¿Suerte o milagro? La inexplicable tasa de mortalidad de Israel en la Guerra del Golfo Pérsico

08/07/2022

8 min de lectura

¿Por qué la cantidad de víctimas de 14 Scuds que explotaron en Tel Aviv y Haifa es menor que las víctimas de un solo misil Scud que explotó en cualquier otra parte? Un matemático analiza los números.

El 17 de enero de 1991, una coalición de fuerzas armadas de 34 países liderados por los Estados Unidos comenzaron la operación Tormenta del Desierto, para liberar a Kuwait que había sido conquistada por Iraq. Iraq comenzó su represalia al día siguiente. Durante varias semanas, dispararon 39 misiles Scud modificados contra Israel, de los cuales 14 explotaron en áreas residenciales densamente pobladas de Tel Aviv y Haifa. (El resto de los Scuds fallaron, o cayeron en el desierto, en el Mediterráneo o fueron interceptados por antimisiles Patriot de Estados Unidos).

Dos israelíes murieron por recibir un impacto directo de estos Scuds y 11 resultaron gravemente heridos.

En 1993, un artículo científico escrito por Fetter, Lewis y Gronlund, titulado: "¿Por qué hubo tan pocas bajas a causa de los Scud?", fue publicado en la prestigiosa revista británica "Nature".1 Unos meses más tarde apareció una versión más amplia y detallada del artículo.2 La baja tasa de víctimas atrajo el interés de los científicos. El documento utiliza una fórmula matemática estándar para predecir el número de víctimas esperadas en un ataque con misiles. La fórmula es una extrapolación de ataques con misiles previos y tiene en cuenta tres parámetros que modifican la extrapolación: a) el tamaño de la ojiva, b) la densidad de población y c) si hubo advertencia del ataque.

La extrapolación utilizada por Fetter, Lewis y Gronlund, se basó en estadísticas de víctimas de ataques con cohetes V1 y cientos de ataques con cohetes V2 en Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Las "bombas de zumbido" V1 daban un aviso de su aproximación, mientras que los cohetes V2 no lo hacían. En promedio, en Londres cada cohete V2 causó aproximadamente el doble de víctimas que un cohete V1.

Como prueba de la precisión de la extrapolación, la fórmula se aplicó por primera vez a los 125 misiles Scud B modificados que explotaron en Teherán, Irán, entre el 29 de febrero de 1988 y el 4 de abril de 1988, durante la "guerra de las ciudades" entre Irán e Iraq. Los Scuds no daban advertencia respecto a su aproximación, por lo que la extrapolación se basó sólo en las tasas de víctimas de los cohetes V2 en Londres. Los informes indican que en Teherán, en promedio murieron entre 9,2 y 16 personas por cada misil Scud.

La explosión de 14 misiles Scud en áreas residenciales de Tel Aviv y Haifa deberían haber provocado un total de 21 muertes y 61 heridos graves, significativamente más elevado que las dos muertes y 11 heridos graves que hubo.

Teniendo en cuenta la diferencia en el tamaño de la ojiva entre el V2 y el Scud, así como la diferencia entre la densidad de población de Londres y Teherán, la fórmula predice un promedio de 14,4 muertes por Scud en Teherán. Esta predicción es precisa, ya que 14,4 se encuentra entre 9,2 y 16. Asimismo, el número previsto de heridos graves por Scud en Teherán (35,1) está cerca del valor observado de aproximadamente 32 heridos por Scud. El artículo de Fetter, Lewis y Gronlund señala que la precisión de la predicción se obtiene a pesar de las diferencias de construcción entre las estructuras de Londres y Teherán. Las casas londinenses se construyen con ladrillos, a diferencia de los edificios de Teherán construidos con hormigón armado, al igual que los edificios de Tel Aviv y Haifa.

La anomalía israelí

Tras establecer que la fórmula de extrapolación funciona bien, y que las diferencias entre la construcción con ladrillos y las estructuras reforzadas con concreto no afectan negativamente la exactitud de la extrapolación, la investigación de Fetter aplica la fórmula al caso de los ataques con Scud sobre Tel Aviv y Haifa. Los misiles usados contra Irán e Israel fueron los mismos. Señalando que los israelíes tuvieron advertencia de la llegada d ellos Scud a partir de la información satelital norteamericana, y teniendo en cuenta las diferencias relativas a la diversa densidad de población, la fórmula predice que los 14 Scuds que estallaron en zonas residenciales de Tel Aviv y Haifa deberían haber provocado un total de 21 muertes y 61 heridos graves.3

En esta foto de archivo del 18 de enero de 1991, una persona camina entre los escombros en Tel Aviv después de que Iraq disparara ocho misiles Scud contra Israel.

Esto es significativamente más que las dos muertes y 11 heridos graves que hubo. El artículo señala que el número total de víctimas causadas por el impacto de los 14 misiles Scud en Israel es menor que el número promedio de víctimas provocadas por una sola explosión de misil en Londres o Teherán.4 ¿Cómo se explica una discrepancia tan increíble?

