

6 min de lectura
La Torá no menciona el nombre real del faraón. ¿Quién era?
Siempre tuve la impresión de que el faraón del Éxodo era Ramsés II, pero parece que no fue así. ¿Acaso los textos judíos dan alguna pista sobre su identidad?
La Torá usa el título genérico "faraón" al referirse a los diversos reyes egipcios que gobernaron durante el período de esclavitud de Israel y el subsecuente éxodo. Nunca menciona sus nombres reales. Sin embargo, en la Torá aparecen variaciones del nombre "Ramsés" como el nombre de un lugar (o varios lugares) donde los judíos se establecieron y trabajaron en la región.
Por ejemplo, en Génesis 47:11, se menciona Ramsés (רעמסס) como el área que Iosef asignó a su padre, Iaakov, y a sus hermanos para vivir tras su llegada a Egipto. En Éxodo 1:11, Ramsés se menciona junto con Pitom (פתם) como las ciudades que el faraón ordenó construir a sus esclavos israelitas.
De acuerdo con el egiptólogo y académico Kenneth Kitchen, el "Ramsés" bíblico es una transliteración casi exacta de su equivalente egipcio y es el mismo nombre que usaron once reyes egipcios de las dinastías XIX y XX (aproximadamente 1290-1070 AEC).
“El primero de ellos, Ramsés I, reinó sólo 16 meses y no construyó ciudades. Ningún otro fundó ciudades importantes, con una única excepción: Ramsés II, nieto de Ramsés I, quien construyó la vasta ciudad de Pi-Ramesse A-nakhtu, ‘Dominio de Ramsés II, el Grande en la Victoria’, abreviado en hebreo simplemente como ‘Ramsés’.”(1)
La Torá conoce el nombre "Ramsés". ¿Acaso esto indica también la identidad de su principal antagonista?
De acuerdo con Joshua Berman, profesor en la Universidad Bar Ilán y destacado estudioso bíblico, los detalles que la Torá narra sobre el Éxodo demuestran un profundo conocimiento de las particularidades de Egipto a finales del segundo milenio AEC, la época en que probablemente ocurrió el evento. En particular, señala que el Poema de Cadesh (una obra propagandística egipcia que ensalza la victoria de Ramsés II sobre los hititas en la que se cree fue la mayor batalla de carros de la historia), es muy similar al Cántico del Mar (Éxodo 15), y que la Torá no sólo "adopta frases y símbolos individuales… apropia y adapta uno de los relatos más conocidos de uno de los faraones egipcios más grandes de la historia".
Estatua del faraón egipcio Ramsés II en el sur de Egipto
Esa apropiación, según Berman, sólo pudo haber ocurrido contemporáneamente, lo que podría indicar que el faraón del Éxodo de hecho fue Ramsés II (Ramsés el Grande).
“La evidencia presentada aquí puede tomarse razonablemente como indicativa de que el poema se transmitió durante el período de su mayor difusión, que es el único momento en que parece haber recibido atención en Egipto: durante el reinado del mismo Ramsés II. Al apropiarse y ‘reconfigurar’ la célebre composición del Poema de Cadesh de Ramsés II, la Torá afirma que el Dios de Israel superó con creces el mayor logro del más grande de los gobernantes terrenales”.(2)
Kitchen, por su parte, no afirma explícitamente que Ramsés II fue el faraón del Éxodo, pero sí presenta una gran cantidad de evidencia—como la verificación de las ciudades mencionadas en la Torá, la existencia de asentamientos costeros que obligaron a los israelitas a tomar una ruta indirecta al escapar, y ejemplos contemporáneos de otros grupos que huyeron en masa debido a abusos o políticas excesivas—que apuntan a esa conclusión.
Aunque Ramsés II es un buen candidato, hay un problema con las fechas. Ramsés II gobernó entre 1279 y 1213 AEC, pero según la tradición judía (basada en la obra del siglo II Seder Olam Rabá, atribuida a Rav Iose ben Halafta(, el Éxodo ocurrió en 1312 AEC, al menos una década antes del nacimiento de Ramsés II.
Si se sigue esta cronología, el faraón del Éxodo habría sido Horemheb (que reinó entre 1317-1290 AEC), y la destrucción causada por el Éxodo podría haber precipitado el fin de la dinastía XVIII.
Sin embargo esta cronología tradicional es discutida, y muchos académicos creen que hay un desfase de unos 165 años. Según esta perspectiva, el Éxodo habría ocurrido en 1477 AEC, durante el reinado de Tutmosis III, lo que podría explicar el surgimiento de un tipo de monoteísmo en Egipto un siglo después bajo el faraón Akenatón.(3)
Otra teoría, propuesta por el egiptólogo David Rohl, ajusta la cronología bíblica con la historia egipcia, situando el Éxodo en 1650 AEC, durante el reinado del poco conocido faraón Dudimose II.
