Reinados judíos a lo largo de la historia

05/03/2025

5 min de lectura

En la antigüedad hubo varios estados judíos dentro y fuera de la Tierra de Israel. Algunos duraron siglos, otros sólo unos pocos años.

El estado de Israel que fue establecido en 1948 no fue el primer estado judío en la historia. Si miramos hacia el pasado de la antigua Israel, cuando pensamos en un gobierno o reinado judío, lo que típicamente viene a la mente es el Rey David o el Rey Salomón, ubicados centralmente en un palacio en Jerusalem. Sin embargo, en la antigüedad no hubo sólo un estado judío sino varios. Algunos de ellos duraron siglos, mientras que otros duraron sólo unos pocos años. Aunque la mayoría de estos reinados estuvieron ubicados en la Tierra Santa, algunos estuvieron en otras partes del mundo.

Hagamos un breve tour por los reinados judíos históricos, dentro y afuera de la Tierra de Israel.

De acuerdo con la Biblia y fuentes arqueológicas, los antiguos israelitas entraron por primera vez a la Tierra Prometida como una nación bajo el liderazgo de Iehoshúa (Josué) hace unos 3.300 años. Aunque su liderazgo fue universalmente reconocido y todas las tribus israelitas adhirieron a él, su mandato no era dinástico y no fue heredado por ninguno de sus hijos (sólo tuvo hijas). Durante varios siglos no hubo liderazgo central entre el pueblo de Israel. El primer rey judío que unió a la nación en una entidad política fue el Rey Shaúl, pero debido a que su reinado fue corto y su muerte trágica, comenzamos con su yerno y sucesor, el Rey David.

El Rey David

David fue el primer rey judío que logró unir a todas las tribus de Israel por un tiempo prolongado, estableció una capital nacional neutral, Jerusalem, que previamente no estuvo controlada por ninguna de las tribus, construyó su propio palacio, llevó el Arca del Pacto a la ciudad santa y estableció una dinastía real que gobernó todo o parte del país alrededor de 450 años. La extensión total del reinado tanto de David como de su hijo Shlomó (Salomón) abarcaba desde el rio Éufrates al norte de Siria hasta el Mar Rojo en la región de Eilat. Este es considerado el primer estado judío en la historia y existió en lo que los historiadores llaman el "período del Primer Templo".

Las 10 Tribus

Cuando el nieto de David, Rejavam, tomó su lugar como rey de Israel, estalló una rebelión como resultado de los altos impuestos que impuso al pueblo. Esto llevó a que 10 tribus se separaran de la dinastía davídica y establecieran su propia monarquía que mantendría el nombre del “Reino de Israel” y cuya capital estaría ubicada en Samaria (actualmente la parte norte de Cisjordania). Las dos tribus del sur (Iehudá y Biniamín), quienes se mantuvieron leales a la dinastía davídica con base en Jerusalem, empezaron a ser conocidas como el Reino de Iehudá. En algunas ocasiones estos dos reinados cooperaban entre ellos contra amenazas externas y en otros momentos estaban en guerra el uno con el otro.

Excavación de una singular instalación antigua en el estacionamiento Guivati en la Ciudad de David, Jerusalem.

En el siglo XVIII AEC, el Reino de Israel fue conquistado por el Imperio asirio y en el siglo VI AEC, el Reino de Iehudá fue conquistado por el Imperio babilónico.

Los jashmonaim

Después de siglos de gobierno extranjero, en el siglo II AEC, la familia de los jashmonaim lideró un popular movimiento de resistencia conocido como los Macabeos, tratando de liberar a la Tierra de Israel del Imperio seleúcida-griego. La historia de Janucá tuvo lugar cinco años después de haber comenzado esta guerra, pero llevó otros 21 años hasta que los macabeos liberaron por completo la Tierra de Israel de la hegemonía griega. Cuando lograron esa meta, los jashmonaim se convirtieron en gobernantes dinásticos por alrededor de un siglo, creando el tercer estado judío independiente en la historia.

Los rebeldes

Aunque durante los periodos del Primer y Segundo Templo existieron exitosos y prolongados reinados judíos, durante la época del Imperio romano-bizantino que siguió, hubo varios intentos fallidos de restaurar el autogobierno judío. Aunque estos intentos fallaron y no produjeron una estructura de estado a largo plazo, sí lograron gobernar una parte de la Tierra de Israel durante periodos breves.

