Recolectar alimentos: el nuevo pasatiempo que te ayudará a bajar el ritmo de tu ajetreada vida

05/09/2022

5 min de lectura

La recolección de alimentos te ayuda a bajar el ritmo, a ponerte en contacto con tus sentidos y a conectarte con la tierra.

Recolectar alimentos

Pasear por los bosques en busca de plantas, frutas y nueces solía ser un pasatiempo limitado a chefs innovativos y a quienes aspiraban a vivir fuera del sistema. Ahora, en todo Israel hay cursos populares para aprender sobre plantas silvestres comestibles como la malva, la pamplina, el cardo de leche y el trébol, por mencionar unos pocos.

La artista Keren Farago comenzó a pasear por los bosques en busca de alimentos hace dos años con Bat Kayma, una compañía que ofrece cursos en las regiones de la Alta Galilea y el Golán. El grupo se reúne una vez al mes, algo que le parece perfecto ya que siempre hay algo diferente en temporada.

Farago se dedicó a este nuevo hobby como un medio para enriquecer e inspirar su trabajo artístico. Ahora incorpora más temas de la naturaleza y, a menudo, utiliza páginas de libros sobre botánica como telón de fondo de sus pinturas. La actividad también le brindó conocimiento sobre los vegetales silvestres que crecen en su hogar en el kibutz Maaián Tzvi. Para una comida festiva reciente, preparó en vinagre flores comestibles que arrancó de donde estaciona el auto y las agregó a una ensalada para sumar color y un sabor a nuez.

A Farago también le resulta atractiva la naturaleza comunitaria de la recolección de vegetales y conocer nuevas personas. "Conocer personas tan diversas es divertido. En cada encuentro hay entre 20 y 30 personas, y cada una viene por una razón diferente. Un hombre se toma en serio vivir una vida más sustentable, otros disfrutan tener un hobby nuevo, salir de la ciudad y hacer algo que les gustaba hacer de chicos cuando jugaban en los baldíos". Recientemente comenzó un curso de recolección de hongos con un guía muy reconocido. "Si los hongos son venenosos pueden ser muy peligrosos, por lo que es importante aprender de un profesional".

La fundadora de Bat Kayma, Lilaj Mutzafi-Harel, enseñaba ciencia medioambiental en la Universidad Tel Hai cuando se cruzó con un curso para ser guía de recolección de vegetales. Después de completar el programa comenzó a brindar talleres, lo que derivó en una compañía que brinda dos programas anuales y cursos más intensivos en invierno y primavera, y hasta un programa Witches que combina recolección, tejido y aromaterapia. En nueve años de operación, Mutzafi-Harel dice que la popularidad de la recolección de vegetales creció inmensamente. Cree que uno de los atractivos es que es una forma de cambiar el ritmo de la vida diaria y conectarse con los sentidos. "Salimos a la naturaleza y no sólo aprendemos sobre lo que es comestible, sino que también lo olemos, tocamos y saboreamos. Es una experiencia sensorial que puedes sumar a tu vida cotidiana".

Los amantes de la comida sienten una atracción especial hacia las experiencias de recolección que organiza Adara Peskin-Shalem en el bosque Ben Shemen y en el parque Sacker de Jerusalem para grupos privados y eventos sociales de compañías de alta tecnología. A menudo, esas salidas terminan con una comida "de la naturaleza a la mesa" cocinada al aire libre con los hallazgos del día. "una cosa es aprender sobre plantas silvestres, pero otra es advertir que puedes preparar un plato sabroso con plantas que apenas considerabas comestibles; me entusiasmo mucho cuando las preparo". Sus favoritos son los espárragos salteados con manteca de limón y pétalos de cactus amarillo rebanados en tiras largas, que tienen una forma y textura similar a las habichuelas. En verano, cuando las semillas de mostaza e hinojo están en temporada, es un buen momento para comer verduras silvestres al curry con queso panir.

Peskin-Shalem admite que lo que la atrajo, hace unos once años, a la recolección de frutos no fueron razones culinarias sino la necesidad de reducir los gastos. "Era una madre soltera intentando disminuir los gastos y también escribir un blog sobre un estilo de vida económico, y la recolección de frutos me pareció una excelente manera de ahorrar". No siempre se sintió así. Se avergonzaba cuando su madre, manejando, detenía repentinamente el carro al ver un arbusto de moras silvestres. Una caminata de Wild Weed en un viaje familiar de cámping en el norte del estado de Nueva York le cambió la percepción. Peskin-Shalem recuerda entusiasmarse con las coloridas flores comestibles de las impatiens capensis.

Recién se familiarizó nuevamente con la recolección de frutos cuando sus hijos estaban recibiendo escolarización en el hogar. "Era parte de un grupo online de padres cuyos hijos estudiaban en casa. A menudo escribían sobre plantas salvajes comestibles que recolectaban y me daba envidia. Estaba segura de que lo que crecía en Nueva Zelanda no se podría conseguir en Israel, pero pronto descubrí que estaba equivocada".

Los turistas en Israel también valorarán realizar una conexión directa entre la flora nativa y lo que leemos en la Biblia: "Hay muchas analogías entre las figuras bíblicas y las plantas", explica Peskin-Shalom, "por ejemplo, Vashtí (de la historia de Purim) es comparada con las ortigas (sirpad). También es fascinante conectar lo que encuentras en la naturaleza con el ciclo del calendario judío. Por ejemplo, las bayas de mirto se encuentran exactamente en la época de Sucot, cuando pueden ser usadas para las cuatro especies. El trigo comienza a madurar alrededor de Pésaj y la cebada, que se usaba como sacrificio en Lag Baomer, puede encontrarse aquí en la misma época que se celebra la festividad".

De acuerdo con la sidneyesa Naomi Elbinger, para recolectar frutos tampoco es necesario alejarse del hogar. La novelista que vive en Ramat Beit Shémesh estableció Bloomah's City Farm, un proyecto que enseña cómo convertir tu patio en una "jungla de alimentos". Si bien recientemente organizó una caminata para mujeres en la ciudad, dice que para comenzar a recolectar no necesitas un grupo organizado. Una hora antes de nuestra conversación, había dejado a su hijo en la guardería, visto un terreno de cardos y comido algunas de las semillas "que saben como las palomitas de maíz pero tienen el beneficio de ser un superalimento purificador". Otro de los snacks silvestres favoritos de Naomi es el algarrobo, que crece con frecuencia en parques de la ciudad. Recomienda partir las vainas al medio, si son del tipo correcto, saldrá un jarabe similar a la miel, que puedes comer.

Durante shemitá, el año en que la tierra de Israel debe descansar, la recolección de frutos adquiere una nueva dimensión. "Shmitá puede ser muy difícil, porque hay muchas cosas que me gustaría hacer en el jardín y no puedo. Por ello, es el momento perfecto para comenzar a recolectar y conectarse con el mundo natural de una nueva forma".

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