tu vida y de tu marido, especialmente durante los tiempos difíciles.
Debes saber que todos vivimos en un mundo con dificultades económicas. Todos están luchando y los buenos trabajos son difíciles de encontrar. No es culpa de tu esposo. Además, como mencionaste, la tradición judía enseña que Dios determina nuestro ingreso anual en Rosh HaShaná. Una vez que reconocemos y aceptamos esta idea entendemos que, siempre que hagamos un esfuerzo razonable, el resultado está más allá de nuestro control. Esta comprensión debería ser liberadora y debería eliminar toda culpa o auto recriminación.
Es más, debería permitirte ver tus circunstancias como un desafío que ambos deben enfrentar juntos y como una oportunidad para unirse más en el proceso. Son aliados en esta batalla, por lo que deberían protegerse y apoyarse mutuamente. Siéntate con tu esposo y habla sobre el tema. Planeen juntos una estrategia de batalla.
- Emuna
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