El artículo de Fetter, Lewis y Gronlund ofrece diversas explicaciones.5 En primer lugar está la inexactitud de los Scuds y el hecho de que algunos de ellos eran falsos. Sin embargo, esto no tiene ninguna relevancia para la extrapolación, que se basa únicamente en el número de explosiones reales (14) en áreas residenciales y no en el número de misiles lanzados (39).

¿Acaso los israelíes simplemente tuvieron suerte?

La segunda posibilidad que ofrecen para explicar la pequeña cantidad de víctimas en Israel es que las estructuras en Israel son de concreto mientras que los edificios en Londres son de ladrillo. Sin embargo, esta diferencia es irrelevante, porque la extrapolación funcionó bien para Teherán, donde los edificios son construidos y reforzados con concreto, al igual que en Tel Aviv y Haifa.6 Además, la cantidad de edificios residenciales destruidos en Tel Aviv y Haifa fue exactamente la cantidad esperada en base a la experiencia de Londres. La respuesta final que dan es que fue mera suerte. ¡Los israelíes simplemente fueron muy afortunados!7

¿Fue suerte?

Durante la Guerra del Golfo Pérsico, un puñado de Scuds explotaron en Riyadh y Dhahran, en Arabia Saudita. Allí murieron veintinueve personas.8

El 18 de enero de 1991, un Scud explotó en el densamente poblado distrito Ezra en Tel Aviv. Nadie resultó gravemente herido ni hubo muertos.9 ¿Fue suerte?

El 4 de abril de 1985, un Scud explotó en Bakhtaran y otro en Hamadan, Irán. El primero mató a 25 personas, el segundo a 11.10

El 19 de enero de 1991, otro Scud explotó en el densamente poblado distrito de Ezra en Tel Aviv, a apenas 300 metros del impacto del Scud del día previo. Esta vez demolió un refugio antibombas. A diferencia de otros refugios, este estaba vacío y, una vez más, nadie resultó gravemente herido ni muerto.11 ¿Otra vez fue suerte?

El 27 de octubre de 1982, un Scud explotó en Dezful, Irán. Hubo veinte muertos y 100 heridos.12

El 19 de febrero de 1991, un Scud explotó en el medio de una calle en Ramat Gan, Tel Aviv. Colapsaron las murallas de los edificios a ambos lados de la calle, pero no hubo heridos graves ni muertos.13 ¿Nuevamente se trató de buena suerte?

El 11 de mayo de 1994, un Scud explotó en Sanaa, Yemen, y mató a 25 personas. Otro Scud explotó allí el 24 de mayo, matando a 13 personas.14

El 12 de febrero de 1991, un Scud explotó entre dos casas privadas en Tel Aviv. Muchas personas quedaron bajo los escombros de las casas colapsadas. Siete u ocho personas sufrieron heridas menores, pero no hubo heridos graves ni muertos.15 ¿Suerte?

El artículo de Fetter, Lewis y Gronlund en "Nature" indica que hay evidencia anecdótica respecto a que la "suerte" fue un factor importante para que hubiese pocas víctimas en Israel. El artículo sigue diciendo que las víctimas fueron "marcadamente pocas" incluso cuando los misiles cayeron en edificios ocupados que sufrieron graves daños. Ellos dan dos ejemplos en donde los misiles destruyeron edificios de múltiples pisos. En cada caso sólo murió una persona.16

En Tel Aviv, fueron destruidos un total de 28 edificios conteniendo 118 departamentos, y 2.493 departamentos fueron seriamente dañados. En Haifa, 1.700 departamentos resultaron gravemente dañados. Fetter, Lewis y Gronlund remarcan que el número de departamentos destruidos o gravemente dañados en Tel Aviv responde a la predicción de la fórmula.17 Sin embargo, en Israel sólo murieron dos personas y 11 fueron gravemente heridas. Aparentemente, los departamentos ocupados no estaban protegidos, sino sólo la gente que habitaba en ellos.

¿Quién puede controlar esto? ¿Por qué las víctimas de los Scuds en otros países responden a la extrapolación de Londres, pero no ocurrió lo mismo en Israel? ¿Por qué el número total de víctimas de los 14 Scuds que estallaron en Tel Aviv y Haifa es menor que las víctimas de un solo misil Scud que estalló en cualquier otra parte? ¿Puede atribuirse esto sólo a la suerte?

La matemática de la suerte

Hay una forma de evaluar si un evento improbable se puede atribuir razonablemente a la suerte. Necesitamos calcular la probabilidad de que el evento ocurra por casualidad y ver si esa probabilidad es muy pequeña. Si la probabilidad es "demasiado pequeña" entonces no es razonable atribuir el evento a la suerte. "Demasiado pequeño" por lo general se define en la literatura técnica científica y médica como no mayor a 0,05 (es decir 1/20); ocasionalmente como no mayor a 0,01 (1/100). En el campo de la física de alta energía, "demasiado pequeño" se definió como 0,000000287 (1/3.484.320) para el descubrimiento ganador del premio Nóbel del bosón de Higgs (una partícula elemental descubierta en julio del 2012). Esta es una de las definiciones más estrictas de lo que es "demasiado pequeño" para cualquier ciencia.

