¿A quién hay que ayudar primero?

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Shminí (Levítico 9-11 )

Perspectivas de la Torá prácticas para la vida.

En la lista de las aves no casher de parashat Shminí, hay un ave que interesantemente se llama jasidá. Rashi cita la Guemará de Julín que explica que esta ave es reconocida por su rasgo de jésed (bondad), ya que comparte su comida con sus amigos (1). El Rizhiner Rebe pregunta, ¿por qué un ave a la que se le atribuye un rasgo tan favorable no es casher? (2).

Y responde que la jasidá sólo hace jésed con su misma especie, pero no demuestra ninguna bondad hacia otras especies. Esta forma de jésed no es compatible con la perspectiva de la Torá; de hecho, es una forma de jésed no casher, por lo que el ave aparece enlistada junto a las aves que no son casher.

La implicancia de la respuesta del Rizhiner Rebe es que la forma casher de jésed es hacer bondad con todas las personas, no sólo con las más cercanas a nosotros. Sin embargo, pareciera no ser realmente así. La Guemará discute un caso en que dos personas se encuentran perdidas en un desierto y una de ellas tiene una botella de agua que puede proveer suficiente líquido para que uno de ellos sobreviva hasta llegar al poblado más cercano. Hay un debate respecto al curso de acción apropiado para este caso: Ben Petura dice que quien tiene la botella en su posesión debería compartirla con su amigo a pesar de que sea muy probable que ambos mueran como resultado. Y Rabí Akiva discute, introduciendo el concepto de jaieja kodmim, el cual enseña que una persona debería atender sus propias necesidades antes que las de su amigo. Consecuentemente, el hombre que posee la botella debería mantenerla para sí mismo, asegurando de esta manera su propia supervivencia a pesar de la inevitable y triste consecuencia que su comportamiento tendrá en relación al bienestar de su amigo (3).

La ley sigue a Rabí Akiva y aplica a muchos aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, una persona debe atender sus necesidades antes que las de los demás. Es más, hay una lista de prioridades en las leyes de caridad que establecen que la persona debe proveer a aquellos más cercanos antes de darle a los demás (4). El Jafetz Jaim escribe que esas prioridades no sólo aplican a caridad, sino que aplican a todas las formas de jésed (5). Por lo tanto, pareciera que este concepto de jaieja kodmim no es muy diferente a las acciones de la jasidá; ambos dan la sensación de personificar la actitud de que es aceptable darle a la especie propia (6) a expensas de las demás.

Pero en realidad hay dos diferencias fundamentales entre jaieja kodmim y la jasidá. Primero, la jasidá sólo hace jésed con los de su propio tipo, excluyendo por completo a las demás criaturas. En contraste, jaieja kodmim no impide darle a todo tipo de persona, sino que simplemente existe una lista de prioridades, sin eximirnos de la obligación de ayudar a quienes están más lejos de nosotros (7). Es más, hay un factor muy importante que limita el efecto de jaieja kodmim. Las autoridades escriben que este sólo aplica en una situación en que dos personas tienen necesidades idénticas, como por ejemplo si ambas necesitan pan para comer. En tal caso, jaieja kodmim nos instruye darle a la persona más cercana. Sin embargo, si sus necesidades no son iguales y la persona más distante es la más necesitada, entonces estamos obligados a darle a ella porque su situación es más grave. Por ejemplo, si la persona más cercana tiene pan pero carece de carne, mientras que la otra ni siquiera tiene pan, estamos obligados a darle pan a la segunda en lugar de carne a la primera (8).

Una segunda diferencia —aún más crucial que la primera— entre el jésed de la jasidá y la perspectiva de jésed de la Torá es la actitud que hay detrás de darle prioridad a los más cercanos. La raíz del limitado jésed de la jasidá es que sólo le importa su propia especie; carece por completo de interés por cualquier otra especie. La jasidá es, esencialmente, un ave egoísta cuya imagen de sí misma se extiende a su propia especie y nada más. En contraste, nosotros estamos obligados a preocuparnos por igual de todos. Entonces, ¿cuál es la lógica de jaieja kodmim? La respuesta es que jaieja kodmim está basado en la responsabilidad, y no en el egoísmo; la razón por la cual debemos ocuparnos primero de nosotros mismos y de nuestra familia es porque tenemos más responsabilidad con nosotros mismos y con nuestra familia.

Por lo tanto, la razón por la que una persona debe sustentar las necesidades económicas de su familia antes que las de las demás personas es porque es más responsable por el bienestar de ellos. La implicancia de esto es que jaieja kodmim no es un privilegio gracias al cual puedo ocuparme de mí mismo antes que de los demás debido a que soy más importante que el resto, sino que es una obligación: estoy moralmente obligado a ocuparme de mí mismo antes que los demás, y rechazar esta obligación es lo mismo que no observar cualquier otra obligación de la Torá.

Hemos visto que el jésed de la jasidá no es casher de acuerdo a la Torá porque está basado en el egoísmo. En contraste, jaieja kodmim está basado en un sentido de responsabilidad por quienes están más cerca de nosotros; no quita en absoluto la necesidad de cuidar a todo judío y no impide hacer jésed por todos los judíos, sino que solamente busca enseñarnos una lista de prioridades ya que no es fácil decidir cuánto tiempo y esfuerzo deberíamos asignar a los varios grupos de personas que hay en nuestras vidas, los cuales van desde nuestra pareja e hijos, hasta los otros miembros de nuestra familia, nuestros amigos, los miembros de nuestra comunidad y los extraños. Es más, cada persona tiene un nivel de responsabilidad diferente en cada área, el cual está basado en sus propias circunstancias personales.

Pese a que no hay un único curso de acción correcto en esta área, en un sentido general, uno debe ser muy cuidadoso para lograr un balance correcto, por un lado proveyendo física y emocionalmente a la familia inmediata, pero cumpliendo al mismo tiempo con las obligaciones hacia su comunidad. Mucha gente ha demostrado que proveer a la familia y ayudar a otros al mismo tiempo no es contradictorio. En realidad, hacer jésed con otros puede ser una excelente herramienta para educar a nuestros hijos sobre midot tales como generosidad y empatía. Si logramos alcanzar el balance correcto, entonces seremos capaces de cumplir con las diferentes responsabilidades que tenemos hacía todas las personas.


Notas:

(1) Rashi, Sheminí, 11:19.

(2) Citado en el Jumash Stone de la Editorial Artscroll. La razón esencial por la que algunos animales son casher y otros no está más allá de nuestro razonamiento intelectual. Sin embargo, como todas las mitzvot, hay razones para las leyes de cashrut de las que pueden derivarse enseñanzas. Por ejemplo, los animales carnívoros son, por lo general, no casher. En este contexto la pregunta del Rizhiner Rebe es válida.

(3) Baba Metzía 62a.

(4) Ver Shulján Aruj, Ioré Deá, Simán 251.

(5) Ahavat Jésed, Tomo 1, Cap. 6, seif 14.

(6) Que en este contexto se refiere a miembros de la familia.

(7) Oído de Rav Itzjak Berkovits, Shlita.

(8) Piskei Teshuvá Ioré Deá, simán 251, sk 4. Igros Moshé - Even Haézer, Jélek 4, Simán 26, Ot 4. Ver también la Guemará en Nedarim 80b y 81a con los comentarios de Ran, Rosh y Tosafot, en donde aprendemos que el alcance de jaieja kodmim está sujeto a un majlóket entre los tanaítas.

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