Crujiente, viscoso, dulce y salado, ¡esta delicia tradicional lo tiene todo! El kanafeh es un tipo de masita con capas de crujiente kadaif (un tipo de masa de hojaldre rallada), cremoso queso derretido y un jarabe dulce que empapa todo convirtiéndolo en un postre especial e increíblemente delicioso. Se encuentra generalmente en el medio oriente, Turquía y Grecia, entre otros lugares, cada región tiene una versión ligeramente diferente usando el queso local de esa área. Puede ser horneado o frito en una sartén pero siempre se sirve caliente.
El kadaif es una masa como cabello de ángel muy parecida a la masa de hojaldre. Puedes encontrarla en la mayoría de las tiendas de comidas del medio oriente en los congeladores. Es cubierta con ghee o mantequilla clarificada antes de ser puesta por capas en el molde con una mezcla de queso. Esta receta es con queso mozzarella, aunque tradicionalmente el kanafeh se prepara con queso nabulsi o akkawi que son bastante salados. Si los encuentras, asegúrate de remojarlos toda la noche en agua y omitir la media cucharadita de sal en la receta.
Primero se prepara la mezcla de queso rallando el queso mozzarella y mezclándolo con la ricota cremosa y un poco de sal. La sal es clave cuando se usa mozzarella ya que no es tan salado como el queso nabulsi o akkawi. Después de preparar el kadaif rebanándolo en tiras de 2.5 cm de ancho, se cubre con ghee derretido. Lo más importante de recordar es asegurarse de hacer un buen trabajo cubriendo el kadaif con el ghee. ¡Tómate tu tiempo! Cada tira necesita estar saturada. Esto es lo que promueve el crujiente dorado que es clásico en el kanafeh.
La mitad del kadaif remojado va en el fondo de un molde enmantequillado o en una sartén y bien comprimido antes de ser cubierto con la mezcla de queso y luego el resto del kadaif. Mientras más se comprime mejor. Esto asegurará que no se destruya. Luego se hornea en la rejilla de más abajo del horno, dándole tiempo para que la parte de abajo se dore adecuadamente.
Mientras eso se hornea, prepara el jarabe hirviendo el azúcar, agua y jugo de limón hasta que se forme un jarabe. Yo usualmente no uso agua de rosas para el jarabe, pero si te gusta un jarabe con sabor más floral, este es el momento de agregarla al jarabe. Tan pronto como el kanafeh sale del horno, se vierte la mitad del jarabe encima. Luego se invierte el pastel sobre un platón y se rocía el jarabe restante encima. Decora con pistachos picados ¡y sirve inmediatamente! Yo siempre pongo mi kanafeh en un platillo que pueda ponerse en el honro para poder recalentarlo si no lo voy a servir inmediatamente.
12 porciones