Técnicas de la psicología moderna y de la antigua sabiduría judía para manejar el estrés

18/02/2025

5 min de lectura

Consejos prácticos para navegar los mares tormentosos de la vida con más gracia y determinación.

La vida puede parecer un maratón implacable, lleno de factores estresantes persistentes. Hacer malabares para mantener el equilibrio entre los plazos de trabajo urgentes, gestionar una lista interminable de tareas domésticas y relaciones familiares, esforzarse por mantener una vida social vibrante y mantener un estilo de vida saludable. Si agregamos la capa de la paternidad, tenemos un torbellino de tareas interminables. Esta sobrecarga mental puede ser realmente abrumadora.

Para manejar este estrés de manera efectiva, existen secretos ocultos dentro de la psicología moderna y en las antiguas enseñanzas judías.

Aunque a menudo no podemos eliminar los factores externos que contribuyen al estrés, nuestro verdadero poder reside en la capacidad para ajustar nuestras reacciones y aprender a navegar a través de estos factores estresantes. Al perfeccionar los mecanismos de afrontamiento y aprovechar nuestra resiliencia innata, podemos aprender a navegar por los mares tormentosos de la vida con más gracia y determinación.

El manejo del estrés en la psicología moderna

De acuerdo con las últimas investigaciones, la autorregulación es crucial para manejar el estrés. Esto implica observarse a uno mismo, identificar los desencadenantes del estrés y crear estrategias personalizadas para manejarlos de manera efectiva. Por ejemplo, si una carga de trabajo te estresa, intenta desglosarla en tareas más pequeñas y establecer metas alcanzables. Te sorprenderá lo efectiva que puede ser esta técnica simple para reducir los niveles de estrés.

Además, gestionar el estrés de manera efectiva implica tener conciencia. Nos volvemos conscientes de nosotros mismos al observar las transformaciones fisiológicas que ocurren dentro de nuestro cuerpo y los pensamientos que cruzan nuestra mente. Esto puede ayudarnos a entender nuestra respuesta única al estrés. Todos manifiestan diferentes indicadores. Identificar cómo tu cuerpo, mente y emociones reaccionan físicamente ante eventos que inducen estrés es vital para ayudarte a autorregularte.

Formúlate estas preguntas:

  • ¿Se están tensando mis músculos?
  • ¿Mi mandíbula está rígida?
  • ¿Cuál es mi reacción ante esta circunstancia?
  • ¿Estoy respondiendo de manera instintiva?
  • ¿Qué pensamientos ocupan mi mente?

Esto te anima a abrazar un aspecto crucial de la atención plena o mindfulness: interrumpir el ciclo de reacciones automáticas.

Otro enfoque popular es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que se enfoca en identificar y cambiar patrones negativos de pensamiento que conducen al estrés y la ansiedad. Se ha demostrado que la TCC es altamente efectiva en la gestión del estrés y a menudo es recomendada por terapeutas y profesionales de salud mental.

Las técnicas estándar de manejo del estrés incluyen ejercicio físico, meditación y técnicas de relajación como la respiración profunda y la relajación muscular progresiva. Estas prácticas ayudan a reducir los niveles de estrés y a mejorar el bienestar y la resiliencia frente a futuros factores estresantes.

Por ejemplo, la meditación de atención plena, que implica prestar atención deliberada al momento presente sin juzgar, ha demostrado reducir significativamente el estrés. Durante las sesiones de mindfulness, las personas pueden centrarse en su respiración o realizar un escaneo corporal, reconociendo cada sensación y pensamiento pero dejándolos pasar sin enredarse en la narrativa que normalmente crearían. Esta práctica de presencia puede ayudar a calmar la mente y reducir los efectos fisiológicos del estrés, llevando a un estado emocional más equilibrado.

Las técnicas de reducción del estrés pueden mejorar significativamente la calidad de vida. Por lo tanto, es esencial elegir un método de gestión del estrés que se alinee con las principales fuentes de estrés en tu entorno.

Por ejemplo, si tu lugar de trabajo es un factor estresante importante, considera implementar estrategias como la gestión del tiempo o la comunicación asertiva. Estas técnicas pueden ayudar a mitigar el estrés relacionado con el trabajo.

Si la dinámica familiar está causando estrés, puede ser útil centrarse en estrategias que mejoren la comunicación y establezcan límites saludables. La terapia familiar o el asesoramiento pueden ser un recurso útil, proporcionando un entorno seguro y estructurado para que todos los miembros de la familia expresen sus preocupaciones y naveguen por los conflictos.

Escuchar activamente y expresar de manera asertiva las necesidades y frustraciones, en lugar de una comunicación agresiva, puede fomentar la comprensión y disminuir las tensiones familiares. A pesar de los compromisos familiares, encontrar tiempo personal para renovarse es vital para preservar la salud mental.

