Querida Emuna: Reeducar a mi hija

5 min de lectura

No me gusta como crié a mi hija. ¿Hay una segunda oportunidad?

Querida Emuna,

Mi hija y su esposo vivieron al otro lado del país durante sus primeros años de matrimonio. Ahora regresaron y viven cerca de mí con sus dos adorables hijos. Estoy emocionada de tenerlos cerca, pero no todo es bueno. Ahora veo “de cerca” las fallas de carácter de mi hija y es bastante perturbador. Supongo que no la eduqué tan bien como pensaba, pero creo que quizás, esta puede ser mi segunda oportunidad. ¿Puedo corregir ahora esos errores en su educación? ¿Qué piensas?

Madre nuevamente

Querida No hay segundas oportunidades,

¡Creo que no te va a gustar mi consejo!

Primero, quiero hablar sobre la suposición de que, como padres, cargamos con la responsabilidad absoluta y exclusiva por la conducta de nuestros hijos. Esto es absolutamente falso (¡no importa lo que haya dicho Freud!). Al igual que en todas las cosas de la vida, nosotros hacemos el esfuerzo, pero el resultado está en las manos de Dios.

Más aún, nuestros hijos no son tabulas rasas. Ellos nacen con ciertas cualidades físicas y características de personalidad. Tienen inclinaciones particulares y desafíos. Podemos intentar afinar su carácter. Podemos ayudarlos a canalizar sus deseos hacia caminos productivos. Podemos dirigirlos para que tomen decisiones apropiadas. Podemos (intentar) ser modelos de lo que es una conducta deseable. Y podemos rezar. Ese es nuestro trabajo.

Pero los niños también son influenciados por sus escuelas, sus pares y su comunidad, entre otros. Son moldeados por sus personalidades innatas y, por sobre todo, tienen libre albedrío. Toman sus propias decisiones, pero como todos los seres humanos, no siempre escogen bien. Esto no es nuestra culpa (¡no somos tan poderosos!), sino que es parte de ser humanos.

Es más probable que destruyas tu relación con tu hija a que logres moldear su conducta

En cuanto a tener una segunda oportunidad de moldear el carácter de tu hija, vuelve a leer el párrafo anterior. Tu habilidad de moldearla siempre fue muy limitada. Pero lo más importante es que si intentas hacerlo ahora, es más probable que destruyas tu relación con tu hija a que logres moldear su carácter. Tu hija probablemente no tomará amablemente tu consejo no solicitado, e incluso podría sentirse herida y ofendida. En ese caso se dirigirá a su esposo en búsqueda de consuelo, lo cual causará a su vez que él sienta resentimiento contigo, por lo que habrás creado una tensión también con él.

Una vez que nuestros hijos están casados, es un baile delicado. Lo único que tenemos que hacer es ser cálidos y amorosos. No puedo enfatizar eso lo suficiente.

Y sin embargo, una palabra de precaución: Tal como ocurre con nuestros hijos pequeños, nuestra conducta “correcta” con nuestros hijos casados y sus parejas no siempre producirá los resultados deseados. Tanto ellos como sus parejas siguen teniendo libre albedrío y sus propias características de personalidad e inclinaciones. No hay garantías.

Como dije, el resultado está en las manos de Dios y, después de hacer tu mejor esfuerzo para morderte la lengua (a menos que lo que quieras decir sean palabras de amor y apoyo), abrir tu corazón y tu boca para rezar es tu mejor opción.

Emuna

Edad Narcisista

Querida Emuna,

Mi hijo casado tuvo que abandonar su departamento por motivos de fuerza mayor. Por suerte yo tengo un cuarto para hospedarlo a él y a su familia, por lo que vivieron con nosotros por tres semanas, lo cual fue un placer en su gran mayoría. Después de ese periodo pudieron regresar a su casa, pero luego de empacar sus cosas para irse —junto con algunas provisiones para su congelador (carne, sopa de verduras, lasaña, etc.)—, se despidieron ágilmente y cargaron el auto. Ninguna palabra de agradecimiento. Yo me quedé anonadada y descorazonada. ¿En qué me equivoqué?

