6 min de lectura
6 min de lectura
3 min de lectura
3 min de lectura
6 min de lectura
6 min de lectura
¿Se casarán algún día?
Querida Emuna:
Soy la madre de cuatro hijos que están en edad de matrimonio, pero ninguno de ellos se ha casado aún. Ir a una boda tras otra de parientes y amigos se ha vuelto una experiencia muy dolorosa. Estoy feliz por ellos, pero al mismo tiempo tengo un nudo en el estómago. ¿Por qué no puedo acompañar a ninguno de mis hijos a la jupá? Además de mi propia tristeza, es muy difícil ver el dolor que están experimentando mis hijos al ver a sus amigos casarse y tener hijos. ¿Qué puedo hacer por mí misma y por ellos?
- Madre dolida
Querida Madre dolida:
Quisiera decirte que me identifico cien por ciento tanto con tu dolor como con el dolor de tus hijos. Es una situación difícil para todos los padres, tanto religiosos como no religiosos, independientemente de la edad que tengan nuestros hijos.
El primer paso es rezar. Encontrar pareja es difícil. No hay prácticamente nada que queramos más para nuestros hijos, y nuestra capacidad para hacer que ocurra es sumamente limitada. Sigue rezando.
Es sorprendente que todas las madres judías tienen algo en común con la Sra. Bennett de la obra Orgullo y prejuicio, de Jane Austin: todas queremos ver a nuestros hijos casados. Sin embargo, a diferencia de la Sra. Bennett, nuestro objetivo no es el matrimonio en sí mismo, sino un matrimonio feliz con una persona con buenos valores y buen carácter.
Aunque no podamos controlar el resultado final, sí podemos orientar a nuestros hijos en la dirección correcta. También podemos hacer un poco de introspección para asegurar que nuestro comportamiento no los detenga ni tampoco los apure a arrojarse en las manos equivocadas. Te sugiero que estés atenta a ambas posibilidades.
Parte de nuestro trabajo es ayudar a nuestros hijos a abandonar las fantasías de Hollywood, cosa que estén preparados para la realidad del matrimonio, y también debemos ayudarlos a evaluar sabiamente cuando elijan pareja. Puede que esa sea la decisión más importante y con mayores consecuencias de sus vidas. Es mejor que esperen y que decidan bien.
Llevar a nuestros hijos a la jupá es una tremenda responsabilidad y no podemos hacerlo solos (¡para esto realmente hace falta todo el mundo!). Debes tragarte el orgullo (quizás ya lo has hecho; no mencionaste ningún detalle referente a los esfuerzos que has hecho hasta ahora) y pedirle ayuda a todos los que conoces: familia, amigos, vecinos, profesores, rabinos… Y debes continuar rezando: que Dios nos ayude a nosotros y a nuestros hijos a ser exitosos. No olvides que Él es quien forma las parejas.
- Emuna
Querida Emuna:
Soy una lectora asidua de tu blog y valoro mucho tus consejos.
Mi esposo y yo tenemos la bendición de vivir en Israel. Hace 20 años que estamos casados y tenemos 6 niños. Al igual que muchos israelíes, mi marido tiene que viajar al exterior para ganar su sustento. Él viaja a Estados Unidos durante dos o tres semanas por vez, y luego está en casa durante dos o tres semanas antes de tener que volver a viajar. Esta situación ya lleva varios años. No hace falta decir que este estilo de vida pone mucha tensión en nuestro matrimonio. Lo que me resulta difícil hacer sola no es llevar adelante la rutina diaria; soy una persona organizada y tengo el apoyo de mis padres, mis suegros y mi comunidad. También valoro que esté haciendo esto por nuestra familia y que quite la carga económica de mis hombros. El desafío es emocional: cuando está fuera me resulta muy difícil conservar la sensación de cercanía que tenemos cuando él está en casa.
Estamos en contacto a diario por teléfono e internet. Él no es expresivo verbalmente, por lo que le resulta difícil decir cosas como “te amo” y “te extraño”. He tratado de decirle que escuchar esas palabras me ayudaría a lidiar con la distancia, pero él dice que le resulta muy difícil y que debo disminuir mis expectativas. Cuando está en casa tampoco es del tipo afectivo, pero está tratando de mejorar dando más abrazos; dice que con la edad se volvió más retraído, pero recién estamos a mitad de los 40 y me va a ser muy difícil pasar muchos años más de esta forma.
¿Cómo puedo usar mi sabiduría femenina para sentirme más cercana a mi marido cuando esté de viaje?