Estos son sólo algunos ejemplos de las numerosas técnicas de manejo del estrés disponibles. Sin embargo, emplear una combinación de estos métodos a menudo puede ofrecer los resultados más efectivos en la gestión del estrés.

La sabiduría judía

Curiosamente, estos hallazgos modernos reflejan las antiguas enseñanzas judías. La sabiduría judía ha enfatizado durante mucho tiempo la importancia de la autoconciencia y la atención plena. En "Ética de los Padres", Rabí Hilel dijo: "Si no estoy para mí, ¿quién lo estará?" Esta afirmación subraya la importancia de entender y cuidar de uno mismo, un principio que se alinea con la autorregulación y la gestión del estrés.

El consejo de Rabí Hilel también aboga por un enfoque equilibrado de las responsabilidades personales y comunitarias, reflejando el aspecto de la autorregulación donde uno gestiona activamente su comportamiento, emociones o pensamientos para alinearse con los objetivos individuales y las normas sociales. En términos contemporáneos, la autorregulación implica establecer límites, similar a la implicación de Hilel de que cuidar de uno mismo es un acto de autopreservación y un requisito previo para contribuir eficazmente a la sociedad.

Además, la sabiduría judía fomenta la autorreflexión regular y un día de descanso con el Shabat, ofreciendo oportunidades estructuradas para la relajación y el alivio del estrés, esenciales para mantener una mente y un cuerpo resilientes ante las demandas de la vida. La práctica del Shabat proporciona una desconexión de las preocupaciones mundanas y puede verse como una antigua forma de gestión del estrés. Esto ofrece un tiempo regular para la relajación y la reflexión, lo cual es crucial para mantener la salud mental.

Por otra parte, la tradición judía promueve el equilibrio y la moderación en todos los aspectos de la vida. Esto expresa la idea de la gestión del tiempo y el establecimiento de límites para reducir los niveles de estrés. Además, el judaísmo nos alienta a abordar situaciones estresantes con aceptación y confianza en Dios. Esto refleja los principios de la terapia cognitivo-conductual, que implica cambiar nuestros patrones de pensamiento para enfrentar el estrés de manera más efectiva.

Estos principios se encuentran tanto en la psicología moderna como en la antigua sabiduría judía. Así que la próxima vez que te sientas abrumado, recuerda que la gestión del estrés está al alcance de tu mano, inspirada en la sabiduría tanto del pasado como del presente.

Descanso Reflexivo

Una práctica que valoro mucho, especialmente en Shabat, es una técnica singular de manejo del estrés que combina la sabiduría judía antigua con estrategias modernas. A esta técnica la llamo "Descanso Reflexivo". Cada sábado, me desconecto deliberadamente del trabajo y las tensiones diarias, dedicando mi día a una relajación consciente.

Durante este tiempo, participo en actividades restauradoras, como leer, caminar en la naturaleza o sentarme en silencio. No se trata sólo de descanso físico, sino que es una oportunidad para el alivio mental y emocional. Reflexiono sobre mis pensamientos y experiencias de la semana, observándolos sin juzgarlos. Esta reflexión consciente me permite obtener perspectiva e intuición, promoviendo la paz interior y el equilibrio.

Un ejemplo de lo que puede ser esta meditación es apartar una hora tranquila justo antes del anochecer. Después de apagar todos los dispositivos electrónicos, me acomodo en un espacio cómodo, tal vez cerca de una ventana con vista al sol poniente. Luego, con los ojos cerrados, respiro profunda y lentamente, dejando que la tranquilidad me invada. A medida que surgen pensamientos o recuerdos, los observo, reconociendo su presencia sin hacer juicios ni enredarme en ellos. Esta práctica refresca mi mente y rejuvenece mi espíritu, preparándome para la semana que viene.

El "Descanso Reflexivo" es un testamento a la sabiduría atemporal de mantener el equilibrio. Es una técnica poderosa que cualquiera puede incorporar en su rutina semanal, independientemente de su fe o estilo de vida. Al hacerlo, puedes reducir el estrés y mejorar tu bienestar general.


Referencias

  • Goyal, M., Singh, S., Sibinga, E. M., Gould, N. F., Rowland-Seymour, A., Sharma, R., & Ranasinghe, P. D. (2014). Meditation programs for psychological stress and well-being: a systematic review and meta-analysis. JAMA internal medicine, 174(3), 357-368.
  • Kabat-Zinn, J. (1994). Wherever You Go, There You Are: Mindfulness Meditation in Everyday Life. Hyperion.
  • Pargament, K. I. (1997). The Psychology of Religion and Coping: Theory, Research, Practice. The Guilford Press.
  • Peterson, C., & Seligman, M. E. P. (2004). Character Strengths and Virtues: A Handbook and Classification. Oxford University Press.
  • Shapiro, S. L., & Carlson, L. E. (2009). The Art and Science of Mindfulness: Integrating Mindfulness into Psychology and the Helping Professions. American Psychological Association.
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