Madre desanimada

Querida Madre desanimada,

Esta parece ser mi semana de padres frustrados y desilusionados. Primero, lee mi respuesta a la carta anterior.

Segundo, pese a que no puedo excusar su comportamiento, creo que sí puedo ofrecer una explicación para este. Creo que su conducta es un reflejo de su generación. Es una edad narcisista. Sé que estoy diciendo lo mismo que dicen todos los artículos sobre el tema, ¡pero hay una razón para ello! Nuestros hijos esperan que los cuidemos y apoyemos en todos los ámbitos. Creen que es su derecho.

No todos los hijos se comportan de esta manera y nosotros ciertamente tenemos que ser modelos de gratitud. Pero repito, incluso si lo hacemos, no hay garantías de que nuestros hijos actuarán de esa manera, especialmente si la sociedad que los rodea les está enseñando la lección opuesta. Hay muchos complicados factores que moldean las acciones de nuestros hijos, sus expectativas y las de sus pares como para encargarnos de ellas, lo cual es un claro ejemplo del poder de la influencia externa. Puede que el cambio que se necesita para revertir esta tendencia empiece en casa, pero en realidad es un cambio social y sistémico que necesita de un esfuerzo mucho mayor. Maestros, políticos, parientes con buenas intenciones… todos tienen que participar en el proceso de reducir las expectativas y estimular la gratitud.

Pero nosotros, como padres, también debemos cambiar nuestra actitud. Debemos cuidar de nuestros hijos sin esperar ningún tipo de recompensa o retribución a cambio (incluyendo que nos agradezcan), sino que sólo porque hay una necesidad y queremos cubrirla. Queremos ser dadores. Y, como he dicho muchas veces, creo que educar hijos (como enterrar a los muertos) es un jésed shel emet, una verdadera bondad en donde la meta es exclusivamente por el beneficio del receptor. Nosotros realmente no podemos cambiar a otros (nota para la escritora de la carta numero uno), pero podemos cambiarnos a nosotros mismos y nuestra actitud, lo cual hará finalmente la diferencia.

Emuna

¿Padre sobreprotector?

Querida Emuna,

A mi hijo le gusta irse en bicicleta a la escuela. Yo lo aliento a que lo haga, tanto por el ejercicio como por la conveniencia que eso significa para mí. Sin embargo, él piensa que está fuera de onda usar su casco y estoy preocupado por su seguridad. ¿Qué recomiendas?

¿Padre sobreprotector?

Querido Padre apropiadamente protector,

Estoy absolutamente de tu lado. He escuchado sobre demasiados accidentes en bicicleta como para tolerar que alguien no use casco. Tenemos un buen amigo que sufrió un serio daño cerebral por andar en bicicleta sin casco, y muchos otros amigos han estado cerca de sufrir accidentes similares. A pesar de que estar “fuera de onda” siempre es una preocupación adolescente que debemos tratar de considerar en lugar de simplemente ridiculizarla, la seguridad lo supera todo. O tu hijo se pone su casco o pierde sus privilegios de bicicleta, aunque tú tengas que llevarlo a la escuela y eso sea una inconveniencia para ti.

De más está decir que su seguridad está por sobre tu inconveniencia. Es de esperar que no llegue a ese punto y que puedas convencerlo de andar en bicicleta con seguridad. Al igual que con los autos (que son el siguiente nivel), yo trato de transmitirles a mis hijos dos cosas:

1. Yo solamente tengo un hijo como tú, así que no estoy dispuesta a tomar ningún riesgo.

2. Confío en ti, pero hay un montón de conductores locos ahí afuera en quienes no confío.

Esto le permitirá a tu hijo culpar a sus padres protectores y a otros conductores por el casco y de esta forma será capaz de “conservar su imagen”. Mantente firme.

Emuna

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