Sidney Poitier y el mesero judío que le enseñó a leer

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Sidney Poitier, quien falleció la semana pasada a los 94 años, fue una figura importante durante gran parte de su vida. Poitier fue la primera estrella cinematográfica negra de Hollywood, el primer actor negro que ganó el premio de la Academia al mejor actor por su rol estelar en la película "Los lirios del valle", en 1963. Él participó en otras 39 películas y fue director, novelista y embajador de las Bahamas (donde vivía su familia) en Japón y en la ONU.

"Caminé con los reyes", declaró Poitier sobre su vida que parecía ser "encantada". Sin embargo, en una entrevista del 2013, reveló el secreto de su éxito: un anciano judío que le enseñó a leer, posibilitándole escapar de la pobreza y del analfabetismo y desarrollar su potencial.

Poitier nació en 1927. Sus padres, Reginald y Evelyn Poitier, eran granjeros pobres que cultivaban tomates. "A veces dicen que alguien trabaja hasta quebrarse los huesos. Bueno, eso describe a mi padre. Era un hombre muy bueno".

Poitier nació en Miami, tres meses antes de la fecha prevista, cuando sus padres estaban en Estados Unidos para vender tomates. Sus padres ya tenían seis hijos, y estaban seguros de que Sidney no lograría sobrevivir. Su padre incluso compró un ataúd, pensando que no había ninguna probabilidad de que ese bebé prematuro pudiera sobrevivir.

Contra todos los pronósticos, Sidney sobrevivió, pero su infancia fue muy difícil.

Contra todos los pronósticos, Sidney sobrevivió, pero su infancia fue muy difícil. Se vestía con bolsas de harina, vivió en una serie de pueblos pobres en Florida y en el Caribe, y asistió a la escuela sólo dos años. A los 12 años dejó la escuela para dedicarse a trabajos muy sencillos y de poca categoría.

A los 14 años, Poitier ya andaba en muy malas compañías. Su hermano mayor, Ciryl, estaba casado y vivía en Miami. Los padres decidieron enviar a Sidney a vivir con su hermano para alejarlo de las malas influencias. Una vez que estaba viviendo en Norteamérica, Poitier decidió que quería ser actor, y a los 16 años llegó a la ciudad de Nueva York. Era el año 1943.

Allí se presentó a una audición en el prestigioso Teatro Negro Norteamericano en Harlem, pero cuando le dieron un guion para leer, no logró descifrar las palabras. Con tan poco tiempo en la escuela, de hecho era un analfabeto. Como no estaba preparado para ningún otro trabajo, comenzó a lavar platos en un restaurante de Nueva York, donde conoció a un anciano mesero judío que iba a cambiar su vida.

Poitier fue la primera persona negra que ganó el premio de la Academia de Hollywood como el mejor actor.

"Uno de los meseros del restaurante, un hombre mayor, judío, me observó mucho tiempo. Yo tenía un periódico llamado "Journal American". Él se me acercó y me preguntó: '¿Qué hay de nuevo en las noticias?'. Yo lo miré y le dije: 'No puedo decirle lo que dice el periódico porque no puedo leer muy bien'. 'Déjame preguntarte algo', me dijo. '¿Te gustaría que lea contigo?'. 'Sí, si usted quiere', le respondí".

Por las noches estudiaban en el restaurante, después de cerrar. El anciano judío (posteriormente Poitier lo describió como una persona muy paciente y con anteojos), le enseñó minuciosamente los signos de puntuación y cómo pronunciar cada palabra. "Él se sentó conmigo semana tras semana". Usaban los periódicos para aprender a pronunciar las palabras. Durante el día, Poitier escuchaba la radio para expandir su vocabulario y su dicción. Por la noche leía con el mesero judío. Finalmente, después de unos seis meses, Poitier finalmente podía leer fluidamente.

Volvió a presentarse en el Teatro Negro Norteamericano, y lo aceptaron como aprendiz. Todavía era completamente desconocido y también tuvo que trabajar en el teatro como conserje. Un día, otro de los actores del teatro, nada menos que la superestrella Harry Belafonte, no llegó a los ensayos justo un día en que entre la audiencia estaba un productor de Broadway. Poitier substituyó a Belafonte y lo eligieron para participar en una obra de Broadway: una producción completamente negra de Lisístrata, en 1946.

Poitier siguió trabajando en los escenarios y en televisión, y todavía seguía aceptando pequeños trabajos para poder mantenerse. En 1950, finalmente obtuvo reconocimiento general como un actor serio por su rol como un médico perseguido por un paciente racista en la película "No way out" (Un rayo de luz). A continuación hizo otras películas muy exitosas, como "Cry, the Beloved Country" en 1952 y "Blackboard Jungle" en 1955, en donde interpreta a un estudiante inteligente y conflictuado.

Celebrando sus 92 años

Él siempre insistió en asumir roles dignos, interpretando personajes destacados con una fuerte fibra moral.

Poitier escribió tres biografías y una novela, un misterio con tintes de ciencia ficción llamado "Montaro Caine", publicada en el 2013. El personaje principal, Montaro, es un estudiante judío cuyos padres son inmigrantes judíos de Austria. El libro recibió malas críticas y nunca vendió muchas copias, pero de alguna manera puede haber sido el tributo de Poitier al anciano judío que años antes le enseñó a leer y escribir.

Una vez que Poitier se consolidó como un actor exitoso, trató de encontrar al mesero que tanto lo había ayudado durante su adolescencia. Siempre lamentó no haber podido encontrarlo.

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