Los judíos en la Luna
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Las Selijot ocupan un papel destacado en las plegarias de las Altas Fiestas. ¿Pero qué es realmente lo que se encuentra detrás de estos enigmáticos versículos?
Desde la noche del sábado previo a Rosh Hashaná y hasta Iom Kipur, los judíos de todo el mundo dicen Selijot, un grupo de plegarias diseñadas para despertarnos ante el significado de las Altas Fiestas.
Después del pecado del Becerro de Oro, Moshé le pidió a Dios que le explicara Su sistema de relación con el mundo. La respuesta de Dios, conocida como "los 13 Atributos de Misericordia", conforma la esencia de las plegarias de Selijot.
Dios misericordioso, Dios misericordioso y dispensador de gracia, tardo para la ira y abundante en bondad y veraz, que preserva la bondad para millares de generaciones, perdona la iniquidad, el pecado rebelde y el error, y que absuelve (Éxodo 34:6-7)
Para los judíos serios, lo que cuenta en la vida es el significado y la sustancia, no lo ilógico, las soluciones rápidas ni las extravagantes cosas "espirituales". No nos interesan los juegos. Por eso, resulta muy desconcertante que buena parte de la liturgia de las Altas Fiestas incluya repetidas peticiones a Dios para que recuerde los méritos de nuestros antepasados en nuestro favor, y la invocación de "los 13 Atributos de Misericordia" para que Él nos perdone.
Si toda la estación está dedicada al crecimiento y el cambio, ¿por qué buscamos atajos? En otras palabras, ¿cómo celebramos el crecimiento mientras pedimos misericordia? Deberíamos dedicar todo el tiempo a hacer un examen de conciencia y tomar resoluciones para el futuro… ¡sin embargo, el enfoque principal de nuestra plegaria parece ser eludir la responsabilidad de nuestros actos! Además, si Dios tiene estos "13 Atributos de Misericordia", ¿por qué debemos "recordárselo"? ¿Acaso Él sólo es misericordioso si decimos esta plegaria? ¿Qué es exactamente lo que intentamos conseguir?
El clásico libro Tomer Devorá explica que aunque los "13 Atributos" despiertan la misericordia Divina, sólo la recitación de estos es inadecuada. Más bien necesitamos asegurarnos de que en la acción, nuestros propios estilos de vida también reflejen estos atributos.
Por ejemplo, el Talmud dice que si eres paciente con los demás, Dios será paciente contigo. Sólo puedes exigir que Dios emplee todos estos atributos si tú los aplicas en tus propias relaciones.
Este enfoque ayuda a responder otra pregunta respecto a la liturgia de la plegaria: ¿Por qué siempre mencionamos a Abraham, Itzjak y Iaakov? ¿Acaso esto implica que nuestras plegarias son más efectivas debido a nuestros patriarcas?
La respuesta, por supuesto, es que cada judío no es sólo un descendiente biológico de los patriarcas y las matriarcas, sino también su heredero espiritual. Tenemos que identificarnos con lo que ellos representaban, tanto en términos de creencias básicas como de comportamiento práctico. Así como nuestros antepasados fueron pilares de bondad, servicio a Dios y verdad, esos ideales deben convertirse también en los pilares de tu vida. Sólo entonces puedes dirigirte al Todopoderoso y pedirle que recuerde a tus ancestros. Es como si dijéramos: "¿Ves a quien intento emular? Entonces considérame a mí y a mis antepasados juntos en esto".
Como ejercicio, estudia la disposición de Abraham a sacrificar a Itzjak. Eso iba en contra de todos los principios que Abraham defendía. Ahora observa tus desafíos y las cosas que consideras sagradas, y ve si estás dispuesto a renunciar a ellas para cumplir la voluntad de Dios.
Hay un enfoque diferente que va todavía más profundo. El propósito de mencionar los "13 Atributos" es enfocarnos en la naturaleza de Dios, para comprender que Él es misericordioso. (Aunque ya lo sabemos, ¡todo el tiempo lo olvidamos!) No tenemos ningún problema en recordar qué alimentos nos causan indigestión ni que debemos mantenernos alejados de la hiedra venenosa. Entonces, si tenemos claridad sobre la existencia de Dios y la verdad de la Torá, ¿por qué lo olvidamos?
La respuesta es porque nunca hemos experimentado realmente una indigestión espiritual. Cuando tienes una mala experiencia con la comida, después eres muy cuidadoso con eso. Has experimentado las consecuencias plenas de tus acciones y recuerdas cómo se siente.
Con lo espiritual, tu conciencia puede molestarte, pero nunca has experimentado el resultado completo del pecado. Esto se debe tanto a que no estamos completamente en contacto con nuestras almas como a que (algo todavía más importante), en Su misericordia, Dios no nos permite sufrir de inmediato por lo que hemos hecho mal. De acuerdo con el "Atributo de Justicia", un pecador debería caer muerto en el acto. Pero sobrevivimos porque el Todopoderoso es misericordioso y nos brinda una oportunidad.
Por eso los "13 Atributos" hablan de la "paciencia de Dios". El mismo Dios que te creó con una hoja en blanco y un mundo de oportunidades, te da otra oportunidad después de que malgastas la primera. Si realmente entiendes qué significa "incorrecto", entonces incluso si parece que te beneficias de tus acciones equivocadas, debes sintonizar con la misericordia de Dios y ver lo que Él hace por ti. Entonces ese éxito no te engañará, porque serás humilde. "Fui rudo con los demás y sin embargo, me volví popular, porque Dios es paciente y me ama". En vez de usar tu éxito como una forma de oscurecer la verdad, utilízalo como una manera de valorar el cuidado y la cercanía de Dios.
Lo que nos lleva de vuelta a los patriarcas y las matriarcas. Nuestro destino no depende de nosotros. El pueblo judío tiene un destino que fue puesto en marcha por nuestros ancestros, y de una u otra forma lo cumpliremos. (Ese destino es ser "una luz para las naciones", enseñarle al mundo sobre Dios y la moralidad). La única pregunta es cuán fácil o cuán doloroso será el camino.
Por lo tanto, la tolerancia y la misericordia de Dios también se manifiestan a nivel nacional. Cuando le pedimos al Todopoderoso que "recuerde a nuestros ancestros", nos estamos recordando a nosotros mismos que la supervivencia judía es el resultado de nuestro destino. Sobrevivimos gracias a nuestros ancestros y de nosotros depende asegurar que merezcamos cumplir adecuadamente con nuestro destino.
Durante las Altas Fiestas, Dios acepta nuestro cambio y crecimiento más que en cualquier otro momento del año. Que el Todopoderoso nos dé la sabiduría para aprovechar estas oportunidades y realmente crecer y cambiar.
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