¡La probabilidad de que por casualidad no ocurran lesiones graves es de aproximadamente uno en 234 billones!

El artículo de Fetter, Lewis y Gronlund no calcula la probabilidad de esperar 21 muertes y que ocurran sólo dos, o de esperar 61 heridos graves y que por casualidad haya sólo 11. Pero nosotros podemos hacerlo. La probabilidad de observar dos muertes (o menos) por casualidad (es decir, suerte) es de 0,000000184 (1/5.434.783). ¡Esto es considerablemente menor que la definición más estricta usada para confirmar el descubrimiento del bosón de Higg! ¡La probabilidad de que por casualidad no ocurran lesiones graves es de aproximadamente una en 234 billones! Esto es más de 67 millones de veces tan significativo como la definición más estricta de "demasiado pequeño" en el ejemplo del bosón de Higgs que dimos antes. Por lo tanto, podemos rechazar con absoluta certeza la posibilidad de que el pequeño número de muertes y heridos graves ocurriera por casualidad (o suerte).

El estudio de Fetter, Lewis y Gronlund señala que entre cuatro y ocho antimisiles Patriot usados por Israel no dieron en el blanco y explotaron en áreas residenciales de Tel Aviv y Haifa. El artículo no toma esto en cuenta al calcular la tasa esperada de víctimas.18 Los misiles Patriot llevan una ojiva mucho más pequeña que el Scud B modificado, sólo 90 kg. De todos modos, la ojiva es tres veces más grade que la ojiva de un cohete Katyusha y, por lo tanto, es una fuerza destructiva significativa. Los cohetes Katyusha han sido utilizados desde la Segunda Guerra Mundial por muchos países para causar daño en el bombardeo de las fuerzas y estructuras enemigas. Los Katyusha aterrorizaron a las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.

Tomando en cuenta las explosiones de cuatro Patriots, el número esperable de víctimas en Israel se eleva de 21 a 24,2. El número de heridos graves esperados se eleva de 61 a 70,4. Las respectivas probabilidades ahora son 0,00000000982 o 1/101.832.994 y 0,00000000000000000166, o aproximadamente 1 en seiscientos mil billones. Esto último es menos probable que el hecho de que alguien lance una moneda común 59 veces y obtenga todas las veces cara. En la vida real esto no sucede.

La probabilidad de que hubiera tan pocas víctimas sólo por casualidad o suerte es tan pequeña que está fuera de cualquier requerimiento de aceptación por parte de cualquier revista científica.

La Guerra del Golfo terminó el 28 de febrero de 1991. Ese día era Purim. ¿Acaso la guerra terminó ese día para dejarnos saber que no fue coincidencia, tal como se salvaron de un destino similar los judíos de Persia aproximadamente 2.400 años antes? Tal vez. Para todos esos intelectuales que requieren evidencia antes de tomar conclusiones, hemos provisto evidencia que responde a los más elevados niveles científicos.


Este artículo es un extracto de "The Cosmic Puzzle" de Harold Gans, Feldheim, 2020

Notas:

  1. Fetter, S., Lewis, G. N. and Gronlund, L., Why Were the Scud Casualties So Low? Nature, January 28, 1993, Vol. 361.
  2. Lewis, G. N., Fetter, S. and Gronlund, L., Casualties and Damage from Scud Attacks in the 1991 Gulf War, DACS Working Paper, Defense and Arms Control Studies, Massachusetts Institute of Technology, 1993.
  3. Lewis, G. N. et al (1993), p. 32.
  4. Ibid p. 13.
  5. Ibid p. 3.
  6. Ibid p. 28
  7. Ibid pp. 30-32.
  8. Gran parte de la información sobre las víctimas de Arabia Saudita no fue proporcionada por el gobierno. Aparentemente hubo cinco explosiones en áreas densamente pobladas. También dispararon Scuds contra la ciudad militar del Rey Khalid, pero el número de explosiones y víctimas no se dio a conocer al público. Ver Lewis, G. N., Fetter, S. and Gronlund, L., (1993), p. 36, nota al pie 98.
  9. Ibid, p. 31.
  10. New York Times online, Iraqi Missiles Strike 2 Iran Cities ̶ Teheran Puts Death Toll at 36 (April 5, 1985).
  11. Lewis, G. N. et al, (1993), p. 43.
  12. Perrimond, G., The Threat of Theater Ballistic Missiles 1944 – 2001, Supplément á TTU Europe, 2002, p. 6.
  13. Lewis, G. N. et al (1993), p. 31.
  14. New York Times online, Scud Missile Hits Capital of Yemen killing 25 (May 12, 1994).
  15. Lewis, G. N. et al (1993), p. 32.
  16. Fetter, S. et al (1993), p. 6.
  17. Lewis, G. N. et al (1993), p. 34.
  18. Lewis, G. N. et al, (1993), p. 32.
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