La ventaja de la teoría de Rohl es que:
Sin embargo, la teoría de Rohl es controvertida y no ha recibido un amplio respaldo académico.
De acuerdo con la Torá (Éxodo 2), a pesar de un decreto que ordenaba la muerte de los varones hebreos recién nacidos, Moshé sobrevivió. La hija del faraón lo rescató, lo llamó Moshé (משה) y lo crió como si fuera su propio hijo. En la cultura popular (gracias a la película Los Diez Mandamientos de Cecil B. DeMille) Moshé es retratado como un príncipe egipcio que rivaliza con un contemporáneo, el futuro faraón. Sin embargo, la narrativa de la Torá es menos dramática, aunque sí relata que de joven Moshé mató a un capataz egipcio, que fue lo que lo obligó a partir en su eventual exilio.
Décadas más tarde, Moshé regresó a Egipto por orden de Dios, confrontó al faraón y finalmente lideró a los judíos hacia la libertad. Su petición de que se le concediera tiempo libre para una festividad religiosa, era consistente con la clase de solicitudes que se otorgaban a los esclavos en esa época. A lo largo del episodio de las Diez Plagas (Éxodo, capítulos 7-12), las interacciones de Moshé con el faraón están diseñadas para desilusionarlo de la creencia de que era divino y para demostrar que Dios es el único poder.
Por ejemplo, en Éxodo 7:15, se le ordena a Moshé confrontar al faraón en la orilla del Nilo, cuando “sale al agua”, lo que indica el momento más humano del faraón, cuando alivia sus necesidades fisiológicas, y, obviamente, no es un dios.(4) O en Éxodo 10:16, cuando el faraón confiesa su terror tras la plaga de langostas.
El faraón al que se le pidió liberar a los hebreos es desconocido, ya que la Torá solo usa el título “faraón”, sin mencionar su nombre real. Entre los estudiosos, Ramsés II parece ser la mejor opción por diversas razones. Las fuentes judías tradicionales, en general, no abordan esta cuestión.
Los estudiosos ofrecen diversas opiniones sobre la identidad del faraón bíblico. En la Torá se mencionan al menos cuatro faraones: el faraón en tiempos de Abraham, el faraón que nombró a Iosef en un puesto de poder, el primer faraón que decretó leyes contra los judíos y el faraón del Éxodo. Según Rav Aryeh Kaplan, en su comentario a The Living Torah, estos faraones podrían ser (dependiendo del sistema de datación utilizado): un faraón desconocido del segundo período intermedio o Amenemhat II; Amenhotep I o Ahmose; Tutmosis IV o un faraón desconocido durante el dominio de los hicsos; y Horemheb o Tutmosis III; aunque, como se mencionó antes, la evidencia no es concluyente y deben considerarse otras posibilidades.
Según la tradición judía, a pesar de un decreto que ordenaba la muerte de los recién nacidos varones judíos, Moshé sobrevivió. La hija del faraón lo rescató, lo llamó Moshé y lo crió como su propio hijo. La Torá no indica que el faraón haya tenido participación en su crianza, aunque algunas fuentes rabínicas parecen sugerirlo. En cualquier caso, el faraón que gobernaba en el momento del nacimiento de Moshé no era su adversario en la época del Éxodo, y lo más probable es que fuera su predecesor. En los tiempos de Ramsés II, ese predecesor habría sido Seti I; el predecesor de Horemheb fue Ay; antes de Tutmosis III estuvo Tutmosis II; y la historia en torno a Dudimose es incierta.
1) K.A. Kitchen, On The Reliability Of The Old Testament, pág. 255
2) Tomado de Evidencia del Éxodo, basado en el libro Ani Maamin: Biblical Criticism, Historical Truth and the Thirteen Principles of Faith de Joshua Berman
3) Ambas sugerencias (incluyendo el párrafo previo) se basan en el comentario de Rav Aryeh Kaplan en The Living Torah, Éxodo 2:23
4) Rashi sobre Éxodo 7:15
Nuestro newsletter está repleto de ideas interesantes y relevantes sobre historia judía, recetas judías, filosofía, actualidad, festividades y más.
Me parece una barbaridad especular la fecha del éxodo de Egipto cuando la infalible Torá de Dios dice claramente que fue en el año 2448 de la Creación, o sea en el año 1312 aC.
Si los "expertos" egiptólogos o aequeólogos notan alguna diferencia entre este dato y lo que les resulta de otras fuentes, sean las que fueren, pues deben concluir que tales fuentes son las que registraron los hechos con inexactitud (por algún motivo, casual o intencional) y no al revés, lo que es ridídculo. Más ridículo aún es que un sitio como el vuestro, otorgue peso a semejantes opiniones.