Al preparar esta jalá, tienes la oportunidad de realizar la mitzvá de "hafrashat jalá" con la bendición, que significa separar una porción de la masa y recitar la bendición correspondiente. Esta práctica se lleva a cabo cuando se utiliza una cantidad específica de harina, generalmente más de 2.2 kilogramos, lo que permite consagrar la preparación de jalá de una forma especial. Este acto, profundamente arraigado en la tradición judía, conecta con las generaciones pasadas que también realizaban esta mitzvá en sus hogares, elevando el proceso de hornear y recordándonos el valor de cada alimento en nuestras vidas.
RECETA:
Ingredientes:
- 3 tazas de agua
- 50 gramos de levadura (o 4 cucharaditas de levadura seca)
- una taza de azúcar o miel (o una mezcla de ambas)
- 3 huevos (¡esta receta también funciona sin huevos!)
- una taza de aceite
- 3 cucharadas de sal (no tratar de reducir la sal en la receta)
- 2.2 – 2.5 kilos de harina, aproximadamente 12 tazas (yo uso harina integral, pero esto funciona con harina blanca o con una mezcla de blanca e integral)
- Sésamo, canela o zaatar para espolvorear
Preparación:
- Diluye 50 gramos de levadura en una taza de agua tibia, una taza de harina y una taza de azúcar. Espera hasta que eche espuma, como 10 minutos. (Estos 10 minutos son una oportunidad perfecta para llamar a un viejo amigo, a tus padres, o a parientes).
- Agrega 2 tazas de agua, una taza de aceite, 3 huevos, y una bolsa de 1 kilogramo harina. Mezcla usando los mezcladores de masa de tu batidora, o los dos brazos que Dios te dio.
- Agrega 3 cucharadas de sal y el resto de la harina. Sigue mezclando hasta que te des cuenta que estas amasando y no mezclando. Sigue haciéndolo hasta que la masa no tenga grumos y no este pegajosa. (Agrega la mezcla de cebolla si quieres jalot con sabor, ver notas abajo).
- Haz otra cosa por lo menos por 3 horas, o hasta que la masa leude y duplique su tamaño. Puedes cocinar el resto de tu comida de Shabat, o poner la masa en el refrigerador, tomar una siesta, o continuar con el resto de tu día.
- Pégale un puñetazo a la masa nuevamente para sacar el aire, y déjala leudar de nuevo (será más rápido que la primera vez).
- Toma el pedazo de masa que separarás y consagrarás para jalá. Di la bendición si la cantidad de harina usada es suficiente (si usaste más de 2.2 kg entonces puedes decir la bendición), y deshazte de él como fue indicado. Usa la santidad del momento para dejar que un poco de alegría te desborde, mientras celebras la bondad de Dios, la vitalidad de la masa, y tu lugar como un eslabón en la tradición que comenzó con Sara.
- Enrólla la masa en forma de trenzas, anúdala en rollos, o dale la forma que quieras. La tradición de trenzar la jalá (con tres o seis hebras por pan) se remonta a una costumbre antigua mencionada por el Arizal de usar 12 panes para representar a las 12 tribus. Al trenzar la masa, usas 12 hebras por comida, o 12 hebras por las dos comidas principales.
- Deja las jalot trenzadas leudar por otros 30 minutos, luego ponlas en moldes de hornear levemente rociados con aceite. Pinta con yema de huevo diluida con agua, y espolvorea con semillas de sésamo, canela, zaatar o lo que quieras.
- Hornéalas inicialmente a fuego alto y reduce a fuego medio después de 10 minutos. Las jalot están listas cuando se ven listas y suenan huecas cuando les pegas. Dependiendo de su tamaño, esto tomará entre 30-40 minutos.
Notas:
Si te gusta la jalá con sabor, puedes agregar una mezcla de cebollas fritas, ajo y aceitunas en el paso 3. En este caso espolvorea con zatar en lugar de canela, y reduce el azúcar a la mitad e incluso menos según el sabor. No elimines el azúcar completamente, o si no la masa estará pesada (el azúcar activa la levadura).
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