Un ejemplo es la rebelión de los zelotes en contra de los romanos, que comenzó en el año 66 EC. Curiosamente, uno de los lideres de esa rebelión que fue responsable por declarar el establecimiento de un estado judío independiente, fue un hombre llamado Iosef Ben-Gurión. El gobierno rebelde tenía su base en Jerusalem y funcionó como un estado hasta que Jerusalem fue destruida por los otomanos en el año 70 EC, sólo 4 años más tarde. Una rebelión similar ocurrió unos 62 años después bajo el liderazgo de Shimón Bar Kojba. Su gobierno rebelde controló el territorio del sur de las montañas de Judea y acuñó monedas con imágenes del Templo como una herramienta de propaganda para obtener apoyo de la población local.

Su estado naciente fue derribado por los romanos en el año 135 EC, después de tan sólo tres años de reinado. Otras entidades políticas judías independientes de breve duración controlaron la Tierra de Israel en el siglo IV con el apoyo del emperador Juliano y luego a principios del siglo VII bajo los auspicios del invasor Imperio persa, cada uno de ellos gobernó durante un período de tres años antes de ser desmantelado.

El Reino himyarita

En ese momento, los judíos se habían vuelto una minoría en la Tierra de Israel, pero existían prominentes y numerosas comunidades judías en la Mesopotamia, Arabia y Yemen. De acuerdo con la leyenda, a finales de siglo IV el rey de Yemen, Abu Kariba, estaba sitiando una ciudad enemiga en Arabia, y enfermó gravemente. Dos médicos judíos de la ciudad sitiada llegaron a curarlo. Después de sanar, él aprendió sobre la fe judía y no sólo la adoptó para sí mismo, sino que alentó a que la aceptara gran parte de su nación. Evidencia arqueológica de la época parece indicar una desaparición de referencias a deidades paganas de los edificios públicos e inscripciones reales, siendo reemplazadas por el nombre de una deidad singular, “el Dios de Israel, Señor de los judíos”. El reino himyarita judío de Yemen duró hasta que finalmente fue derrotado por una coalición de ejércitos cristianos en el año 527 EC.

Los jázaros

Otro famoso ejemplo de un reinado judío fuera de la Tierra de Israel fue el caso de los jazares o jázaros. Durante el siglo VIII, el Kaganato de Jazaria se encontró atrapado entre el Imperio bizantino-cristiano en el oeste y los árabes musulmanes en el sur que se expandían con rapidez. Ambos consideraban al reinado pagano de Jazar como potencial de conversión y ganancia política. De acuerdo con la leyenda, el rey de Jazar invitó a representantes de las tres religiones monoteístas para escuchar sus casos. Durante estas discusiones, el rey jázaro se sintió atraído hacia el judaísmo y las fuentes históricas parecen indicar que al menos la elite gobernante se convirtió al judaísmo en esa época.

Se encontraron monedas del periodo judío de los jázaros con inscripciones que decían “No hay Dios más que Alá y Moshé es su mensajero”. Este estado judío duró hasta fines del siglo X cuando finalmente fue conquistado y destruido por los invasores rusos medievales desde el norte. Pasarían otros mil años antes de que el siguiente estado judío se levantara nuevamente donde todo comenzó, en la Tierra Prometida a Abraham, Itzjak y Iaakov.

Aunque en la mayor parte de la historia judía los judíos fueron súbditos y minorías en sociedades paganas, cristianas y musulmanas, es importante recordar las épocas en que nuestro pueblo funcionó como gobernantes en reinados judíos mayoritarios, tanto dentro como fuera de la Tierra de Israel.

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Rubén
Rubén
14 días hace

Shalom con mi habitual respeto me permito indicar que fueron los romanos los que realizaron una fuerte represión a Israel en el año 70 EC

Yuli Kertznus
Yuli Kertznus
15 días hace

El artículo es muy interesante, pero hay un pequeño error en la redacción.
Los destructores de Jerusalén y el Templo en el Año 70 EC no fueron los Otomanos, fue el Imperio Romano con Tito.
Gracias

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