- Esposa a la distancia
Querida Esposa a la distancia:
Este tema es un desafío para toda mujer cuyo marido viaja. Es muy difícil mantener la conexión emocional a la distancia y con diferentes zonas horarias. Cada uno está experimentando vivencias completamente diferentes, y ni el teléfono ni internet pueden cambiarlo. Tampoco creo que deberías esperar mucho de esos medios de comunicación, ni siquiera de Skype. Pese a que entiendo que sería mejor si él fuera más efusivo verbalmente, probablemente te sentirías igual de frustrada y de todos modos seguirías estando en casa sin él. La distancia se entromete en el camino, te guste o no. Es difícil para TODOS los matrimonios. Esto debería reconfortarte en cierto modo; no es un problema de tu hogar, sino que es la desafortunada realidad de este tipo de vida.
Pero dado que tu marido necesita viajar para sustentar a tu familia, debes hacer las paces con la situación y encontrar una forma para disfrutar más el tiempo que pasan juntos en casa. ¿Qué le gusta hacer a tu marido? ¿Pueden programar un día o una noche lejos de los chicos cada vez que está en casa, para que puedan tener un tiempo realmente para ustedes? Trata de que ese tiempo sea divertido en lugar de ser una discusión sobre la relación.
Haz que tu casa sea cálida y acogedora. Quieres que tu marido esté contento de volver a casa, y no que esté temeroso sobre qué tema vas a querer discutir ni que crea que cada vez que llegue a casa descubrirá una nueva cosa que opinas que él hizo mal. Trata de no ser crítica y ni siquiera hagas sugerencias positivas. Tan sólo apóyalo moralmente y sé cariñosa, y es muy probable que él responda de la misma manera.
- Emuna
Querida Emuna:
¿Cómo hacen las parejas casadas para lidiar con el hecho de que a los 45 años no serán las mismas personas que eran cuando se casaron a los 25 y tampoco las que serán a los 65? ¿Cuál es la mejor manera de asegurar que el crecimiento y envejecimiento los una en lugar de separarlos?
- Tratando de envejecer y mejorar
Querida Pareja orientada hacia el crecimiento:
Antes de responder debo decirte que no estoy del todo de acuerdo con tu punto de partida. Yo creo que sí somos la misma persona en todas las edades. Nuestro carácter básico permanece invariable. Idealmente se vuelve más refinado y profundo, pero lo más probable es que una persona cruel no se haya vuelto amable y viceversa. Por eso la base de un buen matrimonio es (como le dije a la escritora anterior) la plegaria y elegir sabiamente una pareja.
Habiendo dicho eso, creo que tu solución está en la pregunta. Ambos necesitan trabajar activamente y particularmente juntos en el crecimiento.
Hay muchas formas de hacerlo. Lo primero es conversar; debes hablar a diario y no sólo sobre las cuentas y los quehaceres, sino sobre sus esperanzas, sueños, objetivos y cómo lograrlos. También sobre el mundo exterior. Tienen que compartir sus experiencias, pensamientos y reacciones.
Es bueno leer. Leer amplía el horizonte y profundiza el entendimiento de uno mismo y del mundo.
Reciban invitados y pasen tiempo con amigos y nuevos conocidos. Pueden aprender mucho al conocer gente. Como dice en Ética de nuestros padres: “¿Quién es el sabio? El que aprende de todas las personas”. Aprovecha esa oportunidad.
Traten de estudiar Torá juntos. Estudiar Torá es un proceso íntimo que requiere introspección y reflexión. Provoca discusión sobre objetivos, valores, cambios sicológicos y crecimiento personal. Es una forma infalible de acercarse.
Uno de los desafíos más grandes que enfrentan las parejas es evitar vivir vidas separadas, ya sea con los niños, con un quehacer o cada uno con su carrera profesional. Es muy fácil que se vuelvan compañeros de cuarto o socios comerciales. Para evitarlo, deben construir juntos algo importante, y deben preocuparse de chequear regularmente para asegurarse que no se hayan desviado del camino.
Finalmente, unas palabras sobre intimidad física. Cuando las parejas caen (generalmente sin intención) en la trampa de vidas separadas, esta es una de las primeras cosas que se pierden. Una mujer me dijo una vez: “Supongo que obviaremos esa parte de nuestra vida hasta que los chicos se vayan de casa…”. Esta no es una receta exitosa para crecer juntos desde los 25 hasta los 65; es importante que mantengan saludables y vigentes todos los aspectos de la relación.
Cuando la gente dice que el matrimonio implica trabajo, a esto es a lo que se refieren. Pero, al igual que con todo lo demás, sólo quienes hacen el esfuerzo pueden cosechar las recompensas.
- Emuna
Nuestro newsletter está repleto de ideas interesantes y relevantes sobre historia judía, recetas judías, filosofía, actualidad, festividades y más.