Rosh Hashaná: No se trata de quién se portó bien o mal

21/09/2022

3 min de lectura

Como el director general de un gran conglomerado, Dios fija los presupuestos y determina el rol de cada persona, en base al nivel de responsabilidad que estamos dispuestos a asumir.

Cuando era pequeño, yo pensaba que Rosh Hashaná era una especie de versión judía de "Santa Claus llegó a la ciudad", reemplazando con Dios al hombre vestido de rojo.

Él todo lo apunta, él todo lo ve

Y sigue los pasos estés donde estés

(Santa Claus) Dios llegó a la ciudad

Te observa cuando duermes

Te mira al despertar

No intentes ocultarte de él

Pues siempre te verá

Él sabe de ti

Él sabe de mí

Él lo sabe todo

No intentes huir

(Santa Claus) Dios llegó a la ciudad.

Con esta canción como mi punto de referencia, incluyendo la versión rock de Springsteen, era difícil tomar en serio la festividad judía.

Pero todo cambió una vez que realmente entendí el significado profundo del nuevo año judío.

Resulta que Dios no observa el pasado para ver quién fue bueno o malo. De hecho, Él presiona el botón de reinicio y, una vez más, recrea el mundo y tu rol en él. Como el director general de un gran conglomerado, Dios fija los presupuestos y determina el rol de cada persona, en base al nivel de responsabilidad que genuinamente estamos dispuestos a asumir.

Las festividades judías no son meramente conmemorativas. Cada festividad abre un portal espiritual en el tiempo que nos permite revivir la experiencia que tuvieron nuestros ancestros. Por ejemplo, Pésaj no se limita a recordarnos el Éxodo de Egipto, sino que es el momento del año en el cual nosotros mismos podemos acceder a la libertad y a la redención como nunca antes.

¿Qué ocurrió en Rosh Hashaná para que este sea el "Día del Juicio"?

El Talmud da una respuesta fascinante: en Rosh Hashaná, el primer día de tishrei, Dios concibió el mundo. ¡Hasta entonces nada existía! La creación misma no tuvo lugar sino seis meses más tarde, en el mes de nisán, el mes de Pésaj. Rosh Hashaná tiene el potencial de concretar tu visión para el nuevo año, para fijar objetivos y planos. Es la máxima tabula rasa, cuando todo es posible.(1)

Por lo tanto, el juicio de Rosh Hashaná no puede basarse en nuestro comportamiento del pasado, porque simplemente no hay un pasado. Volvemos a experimentar la concepción del mundo, el punto de comienzo cuando Dios entrega el potencial para todo lo que ocurrirá en este nuevo año.

Esto explica por qué en las plegarias de Rosh Hashaná no encontramos ninguna referencia al arrepentimiento, porque el énfasis está en declarar con la máxima claridad y pasión nuestra visión para el nuevo año. Miramos hacia adelante, no hacia atrás. Se aprieta el botón de reinicio; ya no llevas la carga agobiante de tu equipaje previo de arrepentimientos y fracasos. Es un nuevo comienzo y todo es posible, siempre y cuando eso sea lo que realmente deseas.

Con esta nueva claridad, podemos mirar hacia el año que termina y examinar errores y obstáculos que necesitamos enfrentar para poder realinearnos de acuerdo con nuestros sueños y aspiraciones, para poder volverlos realidad. De eso se trata Iom Kipur, y por eso viene después de Rosh Hashaná.

En definitiva, ahora es el momento de obtener claridad, recalibrarnos y entrar a Rosh Hashaná con el entusiasmo necesario para trabajar apasionadamente para alcanzar nuestras metas soñadas en el nuevo año. Todo el crecimiento potencial que podemos alcanzar este año se determina en este día. Este es el juicio que Dios efectúa en Rosh Hashaná.

Por lo tanto, en los próximos días dedica un poco de tiempo para pensar en las siguientes preguntas:

  • En los momentos más tranquilos, ¿qué es lo que anhelo?
  • ¿Cuáles son mis habilidades y cualidades y cómo puedo aprovecharlas para mejorar mi comunidad y el mundo en general?
  • ¿Qué es lo que Dios quiere de mí?
  • ¿Qué cambio puedo hacer en mi vida que implique una diferencia significativa para desarrollar mi potencial y sentir más sentido y propósito en la vida?
  • ¿Cómo puedo mejorar mis relaciones más importantes?

¡Shaná Tová! Que todos seamos bendecidos con un año de buena salud, alegría, sabiduría y claridad.


  1. Ver Tosafot, Rosh Hashaná 27a, y "Siftei Jaim" de Rav Jaim Friedlander, Moadim, volumen 1.
Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.